Había pasado una semana desde la mudanza de Catalina y los niños, la adopción mágica de Damira se había llevado a cabo, con el mismísimo Kingsley de testigo, tal como había anunciado la rubia medimaga, los rasgos de la niña se afinaron para parecerse a los de su nueva madre, así como su cabello, que había dejado de ser solo rojo, para llenarse de mechas rubias, los ojos se volvieron todavía más azules, similares a los de Charlie, pero en todo lo demás se parecía a Catalina. El pelirrojo suspiró antes de tocar el timbre ante una mansión imponente en una de las calles más prestigiosas del Londres mágico, un elfo abrió y él pidió hablar con los señores Ángel, la criatura lo dejó esperando unos minutos hasta que el mismo matrimonio de padres biológicos de su esposa, fueron a recibirlos.-
-Buenos días- saludó el pelirrojo parándose cuan alto era, lo que era bastante, en realidad- Soy Charles Weasley, el esposo de Catalina- ambos estrecharon sus manos y lo invitaron a pasar.-
-¿Por qué Catalina no te acompaña?- preguntó el señor después de sentarse, Charlie lo miró de manera escrutadora.-
-Vengo del ministerio de magia- informó él sin mudar el gesto- me informaron que ustedes recibieron una lechuza con toda la información del caso en el que estuvimos involucrados mi esposa y yo- los señores asintieron- entonces saben que todo lo que se dijo en el juicio no fueron más que mentiras, que yo colaboré en esparcir, lamento admitir.- ellos volvieron a asentir el pelirrojo pudo ver como la mujer empezaba a ponerse nerviosa- mi esposa jamás me fue infiel y en su exilio me dio dos hijos que son más que adorables, criados con el amor de madre que no aprendió aquí.-
-No le permito...- empezó la mujer Charlie la miró y ella guardó silencio de inmediato.-
-Si me permite o no, me da igual, por que exactamente hace siete días, mi esposa recibió en nuestra casa una lechuza que llevaba esta carta- Charlie se las extendió, el hombre la tomó primero y leyó antes de girarse a mirar a su mujer quien lo miraba con algo parecido al miedo en los ojos- lo que me llevó a ir al ministerio y pedir esto- les extendió otro sobre en el que se encontraba una orden de alejamiento de ellos hacia Catalina y sus hijos.-
-No puede prohibirnos acercarnos a ellos- se quejó el hombre al notar que la orden era absolutamente legal.-
-Soy su esposo y por supuesto que puedo- replicó Charlie sin perder la compostura- sobre todo al ver en el estado en el que tan amorosa misiva dejó a Catalina – Charlie esperó unos segundos para ver si alguno de los dos decía algo- Yo le hice mucho daño al no confiar en ella, pero ustedes debieron apoyarla, mis padres me apoyaron incluso sabiendo que estaba equivocado, por que eso es lo que hacen los padres o lo que deberían hacer. Pero en cambio ustedes solo apoyaron la humillación que yo estaba efectuando sobre ella y no conforme con eso la golpearon y la dejaron en la bancarrota, ignorándola durante tres años, nunca se preocuparon por lo que ella pudiera estar pasando, si sufrió alguna necesidad, si ella o los niños pasaron hambre, si eso fuera poco, también dudan de la naturaleza de mis hijos, de mi paternidad, tratando de seguir humillándola.-
-Nosotros no...- intentó hablar el señor sin levantar la mirada.-
-Lo de los niños está muy claro en la carta, en la que también especifica que ellos no están invitados a venir a esta casa- Charlie se puso de pié, no le apetecía estar más tiempo en esa casa- mis hijos no solo no tienen su autorización para poner sus pequeños pies en esta casa, tampoco tienen mi permiso, ellos no necesitan absolutamente nada de ustedes y Catalina tampoco.- Charlie se encaminó hacia la puerta.-
-Señor Weasley- la voz del padre de su mujer lo obligó a detenerse, despacio, se giró a verlo- ¿Cómo está Catalina?
-Ella recibió una mención honorífica por parte del ministerio por sus trabajos durante la pandemia del Virus del polvo de hadas, ella fue prácticamente el motor del grupo de medimagos italianos que nos salvó de ese azote, por su trabajo impecable, el ministro en persona pidió que la trasladaran a San Mungo, aquí formó un equipo con el que esta empezando a trabajar para elaborar las vacunas para este país- Charlie informó realmente orgulloso de su mujer- Catalina es una mujer maravillosa, increíblemente talentosa y de un corazón muy grande.-
-¿Podremos volver a verla algún día?
-Esa orden tiene fecha y ella podrá darle marcha atrás cuando lo decida, por ahora mi esposa necesita paz- sentenció el pelirrojo suspirando- más adelante, ella decidirá- sin más Charlie abrió la puerta de calle y salió, buscando un lugar apartado para desaparecerse.-
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El polvo de hadas
FanfictionUn extraño virus azota al mundo. Un grupo de virologos lucha por detener el contagio. Los niños de una guardería son afectados y para sanarlos la llaman a ella, a la mujer que habia jurado jamás volver a Londres. Si no es suficiente con eso, la hija...