Un nuevo día iluminó el cielo.
---Joder...
Y un pelinegro malhumorado salió de la cama.
El uniforme escolar estaba colgado en la puerta, no tardó mas de dos minutos en ponérselo y acabar de peinarse, solo para acultar ese trabajo tras una gorra bien ajustada.
Abrió la ventana para dejar que aquel ambiente tan cargado se fuese con el viento, aunque no acabó de funcionar. Miró a la otra cama con mala cara, echó de menos la silueta del chico ahí tirado, luego se acercó al escritorio para agarrar sus cosas para clase.
El cuaderno marrón de plástica llamó su atención, tomó la hoja que sobresalía. Se encontró con su propia cara en blanco y negro, firmada por Noriaki Kakyoin a lápiz, era bello. Suspiró, preguntándose como estará.
Tras salir del cuarto recordó que le había dejado su cena a la puerta, y fue hasta allí suponiendo que no la haya tocado por falta de fuerzas o apetito, o con la intención de mantener su orgullo después de haberse enfadado, tal vez.
Sus ojos se iluminaron un poco al ver el plato de fideos vacío. Kakyoin había comido bien, al menos eso le aliviaba bastante. Lo recogió con cuidado, sin atreverse a picar a la puerta. Dió por hecho que ese día tendría que ir solo al instituto.
---¿Te dijo algo?
Holly asintió con la cabeza, una vez que entraron al salón.
---Quiere quedarse en casa unos días. Me mandó el mensaje de que no estaba enfadado contigo, pero necesitaba estar a solas un tiempo. Nada mas.
¿Alguna vez me dirás que pasó entre vosotros dos?---Vale. Y ya hablaremos, no importa. Ahora me voy a clase así que...
---Así que... ¿Qué?
---...Así que asegurate de cuidar bien de él... En mi lugar.
Su madre sonrió con calidez, desvaneciendo los aires de intriga que había formado aquella interrogación que se formó en el aire. Estaba segura de que su hijo había elegido bien, y verle preocuparse así por alguien, a pesar de su fría actitud, le ablandaba el corazón.
Las mismas chicas de siempre rodearon a Jotaro en cuando se presentó por los pasillos.
---¡Jojo! ¡Buenos días Jojo!
Sus voces comenzaban a retumbarle en la cabeza, era molesto y agotador, pero no tenía la suficiente energía para gritarles.
---Pareces triste... ¿Pasó algo?
---...No, solo estoy cansado.
Las chicas se miraron entre si preocupadas, tras haberse dado cuenta de lo cabizbajo que caminaba y ni siquiera había fumado de camino a clase.
Al fondo del pasillo, una chica de pelo largo y marrón, ojos verdes y alta estatura, le susurraba algo a otra un poco mas baja de pelo negro, corto y lentes. Se acercaron un poco al grupo una vez que sonó el timbre y Jotaro se quedó solo a la puerta de su clase.
Una vez que el chico las vió, inmediatamente alzó la cabeza, fijándose en la mas baja.
---¡Tu! ¿Que quieres?
Le señaló con desagrado, era la misma que le atrapó en el baño y se burló de él hace unos días, pero esta vez tenía una expresión algo mas neutral.
---No, no... Solo quería disculparme, ya sabes, por lo de antes.
Su amiga de pelo marrón permaneció distante a la conversación, sin hacer ninguna pregunta. En cambio, las mejillas de Jotaro comenzaron a arder en el instante que escuchó su voz, tanto de vergüenza como de ira y rabia. La miró amenazadoramente, ocultando su ceño fruncido bajo la gorra. Comentó cortante.
ESTÁS LEYENDO
Un Latido ; Jotakak
Fanfiction-Las cerezas y los cigarros son una curiosa combinación ¿No crees? AU en el que Kakyoin sobrevive. Tras la batalla final contra Dio, los dos jóvenes regresan a Japón donde conviven, se enfrentan a varios problemas familiares y se enamoran lentamente...