La herida no cicatriza, por la sal en ella.
Se quejó en voz alta, tantas muecas danzando en su expresivo rostro, todas observadas por la rubia mayor, quien lo miraba molesta después de haberle saludado con un zape en su cabeza hueca. —Me puedes decir, mocoso, ¿por qué no le has dado tu nueva dirección a tu noviecito? Siempre viene, cada santo día, a interrumpirme mi novela. —Exclamó con molestia la abuela Tsunade, la sonrisa tonta que el rubio estaba poniendo solo conseguía sacarla de quicio. Él sabía que estaba en problemas, no era tan idiota. La anciana mujer solo salía de la vecindad por cosas importantes, así que, este asunto era catalogado emergencia. Desde la muerte del viejo Jiraiya, ella solo iba de su casa al trabajo y respectivamente. Tenerla en la oficina, un lugar al que sus abuelos pocas veces iban, pues le pertenecía a su papá, era algo extremo sin duda. Que el tema fuera el Uchiha, solo lo hacía sentirse peor, hasta le ocasionaba taquicardia.
—Sé que no están juntos, aunque el niño no habla demasiado, lo veo por su cara y su loca manía por saber si estás en la vecindad o no. —Hizo un sonido extraño con su boca, y su mirada delataba que estaba pensando duramente. —Deberías hablar con él. No he venido aquí porque él me lo pidió, si lo piensas, y dudo que no lo hagas, te criaron mejor que eso, mocoso. El niño quiere hablar contigo, y me preocupa. Estaba mal las últimas veces que lo vi, pero me es más alarmante no verlo. Temo el no saber nada de él en esta última semana. —Murmuró con pesadez la mujer, dedicándole una mirada que transmitía total honestidad sobre su preocupación. —Es complicado, vieja. No puedo hablar con él. Ha pasado el momento de hacerlo. Tenemos mucho sin hablar. Será mejor para él no volverme a ver. —Respondió con pesadumbre. Aquel era un tema sensible para el rubio menor, eso ella estaba notándolo, y solo lograba desesperarla aun mas. —¿Ah?, ¿qué tonterías dices?, más idiota no podrías estar, de verdad. —Exclamó con molestia, propinándole un nuevo golpe con zarandeo incluido. Si el chico no quería entender por las buenas, lo haría entender por las malas.
—Ese chico estuvo yendo cada que podía a mi sucio cuchitril porque es lo único que tiene de ti ahora. La taquería que tanto te importaba esta cerrada, no conoce tu nueva dirección, no se atreve a llamarte por miedo al rechazo, y tus amigos no son una opción para él. Solo le quedo yo. —Bajó su voz gradualmente después de exaltarse, preocupada por su reacción. —Si de verdad lo amas tanto, como muchas veces me lo dijiste antes, habla con el pobre y arregla las malditas cosas. Se un hombre, Uzumaki Naruto. —Sentenció la mujer con dureza, el más joven solo suspiró con resignación, odiándose solo un poco más por saber que tenía tanta razón su abuela y él estaba siendo un cobarde. —La ultima vez lo hice llorar, lo lastimé tanto que no tengo la fuerza para verlo ahora, me avergüenzo de lo que le dije. Estaba dolido y tomado, no pensé lo que dije hasta que era tarde. El plan había sido solo hacerlo resentir mi ausencia, nunca lastimarlo tan cruelmente como lo hice. —El tic que sacudió a la rubia mayor le sacó un grito de terror al menor, quien asustado buscó con que cubrirse del chingadazo que le llovería. —No, sí para pendejo no necesitabas estudiar, mocoso idiota. Aún cuando hubieses seguido tu plan estúpido e infantil, él sufriría, grábalo en tu cabeza. Resentiría tu ausencia y la culpa se lo comería vivo, y eso es lo mismo qué haces ahora, solo le agregaste mas peso. —Le explicó como si de un niño se tratase, recordando a su propio esposo, lo veía reflejado en su nieto aún. —Búscalo y aclara las cosas con él, estamos en víspera de Navidad y Sasuke-kun no merece pasarla triste y en soledad. Y tu tampoco, Naruto. —Murmuró lo último, retirándose con un portazo del lugar, aún seguía molesta con él y sus pensamientos ingenuos. Pero su misión había terminado. Recordaba lo ultimo que le dijo Sasuke —Tal vez ya es hora de que todo termine, abuela Tsunade —murmuró con una sonrisa triste. Si eso era así, sabía lo mucho que ambos se arrepentirían de su tonta decisión en el futuro. Creía que tomaría la oportunidad que le estaba brindando, su nieto no era tan cabezón, era un hombre ya, muy inteligente y decisivo. Bueno, a veces. La mayoría del tiempo estaba un poco puñetón. Ah, que estresante.
❄❄❄
—¿Por qué soy tan cabeza hueca, ero-sennin? —La pregunta quedó suspendida en el aire, dirigida a aquel portarretrato que colgaba adornando la pared de su oficina, pronto viéndose opacada por el tintineo que hizo al presionar los botones del teléfono en la oficina. Aún podía obsequiarle algo a su cuervo, esperaba que no quisiese sacarle los ojos, necesitaba seguir apreciando su rostro durante mucho tiempo más.
ᴜʟᴛɪᴍᴏꜱ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏꜱ.
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❝El taquero❞ ❁NaruSasu✿
HumorEstos son pequeños cortos sobre la historia de amor que se dio en una "taquería". Naruto es dueño del puesto de tacos en frente del edificio de Sasuke. El wey es bien rancherote y pelado... sólo con su morenito. Son de clases totalmente diferentes...