Peligrosa Atracción[✓]

Síntomas

Supongo que ser completamente libre, tanto de cadenas reales e imaginarias era lo que necesitaba para poder ver una buena vida junto al hombre que amo. Con el pasar de los días todo fue encajando en su lugar. Terminé los estudios y ahora ando en la búsqueda de una carrera que complemente mi vida, según dice Andy, pero si supiera que es el quien la completa no me daría tanta palabrería para que enfoque mi futuro en una carrera que me haga feliz. Los tratamientos con el psicólogo y el consejero han funcionado muy bien, me han hecho liberar de todo ese pasado que tan marcada me tenía, eso sí, con un gran trabajo cada uno. Ariadna y mi sobrina volvieron a vivir a con la Sra. Adele, quien adoptó a mi cuñada como si fuera su hija. Esa familia, que, aunque pequeña, es muy unida y de gran corazón. Andy y yo vivimos juntos desde hace unos tres meses, y todo ha marchado de maravilla.

Despertar a su lado es lo más maravilloso y extraordinario que pueda vivir cada mañana. Verlo dormir no tiene precio alguno, su paz y tranquilidad es muy acogedora. Ese calor que brota su cuerpo, la calidez de sus brazos y la pasión de sus besos, me han hecho más adicta de lo que ya soy de él. Si mi alma no presiente la suya a mi lado, me convierto en un mar de miedos y ansiedad. Se ha calado tan profundo en mí, que ya es una parte vital para mi vida. Lento, suave, de a poco, y tan brutamente me atacó justo en el corazón, agarrando todo tejido muerto y volviéndolo a unir con sus manos.

En medio de la habitación donde dormía Lidia, me quedé viendo cada dibujo que le hice y sonrío recordando el tiempo que invertí y que no me molestó en cada uno de ellos. Agarré la esponja, y empecé a lavar la pintura. La habitación es pequeña, pero igual es agotador hacer este tipo de trabajo sola, aunque mi novio me dijo que esperara a que llegara del trabajo para ayudarme, pero no puedo quedarme quieta, además de que él llega cansado. Andy me llevó ayer de compras y compré muchas latas de pintura, he decidido reformar cada espacio de la casa; no sé por qué se me dio por empezar con esta habitación.

Según acabé, pasé un trapo por las paredes para secarla. Abrí el cuaderno y empecé a mirar cada uno de los dibujos que tengo en ellos. Me acuerdo a la perfección cuando mi hermano y yo solíamos dibujar con latas a medio terminar y Spray que robábamos en algunas tiendas. A pesar de todo, mi niñez no fue tan mala a como lo creía antes, todo se complicó cuando mamá murió y quedamos sin su protección. En una ocasión, le hicimos un enorme mural de corazones grandes y pequeños alrededor de su rostro muy bien recreado. Sus ojos mieles brillaron de lagrimas en cuanto lo vio, y dijo que, si tuviera una cámara, tiraría una foto para rememorar su imagen cada día hasta que muriera. Lastimosamente esos lujos no hacían parte de nosotros. El mural desapareció con el pasar de los años y se lamentaba porque la pintura no fuera eterna. Ella era feliz, siempre nos mostró felicidad, aunque por dentro la droga y la prostitución la desgarrara por completo.

Sequé mis lágrimas tras el recuerdo de mi madre; no puedo odiar a quien me dio la vida y hizo hasta lo que más pudo por hacernos feliz a mi hermano y a mí. Me levanté del suelo con cuaderno en mano, observé el dibujo y luego la pared. Pintar, dibujar y crear es arte. El arte que me enseñó mi hermano antes de que cayéramos en las calles.

Dejé el sentimiento a un lado y tomé el lápiz negro trazando medio circulo a mitad de pared; ese sería un planeta partido. Luego en medio del planeta, empecé de desglosar ramas largas y cortas hacia arriba y los lados. En la parte de abajo, en las ramas más gruesas que parten del tronco del árbol, dibujé varias aves, dándole un toque más de naturaleza. En el centro de la pared y del árbol, por arriba del planeta; hice una constelación de estrellas formando un escorpión de ellas. Estaba tan inmersa detallando los dibujos, que no me había dado cuenta que la noche había caído, y fue solo la voz de Andy quien me sacó de mi burbuja. Hace muchos años no hacia un mural tan grande, y me da mucha emoción hacerlo, no sé por qué. Supongo que esta habitación será donde pueda crear libremente. Me da paz y me siento a gusto estando en ella.