#Teme

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Había pasado unas largas semanas sumido en trabajo, por fin podía ver su escritorio vacío y pulcro una vez más, casi como si nunca hubiera dejado su trabajo a la mitad. Su corazón se encogió con anhelo, abrió su primer cajón, observando con atención la invitación que le había llegado ayer por la mañana con una de sus asistentes, Sakura no dijo su nombre, pero ambos sabían de quien era. Naruto. Hasta en sus sueños lo hostigaba, castigándolo con su expresión herida. Lo extrañaba tanto, que cada día se tomaba un tiempo para leer sus mensajes, lo suficientemente avergonzado como para responderle lo volvía temeroso. No sabía cuando se había vuelto alguien tan pegajoso, pero lo odiaba. —Sakura, ven a mi oficina, por favor. —Se había sorprendido hace mucho siendo cortes, y todo se debía a cierta cabeza revoltosa, lo había reprendido con tanto cariño hace un tiempo, que lo hacía sentir cálido aún. 

Se incomodó cuando entró la joven mujer a su oficina, deseando que sus pensamientos no estuvieran escritos en su rostro. —Él ha estado enviando los medicamentos y la comida, ¿cierto?
—Solo esperaba la confirmación, para proseguir con su tonta idea. —Usted sabe que sí. Él siempre ha sido terco con lo que le importa. —Respondió ella, un dejo de cariño y diversión en su voz, Sasuke odiándola por la familiaridad que tenían ellos dos. Ni siquiera Karin que es prima del rubio hablaba de él con tanto cariño, siempre diciendo que era la oveja negra, un rebelde sin causa y un perdedor, sin embargo, aquello le molestaba aún mas. —Ahora que hemos terminado con todo el trabajo, seré honesta con usted, Sasuke-kun. Konohamaru y yo, hemos venido aquí solo como un favor para Naruto-kun. Él nos lo pidió, y puedo entender porqué. Me gusta aquí, sus padres escogieron calidez, y sus empleados no son todos unos creídos, pero sí. Usted realmente se ha ganado el corazón de ese idiota, le puedo asegurar que, Naruto Namikaze, vale totalmente la pena. —La mirada de jade de la mujer lo atosiga a donde fuera. No podía escapar, pese a sus duros intentos de concentración en el poco trabajo que tenía.

Suspiró antes de tocar la puerta de la oficina de su hermano mayor, sopesando las palabras de la joven aún, se dijo que un Uchiha debía tomar valor y él estaba ahí, casi rogando no ser recibido. Un escalofrío lo recorrió entero, se arrepintió de entrar al ver la comprometedora escena. Solo un poco, por todo el trauma que consiste el encontrar a tu hermano teniendo sexo, pero por lo demás, eran buenas noticias. Ahora tenía en sus manos a su hermano, y él era libre para salir con su Dobe.

Sasuke Uchiha nunca había pedido un perdón en su vida, así que estaba comenzando a practicar por primera vez.

❝El taquero❞ ❁NaruSasu✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora