𝓬. 037

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Draco volvió a ponerse de rodillas, esta vez agarrando con cuidado a Aurora para poder llevarla a apoyarse a una de las murallas del sótano

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Draco volvió a ponerse de rodillas, esta vez agarrando con cuidado a Aurora para poder llevarla a apoyarse a una de las murallas del sótano.

Ella soltó un quejido, haciendo que él se detuviera en seco.

—Tranquila, amor. Estoy aquí —susurró él, haciendo otro esfuerzo por arrastrarla hacia la pared más cercana.

Duele. Draco, duele —sollozó ante el movimiento.

—Un poco más amor. Un poco más y estarás bien —trató de calmarla.

Con un último impulso, finalmente la había dejado sentada.

Estás bien —dijo él, llevando su mano a acariciar su mejilla, la cuál estaba con sangre seca en ella.

Observó con cuidado el corte en su frente, y se giró hacia el hombre que había noqueado.

Sus manos tantearon con desesperación sus bolsillos, hasta que encontró su varita.

Episkey —murmuró contra la herida, cerrándola de inmediato— Tergeo.

La sangre de su rostro había desaparecido; y Draco recordó otro hechizo que podría ayudarla a calmar el dolor en su cuerpo.

Reparifors —apuntó hacia su cuerpo, repitiéndolo varias veces.

Aurora sintió alivio; el dolor en sus músculos había disminuido notoriamente, pero aún le costaba moverse.

—¿Mejor? —preguntó él con suavidad.

Ella simplemente asintió, ahora con una sonrisa esbozándose en sus labios.

Draco le sonrió de vuelta, menos preocupado al saber que ella ya no estaba sufriendo como hace momentos atrás.

—Lo siento tanto, amor —comenzó a disculparse, escondiendo su cabeza entre las rodillas de la chica, las cuáles estaban dobladas hasta su pecho—. Perdón, perdón, perdón.

Hey, shh, Draco —ella acarició su cabello, para luego levantar su rostro y acunar sus mejillas con sus manos.

Su piel estaba helada; pero el tacto de Aurora lo había calentado en un instante.

—Estamos bien —afirmó ella—. Estamos bien y eso es lo que importa —repitió.

Él asintió, antes de levantar su rostro nuevamente y acercar sus labios a los de ella.

El sabor metálico de la sangre llegó a su gusto, pero no le importó. Ella estaba bien. Ambos estaban bien.

—¿Por qué papá tarda tanto? —murmuró preocupada, con la mirada ahora puesta en la escalera.

Draco puso su mano sobre su rodilla, y le dio un apretón.

—Tranquila, ya vuelve. Fue a buscar ayuda, nada más —explicó él.

Sinful | Draco Malfoy ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora