One Shots ✴︎ Multifandom

Alex Summers☄️

Normal Person; Cute.

– Estás rodeado de chicas tan guapas y tan...

– ¿Cómo yo? – acabó la frase el chico–. ¿Es eso? ¿Que tú no eres una mutante?

– Alex...

– No, Alex, no – le corto enfadado, harto del tema–. ¿Cuántas veces hemos hablado de esto, El?

– Muchas – respondió la chica, sintiéndose como una niña pequeña.

– ¿Y que te digo siempre?

– Que te da igual que no sea como tú.

– ¿Por qué, Elena?

– Porque me amas.

– Porque te amo – repitió el chico con una sonrisa acercándose a Elena para rodearla con sus brazos–. Así que quítate ideas tontas de tu cabeza, ¿sí? – Elena asintió, abrazando a su chico con más fuerza, impregnando sus fosas nasales del aroma masculino que desprendía–. ¿Vamos a por esa cita?

– Te voy a ganar, Summers.

– No si yo te gano a ti, hermosa.

La pareja salió de su humilde hogar con dirección al supermercado más cercano, su nivel de competitividad les había hecho crear una noche de cine en la que según iban ganando al 'piedra, papel y tijera' elegirían la cena, la película, la bebida... y así con todo.

Una vez en el supermercado se dirigieron a la zona donde estaban aparcados los carritos y Alex se encargó de coger uno, para luego situarse enfrente de su chica, la guerra estaba a punto de comenzar y ambos jóvenes lo sabían.

– ¿Lista?

– Nací lista, cariño – río la chica. Ambos asintieron y cantaron a la vez–. Piedra, papel o tijera, un, dos, tres – una piedra y un papel es lo que marcaban ambas manos–. ¡Sí! ¡Doritos picantes y Cheetos rojos!

– ¿No pueden ser palomitas?

– Así son las reglas, amor – rió la fémina–. ¡Segunda ronda! Piedra, papel o tijera, un, dos, tres – un par de golpes con el puño a la palma de su mano y un papel y unas tijeras hicieron acto de presencia–. Mierda...

– ¡Esa es! Noche de tacos, baby – celebró el chico con un baile ridículo dirigiendo el carrito al pasillo de las tortillas y el relleno para tacos–. Vamos a por la bebida.

– Pienso ganarte las rondas que quedan, niño bonito – aseguró la chica preparándose para la siguiente ronda.

– Eso está por verse, preciosa.

Ambos se volvieron a poner el uno enfrente de la otra y colocaron las manos para comenzar una nueva ronda, esta vez para elegir las bebidas. Cuando Alex fue el vencedor se acercaron a la estantería donde se encontraban los diferentes tés helados y cogieron el favorito del mutante, para luego volver a colocarse el uno delante del otro para, esta vez, elegir el postre.

– ¡Si! – celebra Elena dando pequeños saltitos de emoción–. Quiero donas de chocolate.

– Bien, vamos por tus donas – dice el chico moviendo el carro con la compra hacia la zona del supermercado donde estaban los pasteles.

Una vez ambos chicos pagaron todo lo que habían comprado se dispusieron a preparar la cena con algo de música de fondo.

– Aún falta elegir la película – recuerda el rubio mientras colocaba las tortillas de los tacos en los platos.