#Gastritis

195 32 3
                                    

La oficina se llenó con el característico aroma del café, como cada mañana. No quiso darle mas vueltas al intenso aroma, se recordó que un Uchiha no es débil y resistió el mareo junto a la arcada que le dió con una postura tensa. Él de verdad se sentía terrible. Los murmullos de cada mañana se silenciaron abruptamente cuando él salió del elevador, cosa que era normal, porque un jefe no los dejaba chismear a gusto, mucho menos un Uchiha, esos tipos siempre ponían la mirada, intentando despedirlos. Intento caminar lento y seguro, pero tropezó, llamando la atención de los empleados, el aroma hizo que su molestia se fuera brevemente, pero sintió con crudeza como todos clavaban sus ojos en él. —Buenos días a todos. —Saludó en un intento de sacarlos de su nube de ensueño al verlo con sorpresa, solo delataba que se veía como se sentía y eso era algo horrible. El sudor frío recorrió su frente, bajando hacia su cuello y en su nuca. ¡Que terrible situación era! No tardaría en correrse este rumor por toda la oficina, solo temía que se enterase su hermano. 

Se sentó en su gran oficina, usando una carpeta vacía para echarse aire y poder nivelar su temperatura, fallando miserablemente al aumentar su estrés por ver toda la papelería acumulada en su escritorio. No quería creer que había cometido un error al despedir a su asistente, pero ese hombre había impedido que sufriera una crisis nerviosa, al hacer su trabajo eficientemente. Básicamente, estaba admitiendo que tal vez cometió un pequeñito error. Casi, pero no. El tipo había sido un idiota, lanzando comentarios mordaces en su dirección, juzgándolo por su relación-err, amistad, con el rubio revoltoso que últimamente lo visitaba con frecuencia, preocupado por si comía lo suficiente y a sus horas. Se dijo que el hombre no tenía porque estar interesado en su compañía, y con quien pasaba el rato, cansado de las criticas y estresado porque su hermano mayor le ponía mas y mas trabajo, dejándolo sin tiempo para nada, terminó corriendo a su única ayuda. 

Un golpe en la puerta lo sacó de su miseria, intentando recomponerse, escuchó unos murmullos detrás de la puerta y los dejó pasar. Se arrepintió al ver al Dobe, causante de sus males, una colera como ninguna otra lo invadió y la desató contra el dueño de aquellos ojos azules que tanto le gustan. —¿Qué haces aquí, Usuratonkachi? —Su voz sonó mordaz y fría, sacándole un escalofrío al menor, confundido por el trato y el insulto, pero consiguió ignorarlo, alegre por las noticias que le traía a su morrito. —Quiero presentarte a unas personas. He visto que en menos de dos días se te acumuló el doble de trabajo, y estoy seguro que ellos podrían ayudarte mucho. —Sasuke quería mandarlo al diablo aunque su corazón latiera desbocado por ese hombre terco y se mostrara reticente a lastimarlo, pero su tripa no le dejaba ni hablar con sus punzadas de dolor. —Ellos son estudiantes, no aspiran al pago que recibirían si estuvieran titulados, pero son muy buenos y tienen un curriculum o como se diga. 

Su ignorancia, su ropa vieja y sucia por la grasa, su porte, tenerlo en su oficina y que le hablara con tanta familiaridad era denigrante para alguien del calibre de Sasuke Uchiha.  Recordó con pesar las palabras de su asistente, creyéndolas verdad al tener a Naruto allí en su oficina, destacando por no pertenecer ahí. —Vete, dobe. No quiero nada de ti, y mucho menos quiero verte aquí. Ve y haz lo único que sabes hacer, estar en una sucia cocina pobre como toda tu taquería. No vuelvas a aparecerte por aquí. —Un reflejo de dolor observó en los bonitos ojos del rubio, antes de que este saliera por la puerta.

Sasuke piensa que hizo lo correcto, porque ellos nunca encajarían juntos, pero, ¿por qué se sentía tan incorrecto?


─❀;  Empieza el drama, pq ya era hora, siono?

❝El taquero❞ ❁NaruSasu✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora