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Lo siento, lo siento tanto , lo siento, lo siento, lo siento...

Lamento todo...

Ahora lo lamento.

desde un principo, lamento haberme enamorado de ti, y lamento que por un momento te hayas fijado en mí.

Lamento el libro que te regalé 

Lamento haberte molestado si así fue...

Lamento el día que te conocí... casi como el ultimo dia que te vi...

Att. Bruno

Sentí mis ojos arder, mi llanto ahogado sostenía la hoja con fuerza, intente acallar mi llanto, inútilmente, la mesera se me acercó muy preocupada mientras yo no dejaba de sollozar:

MESERA: - ¿Señorita se encuentra bien? ¿Necesita que llame a alguien?

Dijo acercándome las muletas, yo me contuve lo más que pude, y le negué rotundamente:

ALEXIS: - No... no, estoy bien

Dije mientras intentaba respirar entre sollozos, de nuevo sentí el nudo en mi garganta, mi pecho temblando y el frío en la espalda de las últimas palabras de Bruno, y no pude evitar llorar muy fuerte, de pronto yo me sentía en un estado extraño y ajeno.

Sentí el abrazo de la chica en mi espalda, sobando delicadamente, mientras yo solo intentaba detener mi llanto.  

No se cuánto pasó para que mi día soleado se llenara de nubes y dolor. 

MESERA: -¿Necesita que llame a alguien para que te lleven a casa?

Dijo la chica, con una voz calida, mientras me extendía otro pañuelo, sentia mis labios hinchados, y mis ojos ni hablar... Rojos, inyectados en sangre.  ¿Habia algo que tenia guardado? ¿Será que lo llevé arrastrando durante los meses que salí con Adam?

Repentinamente brotaron a mi mente todas las llamadas que rechacé de Bruno, todos los mensajes que no revise, saqué el celular de mi bolso, entre a la bandeja de archivados, su ultimo mensaje era...

-Hola, ¿Quieres ir por un café y platicar un rato?

Y antes de ese... muchos más de: Hola ¿Estas ocupada? ¿Tengo unos boletos para una obra de Teatro? ¿Podemos hablar? Me gustaria verte hoy, Espero tengas un bonito día... Te miré en el hospital, te veias tan bella... ¿Hoy saldré temprano quieres ir a cenar?

Cada mensaje me dolia más... Y tal vez habia 100... Quiza 200 mensajes, que no habia leido, por que estaba muy ocupada con Adam o en la Universidad o encontraba cualquier pretexto para no salir con él, o quizá simplemente me aburría. 

Y sentí aun mas ganas de llorar, sentí culpa. Y no dejaba de llorar y temblar, solté el celular y este se estrelló en el suelo, mientras con ambas manos cubria mi rostro.




  


La Excepción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora