Resumen
Secretos ,deseo,un sentimiento peligroso y muchas mentiras darán inicio ala guerra más sanguinaria que haya podido ver el pequeño pueblo de Clayton.
Tres bestias dispuestas a todo contar de ganar el corazón de un monstruo que los reducirá a...
"El primer paso para empezar a sanar es aceptar que estamos heridos"– Darkness.
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Un gritó lo hizo abrir los ojos de golpe y sentarse en la cama con un movimiento brusco que despertó a Colette quien dormía a su lado.
–¿Que sucede?-preguntó está mirando el reloj sobre la mesa de noche a su lado el cual marcaba las 5:16 am.
Otro grito terminó por contestar la duda de su esposa –Isabella -habló Colette en un susurro mientras su rostro somnoliento era remplazado por uno lleno de preocupación, la vio salir de la cama con un movimiento ágil antes de cubrir su cuerpo desnudo a excepción de unas bragas de encaje (que lo desenfocaron por un segundo) con una camiseta suya que cubría hasta sus muslos.
Desde que sus pies descalzos tocaron el frío piso de mármol un escalofrío los recorrió.
Sin dudar siguió a su esposa quien corría bajando las escaleras de dos en dos, una vez en el tercer piso los quejidos y el llanto de Isabella se escuchaban con más fuerza.
Tomó un jarrón de una repisa en el pasillo y se situó delante de su esposa, el sonido de aquel llanto desesperado hizo que su corazón se estrujara en su pecho.
Se detuvo frente a la puerta y la abrió–Marco ten cuidado-susurró Colette a sus espaldas.
Entró con cuidado en la habitación oscura asegurándose de que estuviera vacía antes de correr junto a Colette quien ya estaba al lado de Isabella.
Dejó el jarrón sobre una mesa de noche y se apresuró a subir a la cama junto a su pequeña –Está teniendo una pesadilla–soltó su esposa tratando de despertar a Isabella quien estaba cubierta de sudor y no paraba de quejarse mientras lloraba abiertamente.
–Isabella - empezó a moverla mientras la llamaba con insistencia pero no tuvo éxito.
–Isabella -gritó haciendo que esta abriera los ojos de golpe y se sentara en la cama tomándolo por sorpresa.
El día menos pensado va a matarnos un infarto-se quejó esa voz en su cabeza.
Ignoró esa voz y sintió alivio al ver esos bonitos ojos mirarlo aunque este fue reemplazado rápidamente por un malestar al verla llorar.
La atrajo a su pecho mientras esta jadeaba en medio de su llanto –Tranquila ya pasó -le aseguró.
–No respiro -soltó está con pánico.
Se alejó un poco sosteniéndola de los hombros –Mírame -le habló – respira conmigo.
La vio negar mientras empezaba a hiperventilar mientras jadeaba de manera desesperada.
–Marco has algo -habló Colette en medio de su pánico.
–Mírame Isabella -le habló –Tu puedes hacerlo solo trata de calmarte.
