Capitulo 15

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Ya eran las doce del medio día. Yo estaba en una punta de la mesa, y Erik en otra punta. Era raro, pero bueno.

Después de comer el se levantó de la mesa y se dirigía a la cocina, yo termino mi comida y quise ir atrás de él.

Al llegar a un pasillo cerca de la cocina escuché la voz de Erik.

—¿Ami... Pero ella es linda o no?

—mi niño ya le dije. Ella es hermosa, solamente detalle está cara tan linda. Apesar de esas marcas, se nota aleguas que es hermosísima, esos ojos azul verdoso son muy lindos.

—Esta bien...

Sentí sus pasos venir así que me di la vuelta y corri a la mesa de nuevo y fingi que estaba terminando mi plato.

Pude sentir que el estaba atrás de mí, sentía su respiración detrás de mí.

Disimulando que no sabía que el estaba allí. Me levanté y me di la vuelta de golpe.

¡Diablos en que momento estaba tan cerca de mi!

Que susto, lo tenía frente a frenta, a tan solo centímetros de él. Sentía su respiración mezclándose con la mía. Una sensación muy rara recorría todo mi cuerpo. Era como un dejabu.

-Me... Asusté- fue lo único que pude procesar ante él.

El no dijo nada, solo me miraba, con una expresión muy fría, su rostro no emitía nada, solo frialdad y yá.

El paso su pulgar por mi mejilla acomodando un mechón de cabello rebelde que se escaba de mi moño desordenado.

Yo me aparte de él bajando la cabeza.

-Nesesito, para más tarde que te vistas muy bien.

-¿Porqué?

-biene mi familia a cenar.

-Su ¿Familia?

-Si. en tu recamara hay un closet lleno de ropa, allí tienes para escoger.

-y ¿porque debo salir?

El me miró fijo alos ojos.

-Porque yo dijo y punto- subió a su cuarto.

Yo hice un chillido en frustración. Porque tiene que ser tan imponente, tan guapo, tan... ¿Sexi?.

Ash. Ya no se no lo que digo...

Subí a la habitación donde desperté y la luz que deje encendida está apagada. No le di importancia y me recosté en una orilla.

Cerré mis ojos y sentí como una respiración sobre mí. Algo no se que era.

Abrí mis ojos y todo estaba aún más oscuro.

De pronto pude ver esos ojos miel que tanto me derretían frente a mi.

Intenté levantarme pero no pude, unos brazos muy fuertes y musculosos sostenía mi pecho.

-Quedate. Ay....- eso voz. Era de Erik. El estaba sobre mí evitando que me pudiera levantar.

-Señor...

Yo puse mis manos sobre sus abdominales intentado quitarlo de sobre mí.

-¿Que haces aquí? ¿Bienes a provocarme?

-No. Pensé que esta era mi recamara...

-No. Es la mía. Y tú entraste para provocarme ¿Verdad?

-No... Claro que no....

Yo me levanté de golpe escapándome por debajo de sus brazos.

El también se levantó y yo encendí la luz.

El me miraba.

-Me.... Me voy- dije y salí de allí antes de que me derritiera ante el.

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La Espada Y La Rosa [TERMINADA✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora