Capítulo 46 "Grageas de todos los Sabores"

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-¿Harry?, ¿estás bien? -volví a preguntar-
-Debemos... debemos... irnos -dijo Harry balbuceando-

Ron y Hermione no se atrevieron a decir alguna cosa, todos estaban bastante sorprendidos por lo que habíamos escuchado.

-Adiós chicos nos vemos en el castillo -dijo Harry con seriedad-.
-¿A donde vas? -pregunto Hermione con timidez.
- Vamos -dijo Harry con firmeza, mirándome dando a entender que yo iría con él- Regresaremos por el pasadizo.

...1 hora después...

-Ya no... ¡Harry! estoy cansada -dije sentándome en el frío suelo de dentro del pasadizo- No quiero caminar más

Mis pies dolían, estaba sudando mucho tenia sed y hambre, habíamos caminado por horas, se sentía además tensión y un silencio incómodo.

-Esta bien hay que descansar -dijo Harry sentándose a mi lado, cabizbajo, miraba hacia la nada-.

Podía sentir la ira y la tristeza que emanaba de Harry, fue dura la forma en la que se enteró que Black era su familiar, y no solo eso... sino que asesinó a sus padres (que fue algo que también me tomó por sorpresa).
Es que... estaba tan feliz de poder estar en Hogsmade y luego de golpe esto.

-¿Harry? -susurre-

-Hmn -gruño sin fuerza-

-¿Que piensas... sobre que... Black sea... -me atrevi a preguntar, así sin ningún descaro, sin escrutinio alguno.

-Mi padrino... -interrumpio antes de que yo pudiera terminar- No lo sé, todo es muy confuso, Dumbledore dice que debo ocultarme porque... quiere matarme y... -suspiro pesadamente y se hizo un ovillo con sus piernas escondiendo su rostro.

-Harry... eso... eso no es seguro, ¡No lo sabes!, las cosas siempre se tergiversan

En verdad quería defender a Sirius, quería pensar que todo lo que dijeron no era cierto y que él... él era la persona que conocí el otro día.

- ¿A caso debí haber muerto junto a mi madre? -dijo con la voz rota y su cara aún oculta-.

-¡Potter! ¡Por merlín! ¡No digas eso! -reprendí.

-Todo sería más sencillo... -dijo en un sollozo.

-¡Hey! Que es la vida... sin un poco de caos. Eres especial Harry -coloqué mi mano sobre su hombro dando unas suaves palmadas-.

-No me siento así -levantó su rostro dejando ver el rastro de lágrimas que segundos atrás habían corrido desenfrenadas por sus mejillas.

-Todo esto pasará algún día. -dije dando un suspiro y poniéndome en pie para extenderle la mano a Harry- ¿Sabes?
No eres tan malo después de todo. -El me miró con una sonrisa de lado, limpiándose con la manga de su capa el rostro- Vamos hay que llegar antes del anochecer. -acepto mi mano y se puso en pie mirándome fijamente a los ojos.

Jamás me había tomado el tiempo de ver a Harry, era apuesto y todo el que lo viera no lo podría negar, tenía unos hermosos ojos azules cual océano, que reflejaban esa tempestad que cargaba consigo.

•♧•

Después de llegar cada uno tomo su camino correspondiente, entré a mi habitación tomé uno de los libros que me habia dado Draco y lo leí, cuando enseguida oí toques en la puerta y me Levante para abrirla.

-¿Quien es? ¡Wow! -muchas cajas entraron volando obligándome a agacharme, cuando me levanté Draco estaba en la entrada mirándome con una expresión que no terminaba de descifrar- ¿Que es todo esto?

-Me ocultaste lo de tu autorización -dijo severamente-

-eh... bueno... estabas tan emocionado por ir que no quise decirte nada -baje la mirada hasta los zapatos del rubio, y le mentí-.

Draco me miró inspeccionando si mis palabras eran o no ciertas. Sintiéndome un poco incómoda y culpable me acerqué a él y lo abracé ocultándome en el hueco de su cuello.

-Si me hubieras dicho yo... lo habría solucionado... -dijo cerca de mi oído mientras me devolvía el abrazó con fuerza-.

-Esta bien no importa y no tenías que traerme nada, estoy bien -en ese momento la culpa se apoderaba de mí, mentirle no era algo que me gustará hacer pero temía que si le decía la verdad se enfadaría o decepcionaría de mí.

-Cállate y abre las cajas -dio un casto beso en mi frente y ordenó señalando las cajas que ahora reposaban sobre mi cama-.

Cerramos la puerta, lo tome de la mano y fuimos juntos hacia la cama, nos sentamos y el me miraba curiosamente esperando a que las abriera.
Cuando lo hice, desbordaban de toda clase de dulces, aquellos que había visto en Honeydukes, pero el compro se podría decir que ¡toda la tienda!

-Draco. ¡Rayos!. ¿Dejaste dulces para los demás? -dije con sarcasmo.

El sonrió con picardía y dijo con mucha calma -No me interesan los demás.

-¿Cuales son tus favoritos? -habia muchos dulces que no sabia por donde comenzar así que decidí pedir su opinión-.

-Quiero que pruebes éstos -saco de una de las cajas una caja pequeña con dibujos de payasos y líneas rojas y blancas- Son las Grageas Bertie Bott de Todos los Sabores

...

-Buajj que asco esto sabe horrible -me quejé, ya que todas las que estaba escogiendo sabían asqueroso, esta sabia a vómito-.

Draco soltó una carcajada que resonó por toda la habitación -¿De que hablas Marie? Están excelentes -dijo echándose otra a la boca-

-¡No es justo! ¡Solo me tocan las malas! -chillé haciendo pucheros- Escoje una por mí -demande.

El seguía riendo -Esta bien. Esta bien. -dijo levantando sus manos inocentemente.

Se volvió hacia la caja mirándola pensativo su vista viajaba de los dulces hasta mí una y otra vez, cuando por fin se decidió agarro una de color rosa y la acercó hasta mi boca yo la comí. Sabia horrible, saque mi lengua y entrecerre mis ojos, el río ante mi gesto.

La estaba pasando increíble, el era la prueba viviente de que se podía sonreír aún en los días que parecían malos.

De repente sus ojos se encontraron con los míos, aquellos orbes grisáceos que jamás me cansaría de ver, los había extrañado todo el día, observé su hermoso rostro y lo vi levantando sus cejas; senti mis mejillas arder y supe inmediatamente que me había sonrojado.

-¡Draco! -grité el me miró con diversión y burla se hecho a reír acostándose en la cama- Come esta tú -agarre una y se la metí en la boca

El relamio sus labios y dijo: -Deliciosa

-¡No puede ser! -chille queriendo tirar la caja al suelo-

-¿Querias darme una mala? -pregunto él entre risas.

-Hubiera adorado verte vomitar -confesé con una sonrisa de autosuficiencia-.

-¡Que asquerosa! -dijo golpeando suavemente mi hombro mientras reia-.

Su risa. Podria escucharla el día entero y seguiría siendo mi sonido favorito en todo el mundo.

EL PEQUEÑO PRÍNCIPE-DRACO MALFOY FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora