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Transilvania, 1998.

Misión: completada; A.D.I.P
Destino: Rumania; Transilvania.
Objetivo: detener, e investigar a extraña criatura en los bosques; en el peor de los casos, exterminarla.
Nota: testigos aseguran haber visto dos figuras, la primera una especie de dragón, y la segunda un pequeño demonio rojo de forma humanoide; los bosques, y sus alrededores se vieron amenazados por un extraño fuego negro, imposible de extinguir con agua, y ondas eléctricas.

El profesor Choi suspiró, y terminó de escribir su informe manteniendo su mirada sobre el muchacho junto a él, un niño de al menos seis años que jugaba con unos bloques mientras era llevado a su nuevo hogar; ChanYeol, un misterioso jovencito de piel rojiza, siendo muy diferente a cualquier niño de su edad, teniendo en cuenta de que era, en realidad, un demonio.

Desde hacía muchos años, el profesor Choi SiWon había experimentado situaciones paranormales, viendo a las criaturas mitológicas ser reales, y no todas eran tan buenas como lo decían los cuentos para niños, muchas de ellas cometen algunos crímenes en contra de la humanidad, y había otras que necesitaban la protección de personas como él, y es por ello que decidió, junto con el ejército nacional, y el servicio secreto de su país, formar una agencia no gubernamental para la protección de ciertas criaturas, llamada A.D.I.P, es decir Agencia de Defensa, e Investigación Paranormal.

ChanYeol, como él lo llamó, con la inocencia digna de un niño admitió su crimen, alegando que solo estaba jugando, y que aquel dragón eléctrico solo quería molestarlo y dañar a los humanos que eran lo suficientemente tontos como para acercarse demasiado; invocado en 1992 por un extraño sujeto en alguna especie de ritual con sacrificios, y demás, "Hellboy" como lo llamaron los pueblerinos se presentó como un dulce bebé demonio, con ojos amarillos, y unos cuernos diminutos creciendo en su frente.

El menor tenía la piel de un tono rojizo, excepto en sus manos que eran completamente negras, como si estuvieran envueltas en aquellas llamas oscuras que no podían apagarse de forma natural, también tenía unas garras diminutas, y sus cuernos estaban aún en crecimiento; sus colmillos se veían afilados cuando sonreía, y lo que más asustó a los agentes fue que también tenía una cola que terminaba en punta de flecha, pero si lo miraban realmente, más allá de su apariencia, era como un niño de seis años común y corriente, jugando con sus bloques.

—Mi señor, ya estamos llegando a casa. –informó el sargento Cho junto al mayor, mientras observaba por la ventanilla de aquel viejo avión de guerra, un hermoso bombardero B-17; las instalaciones estaban en Seul, y sería el nuevo hogar para aquella criatura, junto con su padre adoptivo.

Choi ChanYeol nació oficialmente un veintisiete de noviembre, y desde el segundo en que SiWon puso los ojos sobre él, supo que ese sería su niño, el que no pudo tener con su difunto esposo; HeeChul le había sido arrebatado desde hacía muchos años atrás, cuando esperaban a su primer hijo, y aquel accidente lo dejó marcado de por vida, llevándose lo más preciado para él, pero ahora… Veía al pequeño diablillo y era como ver a su joven esposo en él, haciendo exactamente las mismas travesuras conforme pasaban los días, y entraba en confianza. 

Su corazón le fue arrebatado de  la forma más cruel, pero el futuro parecía brillar nuevamente para él, en especial cuando ChanYeol lo llamó "papá", por primera vez, luego de un par de meses viviendo juntos, donde él había comenzado a llamarle "hijo"; a diferencia de lo que parecía querer el destino para él, siendo un demonio, el profesor estaba dispuesto a cambiar su destino, y hacer de él algo más que un demonio causante del apocalipsis, quería hacer de él un hombre maravilloso, y de honor por sobre todas las cosas.

Hellboy «ChanBaek»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora