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Dos días habían pasado desde que Draco le había mandado la carta al señor Sinclair, y aún no recibía una respuesta

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Dos días habían pasado desde que Draco le había mandado la carta al señor Sinclair, y aún no recibía una respuesta. Estaba preocupado — y mucho.

—¿Vas a comerte eso?

La calmante voz de Georgina sonó a su lado. Draco estaba en el Gran Comedor desayunando.

Apenas se había dado cuenta de la presencia de la rubia pues llevaba pensando todo lo que estaba ocurriendo desde que había despertado.

Sacudió la cabeza y trató de sonreírle amablemente.

—No, no, adelante —asintió hacia la galleta que tenía en su plato.

Notó que la profesora lo estaba mirando, como si estuviese analizando su expresión, pero Draco no se inmutó.

—¿Notaste lo de Aurora Sinclair? Ha bajado mucho sus notas este último mes. Me preocupa.

Escuchar el apellido de Aurora hizo que el platinado girara rápidamente su cabeza hacia la señorita Pessel.

Vio que estaba tomando un té, mientras daba una mordida de la galleta que Draco le había dado. Se veía muy tranquila, y él sintió envidia al ver lo fácil que parecía para ella mantenerse calmada.

Habían mortífagos sueltos y ella estaba tranquila.

—No lo había notado. Tengo tantos alumnos que apenas me doy cuenta —mintió rápidamente.

Draco había notado lo mal que le había ido últimamente, pero no tenía el valor suficiente como para acercarse y preguntarle al respecto.

La señorita Pessel alzó una ceja, mientras una sonrisa divertida se posaba en sus labios.

—Debe ser difícil. Para ella, digo. Me dijo que no ha recibido cartas de su padre en casi dos meses —dijo, casi en un susurro y de manera despreocupada.

Draco frunció el ceño y miró de reojo a la mujer a su lado. ¿Por qué le estaba contando todo esto?

No era que se quejara. Él moría por saber cómo estaba Aurora. Draco se aclaró la voz, y agarró su tazón de café para tomar un sorbo.

—¿Sí? —dijo indiferente, disimulando cómo su mirada buscaba a la Ravenclaw en su mesa.

Lamentablemente, su búsqueda fue fallida. Sólo estaban su amiga de pelo rosa y la otra chica. Realmente no recordaba sus nombres, a pesar de que eran sus alumnas.

—Sí. Está muy angustiada. Va a pasar navidad sola acá. ¿Y tú, Draco? ¿Ya planeaste algo?

Draco tragó profundamente. ¿Aurora pasaría navidad aquí? Cada vez se preocupaba más.

Si el señor Sinclair había tomado la decisión de que ella se quedara en Hogwarts, realmente estaba en peligro.

O quizás sólo era por prevenir.

Sinful | Draco Malfoy ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora