13. Confesión

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Volvía a ser por la mañana, y los pocos dorados rayos de sol que adornaban la pared abrieron los ojos de Jotaro. Miró hacia ambos lados algo desorientado hasta que se dió cuenta de que se había vuelto a dormir en la habitación de Kakyoin, en el asiento que había al lado de la cama, probáblemente vigilándole mientras dormía, cosa que ya era habitual para los dos.

Levantó la cabeza para mirar el reloj y comprobar que faltaban tres cuartos de hora para que empezaran las clases. Suspiró con cansancio y trató de levantarse, pero algo se lo impidió. Por algún motivo se sentía inmovilizado, y podía notar cierta presión que le enredaba cuerpo.

Se asustó un poco pero al sacar a Star Platinum pudo apreciar un brillo verde escurrirse y apretar a su alrededor. Siguió su rastro con la mirada y se dió cuenta de que su origen era el usuario dormido de Hyeroplant Green, cuyos tentáculos le estaban comenzando a deslizarse entre todo su cuerpo y asfixiar de forma envolvente.

---Kakyoin... No puedo respirar... ¿Que estás haciendo?

---Mhhm... Jo... jo. No... Déjame dormir...

---En serio, quita esto de encima mío, me haces daño, no deberías de tocar ahí.

---Ahm... ¿Que dices...?

---¡Kakyoin! ¡Para ya!

---¡Waaaaaa! ¡Lo siento lo siento lo siento!

El adormilado adolescente retiró su stand inmediatamente, dando un salto de sorpresa, totalmente rojo y avergonzado.

---No, no pasa nada, solo me asustastaron estos... tentáculos.

---Te juro que fue sin querer, Hyeronplant se movió solo y yo estaba durmiendo, n-no era mi intención, perdóname...

---Ya ya, tranquilo, ¿Pero se puede saber con que demonios soñabas?

---...Nada, ya no me acuerdo.

El estudiante alzó una ceja con desconfianza, la reacción del otro era demasiado adorable, y su forma de tartamudear y pedir disculpas nerviosamente hizo que se riera, relajando el ambiente.

---Vale vale, no pasa nada.

A Kakyoin no se le quitaba la mueca de disgusto tras haber manoseado a su amigo inconscientemente, se sentía horriblemente avergonzado.

---Mhn... ¿Podemos... olvidar esto para siempre?

Jotaro rió ante aquella inesperada propuesta, y asintió con calma, a pesar que no se arrepentía de nada.

---Claro, ahora desayunemos antes de que se haga tarde.

---Si...

- 🍒 -

Pasaron los minutos y ambos llegaron a tiempo para la abertura del instituto. Les rodeaba una cantidad molesta de estudiantes apurados empujándose, pero gracias a sus exageradas alturas podían distinguir el camino por encima de sus cabezas. Jotaro trataba de pasar desapercibido a toda costa y alejarse de la gente, mientras que su amigo tendía a perderse entre la multitud, hasta que sonó el timbre y se separaron.

---Hasta luego, suerte con la clases.

---Como sea, igualmente.

Segundo tras segundo la voz del profesor se escuchaba mas densa y aburrida, y Kakyoin sentía que se acabaría derritiendo en la monotonía de aquel pupitre. Pero, él era un estudiante estrella, así que no se podía permitir holgazanear en clase.
¿Cual sería la causa que le distraía del exterior?

Un Latido ; JotakakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora