One-shot's. [Tanzen]

8.5

Zenitsu se habia quedado petrificado ante la pregunta tan repentina de su mejor amigo, ¡y es que esta no era cualquier pregunta!

—¿¡A-AH!? —gritó safandose del agarre del menor (de edad) y alejándose con las mejillas rojas.

Esta era la primera vez que alguien le hacia una propuesta matrimonial y no sabia que responder ya que por lo general él era quien insistía con estas cosas. Sentia a su corazón latir fuertemente dentro de su caja toracíca junto con un calor agradable pero extraño extendiendose por el resto de su cuerpo.

Queria que Tanjirō le dijiera que todo fue una mala broma pero la mirada seria del de aretes hunafuda le decia otra cosa.

Trago grueso en cuanto el burdeo se acercó y volvió a tomar sus manos con delicadeza, y es que Tanjirō no pensaba retroceder, todo en el gritaba que iba enserio.

—¡Por favor Zenitsu se mi esposo! —repitió el de la cicatriz esperando pacientemente por la respuesta del hermoso chico que tenia enfrente.

—Acepto.

Zenitsu estaba a punto de llorar, las palabras habian escapado de su boca sin su permiso pero es que todo cobro sentido de un momento a otro, estaba enamorado de Tanjirō desde hacia mucho y él apenas lo notaba.

—¡E-en verdad aceptaste! —gritó el burdeo con emoción sin poder creerselo, se sentia muy feliz.

—¡Idiota! ¡Claro que acepte! —Zenitsu sonrió dejando que sus lagrimas calleran, sentia todo su cuerpo temblar de alegria —Te amo Tanjirō.

El burdeo solo lo envolvió con sus brazos y besó su frente cariñosamente —También te amo Zenitsu.

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Zenitsu observaba a su hijo de cuatro años jugar en el patio de su casa junto a Nezuko, se los veia divertirse y eso lo alegraba.

Luego de matar a Muzan, lograr volver a Nezuko humana y deshacerse del resto de los demonios él y sus amigos decidieron mudarse juntos, claro que tuvieron que batallar mucho para llegar a este punto de la historia.

Casi muere durante la cesárea que Shinobu le practico, pero por suerte logro sobrevivir a eso y a la batalla final contra el rey de los demonios. Sin dudas la pelinegra lo habia ayudado mucho y siempre intenta recordarla con una sonrisa pero no siempre puede hacerlo, es duro recordar cuantos amigos se fueron quedando atrás, cuantos se sacrificaron para que los demás pudieran vivir.

Siempre estaria agradecido con todos y cada uno de ellos, porque gracias a su esfuerzo es que ahora estaba aqui viendo a su pequeño hijo jugar junto a su cuñada.

Haru era muy parecido a Tanjirō, la sonrisa marca Kamado estaba impresa en su carita casi siempre y él aún se preguntaba como hacían esos dos para sonreir así, ¿no se les entumesia la cara?

—¿Siguen afuera? —preguntó una voz detras de su espalda, el rubio ni siquiera se molesto en voltearse pues ya sabia quien era.

—Sí, Nezuko aún lo esta entreteniendo. —avisó sintiendo como su esposo lo abrazaba por detras.

—¿E Inosuke?

—Salió con Aoi, seguro regresan en un rato. —dijo sintiendo la respiración del de aretes en su cuello —¡Tanjirō acabamos de hacerlo! —regañó sintiendo ahora la lengua caliente del ojirubi recorrer su cuello y subir hasta su oído.

—¿Y?

—Te has vuelto un pervertido. —dijo intentando retener un gemido, pues sus oídos eran un punto demaciado erógeno.

—Vamos, se que también quieres una segunda ronda. —susurró con voz ronca.

Zenitsu sentió el miembro duro de su esposo entremedio de sus nalgas y sin más dejo que el de la cicatriz lo cargara -estilo princesa- de regreso a la habitación que ambos compartian.

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¡Y hemos terminado con esta sección!

Espero disfrutaran de su lectura :3