Wᴇɪ ᴡᴜxɪᴀɴ ᴜɴ ᴘʀɪɴᴄɪᴘᴇ ʀᴇᴠᴏʟᴛᴏso.

Capítulo 26 Escape y dilema

-¡Wei ying!

Con pasos rápidos abrió puerta por puerta, derribó a cada hombre que se le abalanzaba con señal de matarlo, su cuerpo se sentía pesado pero aun así no se rendiría en encontrarlo.

Camino hasta llegar a un pasillo oscuro, sin pensarlo se adentró viendo que a había una puerta con unas escaleras que llevaban hacia abajo, miro hacia todos lados y luego decidió bajar, las escaleras parecían no tener un final, haciendo que se pregunte qué tan profundo era, hasta que vio una luz, supuso que ya estaba llegando al final, pero sus pasos se detuvieron al escuchar unas voces, rápidamente se acercó para así aproximarse un poco y poder ver.

-Oye cabeza de renacuajo quítate si no quieres que te de una paliza- eso hizo reír a quien levanto sus manos –Woo pero mira que miedo tengo, hasta creo que estoy temblando- fingió temblar, este rodeo los ojos.

-¿Quiénes son y porque están aquí?-Pregunto, pero este solo rechino sus dientes molesto –Cuando vas a dejar de hacer esas putas preguntas.

-Acaso saben dónde están, esto es el reino Jin ¿Cómo es que pudieron entrar con tantos guardias por todos lados?

-Porque debería de decirte, mi trabajo es solo capturarte- Exclamo tomando asiento mientras que con un pañuelo se secaba las traspiración –Mierda porque hace tanto calor aquí- se quejó.

-¿Quién te ordeno mi captura?- Pregunto –Aquí vamos de nuevo, acaso no sabes hacer silencio, una vez que te lleve con el pregúntaselo.

-Agshh mierda, una vez que me suelte de esto te dare un puñetazo en el rostro de renacuajo que tienes- Gritaba mientras trataba de darle patadas, pero como se encontraba amarrado en un pilar le era imposible alcanzarlo.

-Ya principito quieres un dulce para calmarte.

El azabache sonrió –Me gustan los dulces.

Aquel hombre paso su mirada hacia este quien lo miraba con una ceja levantada, sonrió por cómo le contesto –A mí también me gustan- se pone de pie y se acerca al azabache quedando bien cerca –Bueno porque no me das uno.

-Porque tan repentino cambio- Toma su mentón con sus manos –Acaso eso importa, estoy aburrido.

-Sabes eres bastante atractivo no lo voy a negar, pero si piensas que voy a caer en tu gueji...

-Ya es tarde caíste desde el momento en que te acercaste imbécil- Afirmo mientras veía como el hombre cayó al piso al ser golpeado en la nuca.

-Wei ying...

-Ay lan zhan, lan zhan cuanto tiempo ibas a estar ahí parado observando.

-Debía de asegurarme que no hubiera nadie más- Explico, este solo sonrio, lan wangji desato a Wei wuxian y este se acercó para darle un abrazo –Estaba asustado- Bufo.

-Lo sé, lo siento- El azabache solo sonrió –No importa ya estás aquí, ahora dime que está pasando.

-Mataron al rey Jin Guang Shan- la boca de Wei ying se abrió por completo –Pero como es eso posible.

-Pero es un poco extraño, no vi ningún guardia por ningún lugar- Aclaro confundido, Wei ying frunció el ceño –Entonces alguien está intentando tomar el trono, piénsalo si los guardias no hicieron nada al respecto, entonces todos son actos de traición hacia el rey Jin.

-Mm...

-Tenemos que salir de aquí, ¿dónde están A-cheng y los demás?

-Ellos escaparon, deberíamos hacer lo mismo- Wei ying asintió y sin más que decir salieron a toda prisa, subieron aquellas escalera lo más rápido que pudieron, pero no iba negar que eso los estaba agotando –Mierda porque tantas escaleras.

Una vez arriba, se podían escuchar el golpe de las espadas, miro hacia todos lados para ver que había uno que otros cuerpos, pasaron sobre ellos para luego adentrase hacia otra habitación donde los llevaría hacia donde horas antes estaban.

-No dejare que te salgas con la tuya- Ese grito hizo que Wei wuxian se detuviera en seco he igual Lan wangji.

-Lan zhan esa es la voz de A-cheng- lo mira preocupado, este asistió y raídamente corrieron hacia donde provenía aquella voz áspera, al llegar pudieron ver como Jiang chen se encontraba atrapado contra la pared mientras una espada lo apuntaba en el cuello, este se veía cansado debido a pelea.

-¡Jiang cheng!- Grito wei wuxian llamando la atención de aquellos dos –No te acerques Wei wuxian.

-Vaya, vaya pero que tenemos aquí, no es este aquel príncipe revoltoso- Menciono alejándose de el de ropas moradas, Wei wuxian pudo ver que llevaba una máscara que cubría la parte de arriba de su rostro, llevaba ropa negra y era bastante alto.

-¿Quién eres?- Le pregunto, pero este solo se empezó a reír como loco -¿Qué quién soy? JAJAJA.

-¿Qué te causa tanta gracia?- Pregunto con el ceño fruncido –Sabes me pregunto ¿porque ese hombre tiene tanto interés en ti?.

-Wei wuxian vete, los demás los están esperando yo me quedare- Grito Jiang cheng, pero solo recibió una mirada de enojo –Y dejarte aquí acaso piensas que hare eso.

-Saben no me gusta que me ignoren- Grito el enmascarado para luego abalanzarse contra el azabache, pero fue apartado por la gran espada de Lan wangji quien intervino, con el ceño fruncido escupió en el piso un poco de sangre –Ese si fue un gran golpe- con enojo saco su espada y así comenzar un batalla entre estos dos, Wei wuxian se acercó a Jiag cheng para ver que este estaba en el piso recostado contra la pared, algo dentro de él se presionó –Jiang cheng estas bien- Se arrodilla pero al ver hacia el estómago de este pudo ver una gran herida que no dejaba de sangrar sin penarlo puso sus dos manos para impedir que más sangre salga –Estoy bien, eso creo- dijo haciendo una mueca al sentir las manos del azabache presionando su herida.

-Auch.

-Como que estas bien, no ves la herida que tienes, como es que paso esto, estás loco, porque no te fuiste con los demás- Decía entre lágrimas, el de ropas moradas solo suspiro –No te iba a dejar aquí solo con Lan wangji.

-Eres un idiota- Jiang cheng ve que este le caían lagrimas así que con una mano tomo su rostro –No llores no he muerto aun- Bromeo, eso hizo que recibiera una mirada de amenaza por parte del azabache.

-Ya, ya solo fue un descuido, ese bastardo es demasiado fuerte y rápido, no sé de donde salió- se quejó.

-Deja de hablar, tu herida no deja de sangra- Dijo para luego ver como este empezaba a toser y escupir sangre, con desesperación lo sentó para que pudiera escupir aquella sangre que lo estaba ahogado –A-cheng- Grito, miro hacia Lan wangji pero este no se encontraba ahí ¿A dónde se había ido? Estaba asustado, su hermano estaba muriendo y no podía hacer nada y su amado había desaparecido, con la fuerza que le quedaba tomo a Jiang cheng entre su brazos para así salir del lugar, tenía que sacarlo de ahí, pero antes de poder llegar a la gran puerta una persona se interpuso.

-¿A dónde piensas ir lindura?

–Sh