Vacunas

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Catalina empezó su recorrido por la tarde con un puñado de vacunas, sintiéndose esperanzada, iban a empezar al fin con el tratamiento en esos niños y le rogaba a Merlín que los resultados se asemejaran a los que obtuvieron en los otros países afectados, la mujer abrazó la conservadora en la que transportaba las vacunas y suspiró antes de golpear la primera puerta.

-Buenas tardes- dijo la mujer metiendo la cabeza en la habitación.-

-Buenas tardes, medimaga Ángel- dijo Luna a modo de saludo.-

-Voy a vacunar a Pandora- anunció acercando a la cuna una de las mesitas de la habitación para colocar en ella la conservadora, una enfermera entró para dejar una bandeja con jeringas, guantes estériles y algodón con alcohol- Gracias linda, que las demás enfermeras dejen todo listo en las demás habitaciones por favor.-

-Como diga, medimaga Ángel- respondió la muchacha antes de salir. Catalina se colocó los guantes antes de acercarse a la niña dormida, las costras estaban dejando de ser rojas lo que indicaba que las inflamaciones estaban retrocediendo, esa era una buena señal, la bebé se sentía fría al tacto, la medimaga sacó su varita y midió con ella la temperatura ambiente, luego de lo cual lanzó un hechizo calefactor.-

-Juro que esto es por tu bien, pequeña Pandora- dijo la mujer con voz suave a la niña dormida, mientras preparaba la jeringa con la vacuna- la buena noticia es que te curaras y la mala es que si lo recuerdas, me odiarás por esto- dicho esto pincho el bracito de la bebé haciendo que pasara el preciado líquido, la bebé se quejó en sueños y Catalina sonrió- ahora papás, dejaremos que el cuerpecito de la niña empiece aceptar la vacuna y yo volveré en unas dos horas y ahí necesitaré de su ayuda para empezar a pasarle las pociones- Catalina miró a la pareja y vio a Luna bajar la mirada con los ojos llenos de lágrimas- Señora Weasley, no puedo imaginar lo que esta pasando por su cabeza en este momento, si yo estuviera en su lugar de seguro ya estaría loca, pero le prometo que las vacunas y las pociones funcionan, las hemos probado con buenos resultados en Italia y España, tanto en adultos como en niños.-

-Lo sé- admitió Luna sollozando – es solo que es tan pequeña.-

-Y tiene eso a su favor- repuso apoyando una mano en el hombro de la rubia muchacha- los niños son mas fuertes de lo que creemos y saldrá de aquí despierta y con ganas de jugar- Luna levantó la mirada agradecida.-

-Catalina, yo... - la voz del pelirrojo menor llamo la atención de la medimaga- Ya te han agradecido por estar aquí, pero...

-Este es mi trabajo, señor Weasley- interrumpió ella, no quería que se sintieran culpables al verla, no necesitaba su lástima- Me pagan por estar aquí.-

-Lo sé- admitió Ron bajando la mirada incapaz de sostener la de Catalina- lamento mucho lo que pasó con mi hermano...

-Yo lo lamenté más – respondió ella girándose para salir de la habitación, con paso presuroso entro en la siguiente.-

-Buenas tardes, señores Malfoy- saludó la rubia entrando a la habitación- Vengo a vacunar al pequeño Scorpius- Catalina repitió todo el proceso de la habitación anterior y se colocó guantes nuevos antes de preparar la jeringa.- ¿hay algo que quieran preguntar?

-Realmente nos gustaría saber cuando despertará- admitió Hermione suspirando.-

-Ese es el último paso en la erradicación del virus, pasarán unos días antes de eso- admitió la medimaga mientras desinfectaba el bracito del bebé y aplicaba la vacuna- las primeras mejorías las veremos con las pústulas externas, luego las internas y por último despertará y te advierto que este pequeño galán estará con mucho hambre, espero estés preparada, porque durante unos días hasta que se vuelva a adaptar a los alimentos solo tomará leche.- Hermione asintió y se acercó a la cuna- en unos momentos más volveré para administrarle las demás pociones y para eso voy a necesitar de su ayuda.-

El polvo de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora