"En la boca del lobo"

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_Cinco_

Todos estábamos en silencio, cada quien sacaba sus propias conjeturas, de eso estaba seguro; aún así, yo no me quedaría ahí parado a ver cuál se hacía realidad.
—¿A donde vas?— pregunto Vanya una vez que me eche a caminar —A salvar a Ocho— sentencie listo para teletransportarme —Espera— Lila se levantó y me miró al tiempo que soltaba un suspiro —Iremos contigo...— anuncio. Sentí mis músculos tensarse y miré a mis hermanos —_____ también es nuestra hermana— apoyo Klaus —Iremos contigo— lo secundo Ben —Es peligroso— contradije —La Comisión es un lugar de mata o muere, más si La Encargada...—
—Con mayor razón iremos contigo— me interrumpió Allison con una postura firme —Pues yo no estoy de acuerdo— todos miramos a quien acababa de hablar, Hanna McClan —Las pinturas de Sasha son ciertas, si vamos, todos moriremos— señaló tensando el ambiente —Nadie sabe más que yo de esas pinturas— hablo la rubia de repente y apenas ahí repare en su aspecto. Su rubia melena ahora tenía muchos más mechones plateados de los que tenía antes, su piel se veía ceniza y sus ojos como nublados, además de que su postura expresaba un cansancio agobiante —Pero...— Sasha bajo la mirada —Tuve una visión muy parecida el día que llegamos aquí, cuando _____ me ayudo— ella me miro —Y les puedo asegurar que si no hacemos nada, moriremos de cualquier modo— pude notar como tragaba saliva —Pues que alentador— bufo la pelirroja con amargura —Pues si de cualquier manera vamos a morir, por lo menos deberíamos intentar hacer algo por nuestra hermana— exclamó Luther como si aquello fuera lo más obvio del mundo —Ellos tienen razón— apoyo Hades mirando a su hermana —Moriremos de todas formas— suspiro —En lo personal, preferiría morir intentando ser útil que quedándome aquí siendo un inútil— el pelinegro se encogió de hombros —No pueden pedirle a Hanna que se arriesgue por... Ella— escupió con recelo Ethan —Nosotros tenemos una sola misión, protegernos entre nosotros— se tenso —Ir a morir por alguien que ni siquiera nos agrada y— lo mire mal y lo interrumpí —¡Entonces quédate y ya!— exclamé —¡Cada maldito segundo que perdemos aquí es otro segundo que le están haciendo quien sabe que a _____!— pude ver de reojo como Klaus se tensaba y bajaba la mirada —Si no nos quieren acompañar, bien— entorne los ojos —Pero entonces cierren la maldita boca y dejen de hacernos perder el tiempo— Ethan me miro perplejo, pero ya no dijo nada. Dirigí mi vista a mis hermanos —¿Están seguros de que quieren ir?— todos compartieron miradas; sin embargo, su duda duró solo un segundo, después de eso, sus expresiones se llenaron de seguridad —Por ____— habló Klaus dando un par de pasos al frente, los demás asintieron.

—Nosotros los acompañaremos.

Hades, Sasha y Harry caminaron hasta mis hermanos y yo les sonreí levemente en agradecimiento —Supongo que entonces yo también voy— Hanna se puso a lado de sus hermanos y mantuvo la mirada baja, yo alce ambas cejas pero no dije nada respecto a eso —Bien... Hay que hacer esto...—.

Después de eso, pasamos los siguientes quince minutos formando un plan mal hecho, precipitado, desesperado, pero la adrenalina en mi sistema no me dejaba pensar más allá —¿Entonces todos entendieron?— pregunté alternando mi vista entre todos y cada uno de los presentes, quienes asintieron —Entonces empecemos con esto... La teletransportación puede ser un poco complicada cuando no estas acostumbrado— advertí, y con esto todos empezaron a tomarse de las manos formando un círculo —Será un viaje agitado— cerré los ojos con fuerza y traté de poner la mayor concentración posible en el viaje.

La comisión... La comisión...

El portal comenzó a abrirse, el ambiente tomó una iluminación azulada mientras parecía que un mini tornado estaba naciendo en el centro de la habitación hasta que finalmente el portal se abrió —¡Es ahora!— exclamé, mi corazón golpeaba tan fuerte en mi pecho que podía oír sus latidos como si palpitara en mi oído —¡Ya!— hice descender el portal sobre nosotros... Y entonces nos teletransportamos...

Aparecimos en un pasillo completamente solo, lo reconocí al instante, estábamos del otro lado de donde se supone que deberíamos estar. —¿A alguien más le parece inquietante el silencio y la quietud del ambiente?— comentó Allison haciendo una mueca —Hay algo raro...— afirmé. Mis sentidos estaban alerta, me sentía tenso y nervioso, y eran cosas que solo solían pasar cuando algo malo estaba por suceder... Lamentablemente, nunca me equivoco...

—Bienvenidos, Hargreeves y McClan.

La voz que sonaba por las bocinas era clara, era molesta, era preocupante... Era La Encartada.

—Han venido a salvar a su hermana, ¿Hum?, Deberían...
Antes de que ella siguiera, el claro grito de dolor y desesperación de _____ sonó, se notaba el miedo en su voz —¡Po-Por favor, de-deténte!— la chica jadeaba y sollozaba mientras yo sentía mi cuerpo tensarse y mi corazón martillar dolorosamente contra mi pecho —Oh, ya hablo. Saluda a tus hermanos, querida— pero en lugar de que se escuchara alguna palabra o algo, otro grito desgarrador resonó y yo miré a mis hermanos con desesperación, estaban temblando, algunos ya habían empezado a llorar mientras que los McClan, a excepción de Sasha, se mostraban impasibles —¡Déjala tranquila!— exigí, tensándome aún más al escuchar el temblor en mi voz —Date prisa, Número Cinco... Quien sabe cuánto más pueda soportar tu noviecita... Por cierto— la mujer rió —Espero que sobrevivan para poder salvarla— entonces lo escuche, pasos de al menos treinta personas dirigiéndose a nosotros —¡Corran!— exclamé y empecé a hacerlo con mis hermanos y los McClan imitándome —¡¿Qué pasa?!— exigió saber Hanna —¡Soldados de La Comisión!— advertí jadeando —¡Intentarán matar...— no pude terminar la frase. Los rugidos de cientos de balas disparadas hacía a nosotros llenaron el lugar mientras corríamos con desesperación, luchando por salir vivos de ahí.
Mi cerebro comenzó a ir a mil por hora, las piernas me temblaban, sentía que respiraba fuego y podía escuchar el latido de mi corazón en los oídos, pero por fin pude recordar algo —¡Hay una oficina, a la derecha, ahora!— y ellos obedecieron.
Entramos a la habitación dedicada al envío de mensajes para los asesinos temporales, aquella habitación llena de tubos y conectores donde los grades con indicaciones eran repartidos a los trabajadores en el campo. Cerré la puerta con llave y respiré agitado mientras analizaba uno por uno a los presentes, rezando porque ninguno tuviera una herida grave —¿To-Todos están bien...?— pregunté —¡¿Dó-Dónde está Lila?!— mire a Diego, quien escudriñaba cada rincón de la habitación con una mirada llena de miedo —¡¿Dónde está?!— entonces me di cuenta de que era cierto, Lila no estaba por ningún lado...

—¡Lila!— el pecho de Diego comenzó a subir y bajar a un ritmo inconstante mientras todos tratábamos de localizarla.

—De verdad lo siento...

Cuando me gire para mirar que era lo que estaba pasando, lo único que pude ver fue la boquilla de un arma apuntándome justo al pecho, y entonces paso... El sonido del arma al ser disparada retumbó en mis oídos... Y yo caí al suelo...

EXTRA ORDINARIO (Cinco & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora