-Corre no te detengas...
El zumbido de pisadas resonaba en aquella fría nieve, que cada vez era más densa, los pies de quienes la pisaban se hundían cada vez más y más.
-¿Dónde está la abuela Wen y el abuelo Wen?- pregunto sin dejar de correr, aquel quien mira hacia atrás dice –No se preocupe mi alteza, ellos están a salvo no les harán daño, al que quieren es a usted...
-¿Quiénes son?
-No lo sé, deben de ser asesinos mandados por el reino Wen-Exclamo sin dejar de correr, mientras un joven ya no podía correr más, podía sentir como le faltaba la respiración. –Ya no puedo más, sigan sin mí- Propuso mientras caía de rodillas.
-Pero que dices Wen ning, no te dejaremos aquí- Lo mira –Príncipe Wei tiene que escapar, no se preocupe por mí- Baja la cabeza, este se agacha y con sus manos acuna su rostro, forzándolo a que lo mirara.
-Wen ning escúchame le hiciste una promesa a tu hermana, le dijiste que me protegerías, así que sigue adelante- Lo que Wei wuxian decía tenía razón, se sentía un completo inútil a la ver pensado en rendirse y ser asesinado por esos hombres, él tenía una hermana a quien le había prometido sobrevivir y proteger al príncipe de YilingWei. Con mirada seria se pone de pie mientras un sonriente príncipe le palmada en la espalda.
-Siento interrumpir, pero es hora de irnos, estas cerca- Estos asintieron para seguir corriendo...
Tres horas antes.
En una mesa llena de comida se encontraban todos comiendo como si no hubiera un mañana, con la buena cacería que habían tenido en la mañana era inevitable no hacer un festín –Coman despacio hay más todavía.
Todos hablaban y reían, mientras que un príncipe se sentía muy satisfecho al haber comido mucho, ese habiente hogareño se sentía muy bien, no había lujos ni tampoco quien te diga que hacer, al pensar en esas cosas recuerdos del pasado llegaban, haciendo que recordara a su madre, quien por cierto no logro despedirse, añoraba volver a su hogar, uno que fue destruido y tomado por el clan Wen, solo esperaba que su gente sus antiguos amigos estubueran bien. Con nostalguiea se pone de pie mientras se encamina hsta la ventana.
La abuela Wen al verlo suspiro, negándole con la cabeza al joven Wen ning de que no fuera y lo dejara un momento solo. Wei wuxian posicionó su cabeza contra el marco de auquella ventana mientras miraba a la nieve caer –Madre, padre....
Susurro con gran pesadez, miro sus manos para ver aquel anillo dorado que su prometido le había regalado, sonrió al recordar el momento exacto en que se lo dio, lo recuerda muy bien fue justo bajo un árbol de cerezos, Lan wangji estaba muy nervioso. Con recordarlo le causó un poco de risa, acerco su manos y beso el anillo, cuando de pronto su vista se dirige a una figura que paso corriendo no muy lejos –Oigan...
Dijo mientras daba un paso hacia atrás, los demás quienes reían detuvieron su charla para mirarlo –¿Sucede algo su alteza?- Pregunto el abuelo Wen poniéndose de pie, este con preocupación se apresura a decir.
-Es que vi a alguien afuera- los cuatro guerreros se pusieron de pie de inmediato acercándose a la venta mientras otro alejaba a Wei wuxian de ahí –¿Esta seguro su alteza?-Preguntar para estar seguro, este asiente.
-No se preocupen, usted apague las velas- Exclamo, el abuelo Wen asiente mientras se encarga de apagar todos aquellas velas, una vez a oscuras, uno de los guerreros se acerca a la venta para ver hombres armados afuera, si no estaba equivocado eran alrededor de seis.
-¿Qué vez?...
-Son hombres armados-Susurro –¿Cuántos?
-No lo sé, alrededor de seis o diez tal vez...
-¿Que haremos entonces? No podemos salir, nos tienen rodeado.
-Luchemos- Propuso el contrario –No creo que sea buena idea, si son mandados por el reino Wen entonces deven de ser fuertes, ustedes tres encraguense del príncipe y los Wen yo los distraeré.
-¿Qué está sucediendo?- Pregunto Wei wuxian –Nos encontraron, su alteza debemos de irnos, ustedes también- Sin que Wei wuxian pudiera decir algo este lo saca del lugar, mientras los otros dos estaban por ayudar a los Wen pero estos se negaron –Nosotros nos quedaremos aquí...
-No pueden, esos hombres...
-Tranquilo tenemos un escondite para estos casos ustedes váyanse y protejan al joven príncipe, me temo que nosotros seriamos un retraso, con nuestra edad no lo lograríamos- Menciono la abuela Wen mientras cargaba al pequeño niño A-yuan, este suspira –Bien, por favor cuídense- Estos asintieron.
-¡Por ahí se escapan!
Gracias a la oscuridad de la noche lograron escabullirse, mientras iban montaña abajo, dirigiéndose hacia el sur, Wei wuxcian se sentía algo triste al no poder despedirse de la pareja Wen junto con el niño, pero sabía que estarían bien, y era mejor que se hayan ido así no podrían más en peligro las vidas de estos.
-Su alteza colóquese esto, estamos llegando a un pueblo- Le extiende una capa oscura, este acepta y se la coloca –Pararemos aquí para ver si consigo algunos caballos, el reino LanlingJin está pasando tres pueblos más, si vamos a pie tardaremos un mes en llegar, pero si vamos cabalgando nos tomara una semana tal vez- Menciono mientras tomaba un poco de agua.
-Su alteza se encuentra usted bien- Pregunto Wen ning acercándose a este, Wei wuxian le regala una sonrisa –Me encuentro bien, pero me gustaría que te dirigieras a mí por mi nombre.
Wen ning se rasca la nuca –Pero es inapropiado.
-Pero si yo te lo permito no ¿verdad?
-Supongo....
Estos después de beber un poco de agua siguieron caminando rumbo al pueblo que parecía estar muy animado, una vez que llegaron podían ver gente ir y venir, los puestos tanto de comida como de objetos estaban llenos, gente de otros lados habían venido.
-Está muy animado por aquí- Menciono Wei wuxian mientras esquivaba a un niño que corría siendo seguido por más niños.
-Parece que están festejando algo su alteza.
-Yo creo que es el cumpleaños de alguien- Dijo el otro guerrero –Entonces debe de ser alguien importante.
-Hola, disculpe ¿porque la fiesta?- Pregunto uno de los guerreros a una mujer que pasaba, esta sonríe –¿Acaso no lo sabe? Esta fiesta es por el nacimiento del hijo del príncipe Jin zixuan y la princesa Jiang Yanli.
Wei wuxian al escuchar eso quedo sorprendido, acaso había escuchado mal, su shijie había tenido un hijo, cuanto tiempo había pasado desde la última vez que la vio ¿Un año tal vez?, sonrió al saber que estaba bien, solo que sentía tristeza al no estar con ella en esos momentos.
-Bien la fiesta durará unos tres días seguro, esto nos ayudara a escondernos, con toda esta gente dudo que nos localicen.
-Wen ning lleva al príncipe a un posada, Teng y Ming vayan por algo de comida, mientras que Nao y yo vamos por los caballos – Estos asintieron.
Wei wuxian junto con Wen ning caminaban por las calles en busca de una posada, la multitud era mucha y el olor a comida abundaba en las fosas nasales de Wei wuxian quien se relamía los labios por probarla, incluso el olor a licor llego hasta el como si lo estuviera llamando, lástima que no llevaba dinero.
-Princi....digo Wei wuxian espere aquí preguntare por algúna posada, no se mueva- Dijo Wen ning mientras se alejaba para preguntarle a un hombre que se encontraba vendiendo manzanas acarameladas. Wei wuxian rezongo al tener que esconderse bajo esa capucha, quería salir y correr a ver todos los puestos que estaban a su disposición, hasta que un olor peculiar llego a él, con una sonrisa dijo –¡Sonrisa del emperador!- Y sin más sonrió para salir corriendo hacia donde estaba ese puesto, la gente era tanta que muchas veces erraba de chocar con alguien está que de pronto...
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Wᴇɪ ᴡᴜxɪᴀɴ ᴜɴ ᴘʀɪɴᴄɪᴘᴇ ʀᴇᴠᴏʟᴛᴏso.
RomanceEn los reinos todo era tranquilo, la paz abundaba en todos lados aunque todavía había indiferencia y estatus eso no quitaba el hecho que las guerras todavía no eran presentes, el rey Wei Changze junto a su esposa tuvieron un hijo que le pusieron de...