La Excepción.

10.

Mire como el auto de Carson se alejaba, entre a mi casa seguida de Adam, me senté en la silla de ruedas y me gire a verlo con los brazos cruzados y seria sin decir nada:

ADAM: - ¿Enserio?

Cuestionó cruzando sus brazos imitando mi acción:

ALEXIS: - ¿Qué?

Pregunté molesta, y girando mi vista a otro lado:

ADAM: - Te estoy buscando desde las 8 de la mañana, creí que te había pasado algo y después me doy cuenta que estás de noviezita con Carson...

Dijo en un tono bastante molesto:

ALEXIS: - ¡Lo siento! Creí que estarías ocupado con Marcela...

Dije de manera sarcástica a punto del grito:

ADAM: - ¿Te molesta que salga con Marcela?

Pregunto entrecerrados los ojos:

ALEXIS: - ¿Qué? Por qué abría de molestarme, es más, ni me importa.

Dije dándole la vuelta a la silla de ruedas y avanzando a la cocina:

ADAM: - ¡Bien, por qué es así, estoy saliendo con ella!

Dijo molesto desde donde estaba:

ALEXIS: - ¡BIEN! ¿Entonces que carajos te importa que Bruno me haya invitado un café?

Replique gritando:

ADAM: - ¡POR MÍ ESTA MAS QUE BIEN! Tienes razón, no me interesa que salgas con él o con cualquier otro viejo.

Grito en el umbral de  la puerta y segundos después escuche cómo salió de la casa, cerré la puerta y me desplace hasta mi habitación, sentía mucho coraje, cómo es posible que se moleste por qué haya ido a tomar algo con Bruno si él está saliendo con Marcela:

ALEXIS: - Idiota...

Refunfuñe entre dientes entrando a mi habitación, topandome con la pintura que estaba haciendo la noche anterior:

ALEXIS: - Hablando de idiotas...

Dije mirando lo que quedaba de la imagen que había hecho, apenas se veían su ojos y parte de su barbilla.

Cerré los ojos y una imagen de Louis llegó a mi mente y casi de forma inmediata me sentí molesta conmigo misma, cómo podía estar pensando en ese tipo.

...

Pase la tarde en la sala viendo películas de terror y comiendo cereal, revise mi teléfono y tenía notificaciones de las últimas publicaciones de Marcela y Adam, me sentí molesta y una parte de mí estaba bastante celosa, pero en el fondo sabía que solo  era el miedo de perderlo, abrí la ventanilla de los mensajes de Adam y me dispuse a escribirle algo, antes de enviarlo, me llegó un mensaje de Marcela:

MARCELA: - Hola amiga, ¿Cómo estás? 🙈

Rodé los ojos después de leer el mensaje y dejé el teléfono debajo de un cojín. Me concentre en la película de zombies que estaba viendo y como la pareja protagonista luchaba implacable contra las cosas que pasaban:

ALEXIS: - En algún momento se aburrirá de ti amigo... Sacará tus entrañas y se regalará a su nuevo novio zombie.

Dije apática a la pantalla, señalando al sujeto con mi cuchara, después de unos segundos sonó mi teléfono:

ALEXIS: - ¿Bueno?

Conteste sin ver el contacto registrado, pero no importo por qué al instante reconocí la voz:

ADAM: - Perdón...

Fue lo primero que escuche su voz ronca:

ADAM: - Me comporte como un idiota, sé que lo que estás pasando no es nada fácil. Sé que he estado ocupado, pero quiero que sepas algo...

Dijo para después quedar en silencio unos segundos:

ADAM: - ¿Sigues ahí?

Preguntó:

ALEXIS: - Si...

Conteste con la voz ronca:

ADAM: - Quiero que sepas que a pesar de todo, siempre serás mi mejor amiga, que eres la persona en la que más confío... y siempre te voy a querer...

Dijo casi como un susurro, yo estaba pegada a la bocina, como si al aferrarme a mi teléfono me estuviera aferrando a él:

ADAM: - Pero no puedo empezar algo serio con Marcela, si la chica que más quiero es mi mejor amiga y no mi novia.

Dijo e inconscientemente en mi rostro se extendió una enorme sonrisa, pero sabía que mi mejor amigo merecía una oportunidad en el amor:

ALEXIS: - Supongo que lo mejor es que nos separemos un poco, por un tiempo.

Dije en voz baja, y la bocina se quedó en total silenció por unos minutos, me gustaba ese silencio, para ser sincera lo amaba, sentía que estaba ahí, en ocasiones escuchaba hasta su respiración o ronquidos cuando llegábamos a quedarnos dormidos entre llamadas:

ALEXIS: - Acabarás con tu crédito...

Dije ante el letargo que imperó la bocina, a lo que el rió:

ADAM: - Te tengo en contactos gratuitos, por qué sé que casi no te gusta hablar...

Dijo con sarcasmo y me hizo recordar las noches enteras que pasábamos hablando por teléfono de tantas tonterías.

ADAM: - Sé que funcionará.

Dijo refiriéndose a su noviazgo con Marcela, yo solté un suspiro y conteste al fin:

ALEXIS: - Bien, debo irme entonces...

Dije de forma rápida para que no haya drama en la despedida:

ADAM: - Bien... adiós.

Dijo y colgué la llamada.

ALEXIS: - Adiós...

...