¿Que estoy haciendo?

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-Mami- gritó Daniel al verla llegar- te fite- Catalina sonrió ante el reclamo de su hijo.-

-Lo se, amor- respondió ella arrodillándose en el piso para ver mejor a su pequeño, él no llevaba la ropa con la que había llegado- tenia cosas que hablar con Charlie.-

-Chali- preguntó el niño- ¿No he papi?- ella frunció el ceño y meditó la mejor manera de ahondar en el tema con un niño de dos años

-¿Te gustaría?- preguntó ella y Daniel asintió efusivamente- Bien, entonces, había cosas que debía hablar con tu papi- el pequeño pelirrojo miró a Charlie y luego a ella, aceptando la respuesta de su madre.-

-Papi- el grito de Lucía se escuchó en toda la sala, Charlie se giro para verla bajar corriendo las escaleras, antes de llegar al final se lanzó a los brazos paternales con los brazos abiertos, él la atrapó en el aire, Catalina la observó y notó que tampoco vestía la ropa con la que había venido.-

-No deberías hacer eso- le reclamó Charlie abrazándola- podrías golpearte.-

-Nuca- respondió la niña con seguridad- tu me atapas- el pelirrojo sonrió abrazando a la pequeña niña.-

-Tuvimos que bañarlos- comentó Molly bajando las escaleras – se metieron tras los gnomos en los setos y salieron perdidos de barro- la mujer miró a su nuera esperando algún reclamo, ella en cambio solo rió.-

-¿No dieron guerra?- preguntó preocupada, la hora del baño solía ser una auténtica odisea.-

-Llamaron a Bruna y ella los bañó- admitió la mujer sonriendo, Catalina la miró y le devolvió la sonrisa.-

-Se entienden muy bien con su nana, gracias a Merlín- respondió la rubia mirando a la niña en brazos de Charlie- Nosotros tenemos que irnos, nos esperan a cenar en Malfoy Manor- dijo ella tomando la mano de Daniel, quien aceptó renuente.-

-Volverás atraerlos, ¿Verdad?- preguntó la mujer y la rubia sonrió.-

-Mañana mismo si quieren- ofreció ella, provocando una sonrisa de felicidad en la mujer mayor- es probable que por la mañana se queden con los Malfoy, pero por la tarde si quieren...

-Si, si queremos – canturreó la mujer antes de agacharse para ponerse a la altura de Daniel- ¿Vendrás a tomar la merienda conmigo?- preguntó a la pequeña miniatura de su hijo Charlie- puedo preparar pastel de chocolate- el niño sonrió y para sorpresa de todos se lanzó al cuello de su abuela, envolviéndola en un abrazo.-

-Te veo manana, mami de papi- prometió el niño haciendo que los ojos de su abuela se volvieran vidriosos. Charlie tomo la mano de Catalina entrelazando los dedos de ambos, ella lo miró antes de tomar la mano de su pequeño hijo.-

-Por favor despídame de Damira y de todos los demás- pidió la rubia antes de seguir a Charlie hasta la red flu, Catalina y Daniel y los siguieron Charlie y Lucía.-

-Hija- saludó Narcisa al verla salir de entre las llamas verdes, Daniel soltó la mano de su madre y corrió a los brazos de la mujer mayor- ya los estaba extrañando- comentó mientras llenaba de besos al pequeño pelirrojo.-

-Yo guge con nomos- contó el niño con brillo en los ojos- quise atapal pero no pule- Narcisa lo miraba con cariño, ese niño le había mostrado que todavía tenía amor en su alma.-

-¿Gnomos?- respondió la rubia saludado con la cabeza a Charlie quin había salido de la chimenea- aquí no tenemos de eso, pero sabes que?- Lucía se acercó a su hermano y ambos la miraron interrogantes- El abuelo Lucius y el tío Draco armaron sus juegos de patio – los niños abrieron los ojos desmesuradamente- y los están esperando para jugar- los mellizos gritaron de felicidad y corrieron hacia los jardines- Buenas noches, hija- la rubia abrazó a Catalina antes de volverse para mirar a Charlie- Buenas noches, Charlie. Es bueno volver a verte.-

El polvo de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora