Me despertaron unas manos en mi pierna:
DOCTOR: - No se asuste señorita, soy yo, vengo a ver el estado de su pierna...
Dijo el alto hombre, con una leve sonrisa, pude escuchar una ligera carcajada de parte de la enfermera que le acompañaba, pase mis ojos al Doctor, quién con sumo cuidado levanto la sábana que cubría la mitad inferior de mi cuerpo y pude divisar unos metales atravesando mi pierna, sentí ganas de vomitar, el doctor al notarlo le indico a la enfermera que me acercara un pequeño balde, lo tome y en lugar de vomitar empecé a llorar desconsoladamente al ver el grave estado de mi pierna:
ALEXIS: - Demonios...
Mustie con mis manos cubriendo mi rostro, dejando de lado la pequeña cubeta:
DOCTOR: Lisa trae un poco de agua para la señorita Riggs...
Ordenó el Doctor, a lo cual la enfermera de inmediato se dirigió a la salida:
DOCTOR: - No se preocupe señorita, no es algo que no tenga arreglo...
Dijo con calidez esta vez sus ojos reflejaban un brillo particular... yo un tanto nerviosa dirigí mis vista al techo desgastado y sentí mi rostro humedeserse con mis lágrimas, llore en silencio.
...
Pasaron un par de días y ya no necesitaba el collarín, las visitas de mi madre y las fugaces visitas de Adam me ponían al día con lo que pasaba en el exterior. Y a veces por las tardes pasaba el Doctor Carson, me hacía plática, contaba chistes o me recomendaba libros, para ser sincera me parecía bastante agradable.
...
Una noche de viernes era mi último día de estancia en el hospital, pues por la mañana me darían de alta.
Pasaban de las 10:00 PM., Estaba dormida y un poco sedada para que el dolor disminuya considerablemente, cuando sentí una presencia abrí los ojos de golpe, era el Doctor Carson quien estaba parado a lado de la camilla:
DOCTOR: - Lo siento, no quise despertarte, vengo a ver que todo esté en orden...
Dijo apenado por despertarme de mi sueño placentero:
ALEXIS: - No se preocupe Doctor Carson, estoy bien...
Dije tratando despavilarme frotando mi rostro con ambas manos:
DOCTOR: - Llámame Bruno...
Dijo reacomodando mi bolsa de suero, sin siquiera dirigir su vista a mí:
ALEXIS: - Está bien... Bruno.
Dije con una media sonrisa:
DOCTOR: - Mañana te vas ¿no?
Pregunto esta vez mirándome fijamente a los ojos, yo no pude evitar sonreír ampliamente y asentí con la cabeza:
ALEXIS: - Sí, no puedo esperar para volver a la escuela...
Hablé con un poco más de confianza, el sonrió ligeramente:
DOCTOR: - Me alegra saber que aún existen alumnas dedicadas como tú... Incluso durante la cirugía de tu pierna hablabas sobre qué llegarías tarde a literatura.
Dijo con una pequeña sonrisa, lo cual me hizo ruborizar:
ALEXIS: - No puedo evitarlo... En este momento es lo más importante para mí...
Dije sonriendo, él se acercó a su maletín y saco un objeto, se aproximó a mí y me lo entregó, tenía una envoltura marrón opaca, con un pequeño moño color rojo, era sencillo pero muy lindo:
DOCTOR: - Toma, es para tí...
Yo me sorprendí y sonreí recibiendo el paquete, lo abrí cuidadosamente y note que era un libro:
ALEXIS: - ¡No lo puedo creer!
Dije sorprendida y muy feliz al ver que se trataba de una de las nuevas publicaciones de mi autora favorita:
ALEXIS: - ¿Cómo lo conseguiste? Aún no está en las tiendas...
Le pregunté sin poder borrar la sonrisa de mi rostro, esté se cruzó de brazos con una sonrisa de lado y una mirada misteriosa:
DOCTOR: - Mastretta es una vieja amiga...
Yo me quedé sorprendida y mi corazón estaba apunto de explotar de la felicidad:
ALEXIS: - No tengo palabras para agradecerte esto, enserio es genial... Muchísimas gracias... Aunque creo que no deberia aceptarlo...
Dije feliz, pero a la vez apenada por el inesperado obsequio:
DOCTOR: - No es nada, además, yo quise hacerlo... Se me presento la oportunidad y no la podía desperdiciar.
Dijo y después después de una corta charla, se fue y por fin me quede profundamente dormida.
...

ESTÁS LEYENDO
La Excepción.
Novela JuvenilAlexis es una chica con problemas de ansiedad debido a sus obligaciones y responsabilidades, esta algo obsesionada con el control y la perfección, sin embargo un suceso inesperado volcará su mundo en un parpadeo.