—¿Lo entiendes, ahora? ¿Sigues pensando que está mal?
¿Qué clase de pregunta estúpida era aquella? No, claro que no estaba mal. Katsuki frunció el ceño, molesto consigo mismo y su impulsividad. Se había dejado llevar por las emociones en vez de escuchar lo que el bastardo mitad-mitad tenía por decir, y debido a esto había estado a punto de cometer un error realmente jodido.
Fue a sentarse al lado de Shoto, apoyando la espalda en la pared. Estaba llena de irregularidades que se le clavaban en la carne y le daban ganas de derribar el maldito edificio, pero viendo la sonrisa rota de Todoroki no podía simplemente quedarse apartado y no hacer una mierda. Por algún motivo que ni él mismo acababa de comprender, quería acercarse a aquel chico que había matado a su padre para salvar a los demás y tocar su piel y besar sus putos labios.
—Pff. —Resopló, volviendo la cabeza hacia él y sonriendo con prepotencia—. Cuatro años no son nada para librarse de eso.
—Sí. —Una leve sonrisa le iluminó los ojos, que brillaron en la negrura de la celda. Inclinó un poco la cabeza y murmuró—: Lo siento por la condena injusta.
El condenado era atractivo y sabía hablar. Elegía las palabras con cuidado, siempre las justas, y las pronunciaba con una sensualidad que, Katsuki estaba seguro, tenía que ser ilegal.
Estaban tan cerca ahora que incluso podía sentir el aliento de Shoto cosquilleando en sus labios cada vez que exhalaba. Tenía los labios finos, entreabiertos, y respiraba con una suavidad que confundía sus sentidos. Pero por la jodida mierda que no pensaba caer. No iba a caer otra puta vez.
—Como sea —masculló el rubio, desviando la mirada de los labios suaves de Shoto—. Cuando salga de aquí iré a romperle cada puto hueso a Deku.
Por el rabillo del ojo vio cómo el bastardo sonreía, y ese estúpido gesto le hizo desear empotrarlo contra la pared allí mismo y jugar con sus labios hasta que estuvieran rojos e hinchados.
—¿Deku...? ¿Tu ex?
Asintió bruscamente. Seguía siéndole difícil pensar en él después de la traición, porque parte de su cuerpo y, maldita fuera, alma, aún recordaban con añoranza el verde de los ojos del pecoso. Izuku lo había salvado más veces de las que podía recordar. No era tan extraño que al final fuera él mismo quien lo castigaba.
Shoto rio un poco. Otra vez esa maldita risa musical y agradable al oído.
—¿Por qué eres tan violento? —inquirió, apoyando la cabeza en la pared y mirándolo a los ojos desde un poco más arriba.
—¿No te gusta? —Enarcó las cejas. Casi sin darse cuenta, sus labios habían dibujado esa sonrisa de lado que encantaba a Deku, la que retaba, la que les gritaba a todos que era el puto rey del mundo.
El bastardo mitad-mitad le sostuvo la mirada unos segundos: después su expresión se volvió ligeramente tímida y la bajó al suelo.
—No me desagrada —reconoció.
Se quedaron callados. Dabi ya se había rendido en sus intentos de empezar conversación y hacía un rato que el silencio llenaba el lugar.
Bakugou frunció el ceño con la mirada fija en el techo. Sabía que, después de que Shoto se le abriera, él debería por lo menos contarle el origen de su rabia. Si no lo hacía —si demostraba ser tan cobarde como para no poder contarle ni la puta verdad— quedaría en deuda con él, y Katsuki odiaba dejar cosas pendientes.
—Tu familia no era la única que estaba en la mierda —soltó, sin previo aviso. Shoto lo miró con esos ojos bicromos que no sonreían, atento a sus palabras. Tuvo que clavar los dedos al suelo para seguir—: Entre muchas otras cosas, mamá se la pasaba seduciendo a otros hombres y papá se convertía en una bestia cuando bebía.
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Libertad entre rejas [BNHA: Todoroki × Bakugou]
Fiksi Penggemar❝Se equivocó al confiar en Deku, por la jodida mierda que sí. Sabía que la inocencia de sus ojos era pura fachada. Después de todo, había estado con él por dos años. Y aun así se dejó engañar.❞ Katsuki entra a la prisión resuelto a no repetir los er...