Amor completo

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ANDREW

Siento romperme cada que Mandy presenta esas crisis nerviosas y de ansiedad. Luce tan indefensa, tan frágil. Su piel cambia, sus ojos se sumen en una oscuridad que dura más de lo que debería. Sus labios pierden ese rosa hermoso y su cuerpo suda frio. Llegué tan rápido como pude al hospital, e inmediatamente la atendieron. Ariadna reflejaba en su rostro la preocupación al ver a la puerta por donde hace unos minutos la dejé por petición de una enfermera. La opresión en el pecho se agudiza cada vez más fuerte con el pasar de los minutos y no salen a darnos información de su estado.

Hace meses dejó de presentar esos ataques, e incluso entre el psicólogo y el consejero, después de evaluarla le retiraron las pastillas tanto de dormir como las de la ansiedad. Todo para ir perfecto, por fin veía luz y felicidad en sus ojos. Estaba demasiado animada e ilusionada haciendo el mural en la habitación más pequeña de la casa. Estaba sumamente feliz con redecorar a su gusto nuestra casa, nuestro hogar, nuestro pequeña pero cómoda casa. Verla sufrir me duele más que mil espinas clavadas en la piel. Desearía hacer algo por terminar con esas pesadillas para siempre, pero en algo debo de estar fallando y ya no sé que mas hacer.

—Se pondrá bien — susurro Ariadna —. No entiendo que pasa con ella...

—No lo sé, esperemos que el doctor salga y nos diga que es lo que sucede — asintió —. Seguro es por la falta de medicamento.

—Ojalá sea eso — se quedó viéndome con seriedad —. No quiero pensar mal de Mandy.

—¿A que te refieres? — enarqué una ceja —. Ella está limpia.

—Lo sé, lo sé — se encogió de hombros —. Dejar una adicción no es tan fácil, y menos cuando lleva años consumiendo.

—Voy hacer de cuenta que no escuché eso de tu parte — me levanté —. Ella es otra persona ahora. Iré a preguntar cómo está. Permiso.

Me enoja el hecho que no crean en los esfuerzos y todo lo que ha tenido que pasar por dejar ese veneno de lado. Día y noche me doy cuenta de su gran cambio y de la actitud más tranquila que ha llevado desde que dejó de depender de las pastillas. Sonríe, llora y ríe naturalmente con las pequeñas cosas que le tocan el alma. Además de lucir más hermosa, tiene un brillo y aura diferente. Tiene un toque de frescura que me hace enamorar mucho más de ella.

Una hora después, el doctor que la atendió salió por las puertas dobles de metal blanco. Me acerqué inmediatamente cuando lo vi.

—¿Cómo esta ella, doctor? — pregunté preocupado.

—Ella está bien, no se preocupe. Todos los exámenes salieron perfectos. Lo que realmente quiero saber es si ella en su trabajo tiene que hacer cargas o esfuerzos pesados. Ha presentado un leve sangrado, pero no tiene de que preocuparse, el bebé está bien. Ahora bien, tiene que tener un reposo de quince días, si en ese mismo tiempo, vuelve a presentar sangrado, no dude en traerla de nuevo — sonrió —. También le mandé unas vitaminas para la anemia que presenta. Le sugiero que lleve a control mensual con el medico que trata el embarazo de su esposa, y le cuente lo ocurrido.

—Embarazo — repetí con el corazón deteniéndose de golpe —. ¿Un bebé?.

—Sí, su esposa tiene quince semanas de gestación. ¿No lo sabían? — negué incapaz de hablar —. De razón estalló en llanto en cuanto le di las indicaciones — sonrió nervioso.

—¿Ya lo sabe? — todo mi cuerpo empezó a temblar, ella no quería hijos tan pronto.

¿Ahora que va a pasar? ¿Ella lo querrá? ¿Lo amará? ¿O si simplemente no lo dese tener? Mi mente no deja de trabajar haciéndose miles de preguntas incoherentes.

—Ya lo sabe — confirmó haciéndome entrega de una orden —. Puede cancelar en la ventanilla y se pueden ir a casa. Cuídela mucho y verifique que sí guarde el reposo y se mantenga tranquila como se lo he indicado. También es de suma importancia que tomen los controles penetrales mes a mes para saber del sano crecimiento y desarrollo del bebé. Asegúrese que no siga haciendo trabajo pesado, porque si bien no presentó un aborto ahora, puede que más adelante pueda tener un sangrado más fuerte y tener un aborto espontaneo — sonrió —. Buen día, y felicitaciones, papá.

Papá.

Voy a tener un hijo.

El corazón se me disparó dentro del pecho a mil por segundo, y una sonrisa se plasmó en mi rostro, al tiempo que las lágrimas dejaron mis ojos. Tengo que hablar primero con ella y saber que es lo que piensa. Ahora debe estar asustada y hasta confundida, todos pensábamos que era una de sus crisis. Pero es un bebé, un trocito de nosotros, un pedacito de cielo. Las manos me tiemblan con el hecho de imaginar mi bebé entre mis brazos. ¿Cómo será? ¿Qué color de ojos tendrá? ¿Saldrá con el cabello rizado como el mío o lacio como el Mandy? ¿A quién se parecerá, si a ella o a mí? Lidia es muy parecido a ella, supongo que su hermano debió ser parecido a mi vida. Miles de preguntas y suposiciones sin respuestas se cruzan por mi cabeza, una detrás de otra sin darme tregua de nada. Estoy como viviendo un sueño, y me da miedo a despertar y ver que no sea cierto. ¿Estoy siendo egoísta? No, por supuesto que no. Estoy amando al fruto de nuestro amor, sin saber que siente Mandy por la llegada nuestro hijo.

Respiré hondo para tranquilizar a mi loco y emocionado corazón. Mandy salió por las puertas con ayuda de una enfermera, y en cuando cruzamos mirada, no pude evitar sonreír. Una linda mueca decoró su rostro en cuanto llegué a ella, más sus lágrimas no dejaron de caer de esos lindos ojos.

Nos quedamos en silencio.

Solo mirándonos.

Diciéndonos todo y nada con la mirada.

Tomé su mano suavemente y la atraje hacia mí. La abracé tan fuerte y tan suave, que el corazón me quemaba de felicidad cada segundo en el que nos fundimos en un abrazo. Su llanto se hizo incontrolable en mi pecho. Su cuerpo temblaba bajo el mío. Tomé su mentón y la miré a los ojos. En ellos no había furia, ni rabia, ni arrepentimiento. Sus emociones estaban a flor de piel, puedo sentir el miedo que brota su mirada. No sabía que decirle, quería gritarle lo feliz que estoy, lo mucho que la amo, y lo mucho que le agradezco permitirme conocer un sentimiento tan maravilloso. Su carita y su llanto, me hizo sentir muy culpable... ella no lo quería y yo no nos cuidé.

—¿Y si soy la peor de las madres, Andy? ¿Y si no me quiere? ¿Y si no sé como hacerlo? Yo no quiero que me odie — volvió a estallar en un llanto temeroso e incontrolable —. No soy una mujer ejemplar, ni soy el orgullo para nadie. Soy una maldita drogadicta rehabilitada y una...

La silencié de un beso rudo hasta que exigió aire para respirar con tal de no escuchar las siguientes palabras que pretendían salir de su boca. La tomé de la mano y la llevé hacia la salida del hospital en completo silencio. Debe estar tranquila, no puede alterarse de esa manera.

—Tienes que estar tranquila, ¿bueno, princesa? — la ayudé a subir al auto y me arrodillé a su altura con la puerta abierta —. ¿De donde sacas que te va a odiar y no a querer? Mandy, mi vida, yo me siento muy orgulloso de ti, Ariadna y mi madre también lo están. Tu callaste con hechos a quienes te juzgaron. Tu hijo, nuestro hijo te va a amar incluso más de lo que yo te amo a ti. Nadie en este mundo es perfecto, cada persona comete errores y como todos han sabido aceptarlos y reivindicarlos, unos más tarde que otros, pero se han liberado de ese error. Eres una mujer diferente, feliz, maravillosa, única, con gran determinación y llena de vida; llorando por las pequeñas cosas que ahora tocan tu corazón — descansé mi mano en su vientre, y un escalofrió recorrió todo mi cuerpo —. Tienes por quien seguir luchando para ser mejor persona, si yo ya no te soy lo suficiente. Mi amor, ya no quiero verte sufrir más por lo que alguna vez te marcó. Es tiempo de olvidar y seguir nuestro camino juntos, ahora de una pequeña mano que llega para complementarnos. Es hora de ser feliz y amarnos con nuestro bebé, con nuestro amor completo.

Se abalanzó a mis brazos aun llorando, y sonreí feliz acariciando suavemente su cabello. Entiendo que esté llena de miedos, pensando que no lo hará bien por las cicatrices de su pasado, pero estoy seguro, que será la madre más maravillosa, tierna y perfecta para nuestro hijo.

—Nuestro hijo será un rulitos igual de hermoso y fantástico que el papá — mi corazón se aceleró al oírla —. Mi otro ángel... 

Peligrosa Atracción[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora