1.0

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Breve descripción: Tanjirō es afectado por una técnica de sangre que produce que se enamore perdidamente de la primera persona que vea.



Zenitsu caminaba de un lado a otro por el pasillo mientras Inosuke estaba afirmado en una de las paredes observando con aburrimiento la puerta en donde se encontraba hospitalizado su compañero.

—¡Ahhh! —gritó el rubio comenzando a llorar de nueva cuenta —¡¿Por qué no despierta!?

—Yo que sé. —respondió con indifirencia el cabeza de jabalí, pero por dentro estaba igual de preocupado que el ojimiel.

—¡Si algo le pasa a Tanjirō, ya no podrá protegerme y por ende yo no podre proteger a Nezuko-Chan! ¡LOS DEMONIOS NOS ATACARAN Y TODOS MORIREMOS! —gritó histérico el de respiración del rayo recibiendo un golpe en la cabeza de parte de Hashibira.

—¡YO, INOSUKE, EL GRAN REY DE LA MONTAÑA, VOY A PROTEGER A MIS SECUACES! ¡ASÍ QUE YA DEJA DE LLORAR MONITSU INUTIL! —gruñó el azabache intentando calmar a su compañero, pero claro que su manera brusca no daba muy buenos resultados con el rubio.

Zenitsu estaba a punto de gritarle al cabeza de jabalí por golpearlo, pero justo en ese momento la puerta se abrio dejando ver a Shinobu y a Aoi.

—Shinobu-san, ¿Tanjirō ya desperto? —preguntó el rubio a penas las dos chicas salieron del cuarto.

—No, aún no despierta. —informó la de puntas moradas —Pero no se preocupen —se adelanto a responder al notar las caras de preocupación de ambos chicos —, sus signos vitales estan bien, así que recobrara la conciencia dentro de poco.

—Pueden pasar a verlo, Shinobu-san y yo tenemos más trabajo que hacer. —anunció la pelinegra de dos coletas y los chicos no tardaron en adentrarse en la habitación.



El burdeo dormia en la camilla tranquilamente, no tenia heridas y según la pilar todo estaba en orden, entonces... ¿por qué no despertaba?

Los dos chicos estuvieron un rato ahí, solo haciéndole compañía al de aretes hunafuda, hasta que Inosuke se retiró para seguir entrenando. Zenitsu se quedo un poco más, pues no tenia ganas de hacer ejercicio, así que se quedo junto al burdeo observandolo dormir.

El sonido de Tanjirō era muy lindo y a Zenitsu le gustaba escucharlo, pero este era tan tranquilo que sin querer el ojimiel se quedo dormido en la silla junto a la cama del burdeo.

—Zenitsu~ despierta. —llamó una voz conocida y el rubio abrio lentamente los ojos topandose con unos escarlata que lo miraban de una forma extraña. Estaba apunto de preguntar que ocurría cuando noto que el burdeo se encontraba muy cerca de su persona.

—¿¡Tanjirō que hac... —no logro terminar de formular su pregunta ya que el burdeo se le tiró encima intentando besarlo.

La silla se habia ido hacia atras y ambos habian quedado en el suelo de la habitación.

—¡EYY! ¡¿QUÉ HACES?! ¡ALEJATE! —gritó mientras esquivaba los labios del menor (de edad) y se protegía con sus brazos.

—¡Zen dejame besarte! —pidió el burdeo sin vergüenza alguna logrando que el rubio se sonrojara cual tomate maduro.

—¡ESTAS LOCO! ¡QUITATE QUE ME APLASTAS! ¡MALDITO FRENTUDO! ¡QUITATE! —ordenó apartando con sus manos la cara del de aretes para que no lo besara.

Tanjirō tomo las manos del rubio y las aparto para luego acercar su rostro al del mayor (de edad), pero el ojimiel volteaba la cara para evitar los labios del burdeo.

One-shot's. [Tanzen]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora