México murió repentinamente en 1945 después de la Segunda Guerra Mundial.
Todos los países del mundo le hicieron un honorable velorio en su memoria.
CDMX se hace cargo del país.
En una noche dentro de la pirámide de Chichen Itza aparece una persona...
—¡¡¡AAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!! ¡AUXILIO! ¡¡ALEJENLOS DE MI!! ¡QUE NO SE ACERQUEN A Mi POR FAVOR!— grito desde su lugar tirándose al piso sosteniendo su cabeza con sus manos pensando que así podría suprimir esa predicción.
—¡¡GRECIA CÁLMATE!!— le hablo Estonia a Grecia más este no lo escuchaba por sus propias súplicas.
—¡¡¡ESTA EN TODAS PARTES!!! ¡VIENE POR MÍ! ¡¡¡¡PIEDAD!!!!— el griego se cubría y lanzaba golpes al aire para alejar lo que lo atormentaba desde la mañana sin éxito alguno.
Sin otra opción Estonia va al piso y abraza fuerte a Grecia para que se calmara, cosa que si funcionó, nada más que en el proceso se ganó unos moretones y unos pocos rasguños.
Estonia le decía una y otra vez que todo estaba bien y que nadie le haría daño. Esto al griego recuperaba más su cordura y se dejaba ser uno con su amor platónico en el abrazo. En cuanto a los demás fue un caso un tanto diferente.
Bielorrusia se fue a un puesto de bebidas para sus hermanos, Ucrania se acercó a un grupo de policías para aclararles de que todo estaba bien y que no había peligro, Kazajistán estaba haciendo un hackeo con su computadora a las redes sociales para que no se filtrara imágenes de lo sucedido y Rusia estaba tratando de calmar a los turistas que vieron la escena diciendo que un amigo tenía una fobia a las abejas y mientras caminaban se topo con una y entro en pánico.
Una que otra persona se acercaban al griego preguntándole si se encontraba bien y que si no necesitaba algo, más el contrario agradecía cortésmente a las personas y les decía que ya se encontraba un poco mejor y que disfrutará del evento.
—¿Ahora estás bien?
—Si. Muchas gracias y disculpa por las molestias.
—Y vaya que debes más disculpa— dijo una voz externa del grupo
