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Desperté con los ruidos matutinos del hospital; pasos en el corredor, sirenas, enfermeras charlando, etc.

Estire mis brazos a mis contados y bostece, inunde mis fosas nasales con el exquisito aroma del café de las enfermeras y sonreí al recordar que en unas horas saldría del hospital, dirigí mi vista al libro que estaba en la mesita de noche y lo tomé, empecé a leerlo cuando después de unos minutos entro una enfermera con el desayuno:

ALEXIS: - No creo que sea necesario, seguro mi mamá ya no tarda en venir por mí.

Dije con una sonrisa, y está asintió, retirándose con la charola del desayuno.

Pocos segundos después continué con el libro, sin darme cuenta pasaron las horas, mi estómago se sentía vacío, mire el viejo reloj en la pared y pude ver que eran las 12 del día y mi madre aún no venia por mí.

Bufé molesta, y entre mí pensé "típico de ella" un toque en la puerta me saco de mis pensamientos:

DOCTOR: - Pensé que ya estarías en casa...

Dijo el doctor Carson con una sonrisa en el rostro:

ALEXIS: - Yo también...

Dije con los brazos cruzados, pero de alguna forma me sentía triste y decepcionada:

DOCTOR: - Animo, ¿Ya comiste?

Pregunto el hombre, con una media sonrisa, yo negué apenada, ya que rechace el desayuno de la enfermera:

ALEXIS: - Rechace el desayuno a la enfermera, creí que mi madre vendría temprano por mi...

Dije con una mueca de disgusto:

DOCTOR: - Déjame informarte que cómo estás dada de alta, esa era la última comida que te traerían...

Dijo el hombre retirando mi catéter:

ALEXIS: - Rayos...

Murmuré y considere la opción de irme en taxi a mi casa:

DOCTOR: - Yo ya voy de salida y aquí a lado del hospital hay un pequeño restaurante, si quieres podría invitarte algo.

Dijo de manera seria:

ALEXIS: - No, cómo crees, ya has hecho bastante por mí... No puedo aceptarlo.

Dije muy sorprendida por su amabilidad, este negó con una amplia sonrisa:

DOCTOR: - No es ninguna molestia, además disfruto demasiado tu compañía...

Sonreí sonrojada, cuando de repente un ruido en la puerta me toma por sorpresa, entra Adam:

ADAM: - Doctor Carson, no sabía que aún la atendían, ¿pasa algo?

Pregunto mi amigo algo agitado, al parecer venía corriendo:

DOCTOR: -No te preocupes Adam, todo está en orden...

Dijo sonriendo y dirigiendo su vista a mí:

ADAM: - ¡Perfecto!

Exclamó, para después salir de la habitación para casi inmediatamente entrar con una silla de ruedas:

ADAM: - Por que vengo por ella...

Dijo sonriendo, Bruno aclaro su garganta y dirigió su vista a mí:

DOCTOR: - Pensé que tú madre vendría por ti...

Dijo algo desconcertado:

ADAM: - Así debía ser, pero su madre tuvo un contratiempo y me pidió que la recogiera...

Yo sonreí ampliamente y en pocos minutos ya estaba en la silla de ruedas:

ALEXIS: - Muchas gracias por todo Bruno, supongo que nos veremos pronto.

Dije con una cálida sonrisa la cual el correspondió de la misma manera:

DOCTOR: - Hasta pronto...

Salimos del hospital y subimos al auto de Adam, condujo en silencio por unos cuantos segundos cuando de repente habló:

ADAM: - ¿Bruno? ¿Enserió lo llamas por su nombre?

Pregunto de manera pícara, a lo cual yo solté una carcajada sonora:

ALEXIS: - ¡Por favor Adam, él me dijo que le podía llamar así!

Dije sin parar de reír:

ADAM: - Vaya vaya...

Dijo de forma extraña:

ADAM: - ¿Y ese libro? Pensé que habías dicho que todavía no salía esa edición...

Dijo algo desinteresado:

ALEXIS: - Así es... Aún no sale, Bruno es amigo de Mastretta y lo consiguió para mí...

Dije feliz aferrando el libro a mi pecho, a lo que mi mejor amigo hizo un ruido raro y empezó a burlarse de mí:

ADAM: - ¡IIIIIIIUUUUUUUU! ¡VAYA, VAYA!

Dijo riéndose, para después detenerse frente a mi casa:

ALEXIS: - Ya basta, solo fue un lindo detallé, por si no lo sabes, aún existen los caballeros...

Dije quitándome el cinturón de seguridad, el se bajó del auto, bajo la silla de ruedas y abrió mi puerta:

ADAM: - Y por si tú no lo sabes aún existen los pedófilos...

Yo reí a carcajadas a lo que él decía, me ayudó a subir a la silla y me traslado hasta el porche donde estaba mi madre:

ALEXIS: - Hola mamá, gracias por olvidarme en el hospital...

Dije de forma sarcástica:

ADAM: - Sana y salva señora Patricia, cómo se lo prometí...

Dijo mi mejor amigo a mi madre:

PATRICIA: - Lo lamento hija, hoy tuve demasiado trabajo...

Dijo para ponerse detrás de la silla de ruedas para impulsarla hacia adentro de la casa.



...


La Excepción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora