Se masajeó las muñecas, enojado y extrañamente satisfecho. Los dos guardias lo habían soltado con mucho recelo, esperando un ataque suyo en cualquier momento pero incapaces de negarse a la orden del rey. Presenciar aquella mierda era glorioso. Oh, bendito fuera el segundo en que había decidido ir a enfrentarlo. Ni siquiera le importaba tanto la diferencia en capacidades, ya; el poder simple e implacable que desprendía Todoroki Shoto estaba para ser admirado como una cosa de otro mundo. Podría marcarse como máximo objetivo conseguir derrotarlo y tendría por qué luchar para el resto de su vida. Era perfecto.
Pero el bastardo mitad-mitad no parecía tan feliz por el curso de los acontecimientos como él. Lo tomó del hombro y lo empujó en dirección a la salida, donde los reclutas se abrieron para dejarles paso. Shoto no decía nada. Haciendo la suficiente presión con su mano como para hacerle daño, lo obligó a avanzar sin detenerse hasta el pasillo donde aquella primera vez habían luchado y sólo lo soltó cuando llegaron a su celda.
Katsuki miró a su alrededor calmando la respiración. La brusquedad de Todoroki no le era un problema, pero ser forzado a hacer algo, tener que ceder ante el dominio de un ser superior, seguía causando reacciones contradictorias en su cuerpo. Tan pronto lo disfrutaba como sentía que mataría al rey la siguiente vez que se atreviera a empujarlo así. Sabía que no iba a conseguirlo, de todas formas.
Levantó la mirada y se encontró con aquellos ojos bicolores tan jodidamente profundos que leían hasta su alma. Todoroki se había detenido de pie frente a él, la mirada centelleante de rabia y los labios apretados en una fina línea. Parecía como si fuera a estallar en cualquier momento y Bakugou se echó unos centímetros atrás en precaución. No decía nada, pero su aura había vuelto a ser tan peligrosa y amenazante como al principio.
—¿Qué te ha dicho? —susurró al relajar las mandíbulas por fin. Su tono era suave, bajo, demasiado controlado para sonar natural—. ¿Qué te ha dicho que fuera lo suficientemente importante como para echar a perder lo que tanto he tardado en construir? —Movió la cabeza lentamente en una advertencia silenciosa—. Alborotos constantes, una y otra vez, adondequiera que vayas. ¿Qué eres? ¿Un animal? ¿Es esto lo que deseas ser? Porque no pienso arriesgarme nunca más por ti. Me he ganado el respeto y un trato de igual a igual con los carceleros tras muchas peleas. He tenido que convencer a los guardias y a los encargados superiores de la prisión de que soy mejor que estas bestias del recinto, y a los presos de que soy invencible. Pero llegas tú y empieza a rumorearse que podrías tomarme el lugar. Los mismos encargados están poniendo en duda mi poder, y ¿sabes qué pasará cuando haya arreglado tus problemas un par de veces más? Que me verán como si fuera tu perro. Como si la victoria de todo esto hubiera sido tuya. Tuya... cuando no sabes ni siquiera controlar tus impulsos.
Una sonrisa había empezado a dibujarse en los labios de Katsuki. No debía, no era el momento, pero joder.
El bastardo mitad-mitad frunció el ceño mucho más al darse cuenta de su mal disimulada sonrisa.
—¿Te importa un poco tu libertad? —le espetó, elevando el tono por primera vez—. ¿O la mía? ¡¿Podrías dejar de comportarte como un crío en su fase rebelde por un segundo?! ¡¿Eres capaz, siquiera?!
A estas alturas ya le era imposible reprimir la emoción eufórica que estaba sintiendo. Dios, no habría imaginado que iba a gustarle tanto. Se mordió el labio por encima para reducir aunque fuera un poco aquella gloriosa sonrisa y, movido por la adrenalina del momento, se lanzó hacia adelante, apoyó una mano en la nuca del rey y lo besó.
Shoto jadeó contra sus labios. Tenía la piel fría, suave, más delicada de lo que hubiera podido esperar jamás bajo su tacto. Esta era la piel que no había alcanzado a golpear hacía unos días... Tan pronto como se recuperó de la sorpresa, Todoroki cortó el contacto.
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Libertad entre rejas [BNHA: Todoroki × Bakugou]
Fanfiction❝Se equivocó al confiar en Deku, por la jodida mierda que sí. Sabía que la inocencia de sus ojos era pura fachada. Después de todo, había estado con él por dos años. Y aun así se dejó engañar.❞ Katsuki entra a la prisión resuelto a no repetir los er...