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Hacía muchos años atrás, cuando la humanidad fue consciente de que las criaturas mitológicas eran reales, ciega en su temor a lo diferente les declaró la guerra, donde los acusaron de seres con sangre demoníaca, asegurando que ellos eran seres de luz, iniciando así la famosa guerra celestial; en aquella época, muchos humanos, siguiendo una fe ciega habían conquistado otras partes del mundo, bajo el nombre de Dios, haciendo cosas horribles contra quienes protegían sus tierras, o sus creencias distintas.

Miles de elfos murieron bajo las armas humanas, y por ello el rey sufrió de pena, más que por la derrota que se vea más cercana cada vez, sino por las vidas perdidas, y la clara muestra de que los humanos arrasarían con todo lo que ellos querían proteger, así que tomó la dura decisión de crear un poderoso ejército, con ayuda de los duendes, los mejores herreros del mundo sobrenatural, quienes pasaron días, y noches trabajando sin parar, el calor de los hornos llegando a temperaturas jamás usadas anteriormente, hasta conseguir el ejército de oro; miles de soldados hechos completamente de oro, indestructibles, invencibles que masacraron al ejército humano, y por ello el rey sufrió de pena, viendo lo que su poder había conseguido, así que consiguió un trato con la humanidad.

Ninguno de los dos lados volverían a pelear, si sus promesas habrían de respetar, donde los humanos cuidarían y protegerían la naturaleza como los sobrenaturales, sin invadir sus tierras, sin sobrepasar los límites acordados, pero los años habían pasado, y las nuevas generaciones ignoraron aquel pacto, apoderándose de lo que no les pertenecía, destruyendo su naturaleza para crear edificios, o en el peor de los casos, arruinar la tierra en busca de piedras preciosas; al haber hecho un pacto, el rey Kim destruyó la corona que controlaba al ejército, partiéndola en tres partes iguales, entregándoles a los humanos solo una parte de ella para asegurar su parte del trato, pero su hijo mayor no estaba de acuerdo con sus deseos de falsa paz.

El príncipe Kim, el heredero al trono, sabía que los humanos faltarían a su promesa, siendo unas criaturas tontas, miedosas, y egoístas, seguro de que volverían a atacar tarde o temprano, y no se equivocó; fue exiliado por su propio padre, siendo obligado a dejar atrás a su joven hermano menor, el doncel más dulce que hubiera existido jamás frente a sus ojos, y como un hereje planeó el momento de su regreso, esperando el más mínimo error de la humanidad para volver al ataque, y lo hizo, dejando como única prueba, en la escena del crimen en la subasta, la caja con el grabado real.

Ahora, regresando al presente, el grupo de tres amigos estaba en el edificio vacío, o casi vacío, donde se realizó la subasta, con un BaekHyun enojado con su novio, y este sin saber la razón de su enojo; esa mañana todo había estado perfecto, ChanYeol estuvo recostado casi toda la mañana con BaekHyun sobre su pecho, donde acarició su piel desnuda hasta que Toben le exigió su atención, y el infierno se desató tan rápido que no logró comprender nada de lo que sucedía, y terminó por correr fuera de la habitación tan solo vestido con sus pantalones, mientras que un enfurecido BaekHyun lanzaba bolas de fuego en su contra, las marcas como su compañero apareciendo sobre sus brazos a la par que el fuego se adaptaba a su figura.

Habían descubierto en ese entonces que los tatuajes aparecían cada vez que usaba su poder; en ese momento JongIn fue quien le salvó, deteniendo la ira de BaekHyun al lanzarle un baldazo de agua fría, apagando su fuego, pero aquello no calmó su enojo, y él no comprendía lo que estaba pasando, más allá de que dijo, o hizo algo lo suficientemente malo, como para que su novio no quisiera hablarle.

—Kai… No se porqué está tan molesto. –suspiró a su comunicador, luego de haber tenido una nada agradable conversación con su amado ángel, donde fue enviado directamente al infierno, aunque claro, no se había fijado en que su línea seguía conectada a la de BaekHyun, y no en la de JongIn.

Hellboy «ChanBaek»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora