-Buenos días- dijo con tono profesional al entrar a la habitación de la bebé, Charlie y su padre se encontraban en ella.- al parecer esta bella durmiente se niega a despertar todavía.-
-Es la única que todavía no lo ha hecho- comentó Charlie acercándose a la cuna en la que dormía su pequeña bebé.-
-También fue la última en llegar al hospital- recordó Catalina con tono calmo- el virus es fuerte pero lo estamos atacando, cuando ella lo erradique del todo despertará- la medimaga lanzó un hechizo de diagnóstico y sonrió- no hay rastros de infecciones ni de nada más que pudiera preocuparnos y las pústulas han desaparecido- la rubia controló la piel de la bebé y sonrió- solo queda cicatrices que también desaparecerán – Catalina tomó a la bebé en brazos y Charlie la observó hacerlo, el que ella estuviera ahí le daba tranquilidad- ¿ya te besaron hoy?- le preguntó a la niña- Tu padre y tu abuelo son magos y quizás no conocen la historia de la bella durmiente- la bebé arrugó la boquita en sueños- "El príncipe encantador atravesó el bosque de espinas y subió a la torre en el que las bondadosas hadas la habían acostado, se arrodilló a sus pies para admirar su belleza y siguiendo un impulso, besó sus labios rojos como el carmín- Catalina acercó la bebé hasta Charlie y él depositó un suave beso en la mejilla de la niña- Felipe se sentía derrotado, apoyó la frente en las manos y dejó escapar una lágrima, por esto no pudo ver, como los ojos azul cielo de Aurora se abrían como si despertara de un plácido sueño en la mañana- Catalina se quedó estática, Charlie vio el cambio en ella y frunció el ceño- Charlie- dijo la rubia y él se sorprendió, era la primera vez desde el juicio que lo llamaba por su nombre- despertó- anunció y él miró a la bebé, quien a su vez miraba embelezada a la rubia medimaga, él miró a Catalina y ella le retuvo la mirada con los ojos cargados de lágrimas de emoción.
-Mam- balbuceó la bebé llevando las manitos a la cara de la medimaga- mamamamamama- el corazón de Catalina se estrujó, conteniendo un sollozo devolvió la bebé a su padre.-
-Iré a buscar la mamadera- anunció bajando la mirada intentando ocultar las lágrimas – debe estar muerta de hambre- sin más dejó la habitación, ambos adultos la siguieron con la mirada.-
-Al parecer no mataste todos los sentimientos de Catalina después de todo- dijo el señor Weasley tomando en brazos a su nieta para llenarla de besos- esta pequeña Weasley tocó su corazón.-
-Ella hizo lo que su padre ya no puede- admitió Charlie con una sonrisa triste- la herí demasiado y no creo que vaya a perdonarme.-
-No hay peor lucha que la que no se hace- sentenció Arthur hablando con la niña, ella le sonrió encantada-
-¿Crees que tengo oportunidades?
-Creo que ella te amo lo suficiente como para casarse contigo y vivir en un refugio en el que la prioridad eran los dragones, no los humanos a eso deberías sumarle que ella no quería divorciarse.-
-Yo la orillé a eso- admitió Charlie apoyando a su bebé en la cuna para cambiarle el pañal sin magia- la humille y la expuse frente a todos porque creí en una mentira.-
-Eso es cierto- la voz del señor se escuchó dura- no te enseñamos eso Charles Weasley, yo jamás creería en nada que nadie me viniera a decir de tu madre, ella es intocable y así fue siempre, pero no puedes deshacer lo que hiciste, ahora tienes que reparar el daño.-
-Cuando el último paciente esté dado de alta, ella volverá a Italia.-
-A un traslador de distancia- recordó el señor mirándolo con ojos cargados de sabiduría, Charlie iba a replicar pero la puerta volvió a abrirse y Catalina entró con una mamadera de leche.-
-Debe tener hambre- dijo probando la temperatura de la leche en su muñeca- por el día de hoy solo será esto, si lo retiene bien mañana veremos – le entregó la mamadera a Charlie y él intentó acostar a la bebé para dársela, ella se negó y pasó los brazos a Catalina.-
-¿Qué pasa princesa Damira?- preguntó al ver como un pucherito empezaba a formarse en la boquita de la niña, la bebé miraba a Catalina con lágrimas en los ojos.-
-¿Crees que eso funciona conmigo? – Catalina intentó poner un gesto duro y cruzó los brazos sobre el pecho, Damira volvió a agitar los brazos en dirección a ella- Como se enteren los otros cinco que si funcionan los pucheros, voy a saber que fuiste tú- advirtió la rubia sonriendo antes de tomar a la bebita en brazos, con cuidado la meció hasta que se tranquilizó, después de esto tomó la mamadera de manos de Charlie, Damira tomo su leche con hambre, tanto padre como abuelo miraban la interacción con curiosidad, la bebé se había acomodado en los brazos de la medimaga y clavado su mirada azul en los verde olivo de ella, la rubia a su vez la miraba con genuino cariño.-Muy bien pequeñita, alimentarte- dijo Catalina mirando a la bebé como si se tratara de Lucía – de esa manera me ayudas a curarte- la bebé sonrió con la tetina de la mamadera en la boca antes de seguir succionando, la bebé termino la leche y la rubia la acomodó para que quedara derecha- ¿Serás buena niña? Debo ir a ver a los otros bebes, mas tarde vuelvo a verte.- la medimaga levantó la mirada y chocó de frente con la mirada azul de Charlie, él sonrió y ella le retuvo la mirada- Voy a pedir a la enfermera que venga a bañarla ¿Tienen ropa para ella?- él asintió, Catalina suavizó el gesto- después de un buen baño podrá hacer una rutina normal, dentro de lo que se puede. Por favor no se asusten si vuelve a tener sueño, por que ahora será un sueño normal, de algunas horas- la mujer volvió a mirar a la bebé – ante la señal de hambre, no duden en pedir una nueva mamadera, tampoco se preocupen si notan que ella no dura mucho saciada con leche, ya estaba acostumbrada a los sólidos y la leche no va a saciarla durante mucho tiempo- Catalina besó la cabecita de la niña antes de pasársela a su papá, al hacerlo sus brazos se rozaron, provocando una descarga eléctrica en ambos adultos, quienes levantaron la mirada y volvieron a conectarse.- Volveré mas tarde- dijo y salió de la habitación.-
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El polvo de hadas
FanficUn extraño virus azota al mundo. Un grupo de virologos lucha por detener el contagio. Los niños de una guardería son afectados y para sanarlos la llaman a ella, a la mujer que habia jurado jamás volver a Londres. Si no es suficiente con eso, la hija...