"La gran pelea"

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_(T/N)_

Sentía que mis huesos se quebrarían en cualquier momento, que mi cabeza estallaría y por mis venas corría fuego venenoso en vez de sangre... Pero aun así... Tener a Cinco de nuevo en mis brazos, hizo parecer que no todo estaba perdido... Claro que los buenos momentos no puedes durar demasiado. Uno de mis hermanos se apresuró a quitar las cadenas que me mantenían atrapada y luego me miró —Chicos— hablo Luther —No quiero interrumpirlos, pero tenemos que salir de aquí, ahora— señaló y yo asentí lentamente. Los miré a todos... Y me tensé al notar que faltaba a alguien y los McClan lloraban.
—¿Y Hades?— el ambiente me dio la respuesta... Los McClan evitando mi mirada, los Hargreeves agachando la cabeza.

No, por favor no...

Entonces mire a Cinco —¿Ha-Hades esta...?— el ojiverde trago saliva con fuerza y tomo mi mejilla, acariciandola con cuidado —Tenemos que salir de aquí, ¿Bien?...— una lágrima rebelde rodó por mi rostro, pero no podía culparme... Hades se había ido...

Sorbí la nariz y asentí para después intentar ponerme de pie, sin embargo, no había comido o dormido en días... Y no tenía idea de que tanto habían metido a mi sistema... En cuanto me puse de pie me desplome al suelo, incapaz de soportar mi propio peso, por suerte, Cinco me atrapó antes de impactar contra el suelo —Ni siquiera puede mantenerse de pie— señaló Klaus con preocupación —Podemos lidiar con ello— aseguró Cinco al tiempo que pasaba uno de mis brazos por encima de sus hombros y rodeaba mi cintura con su brazo —El punto es salir de aquí— le secundó Luther e imitó el gesto de Cinco —¡Llévanos de vuelta a La Academia!— demandó Hanna aún temblando. Cinco suspiro y les indico a todos que se tomarán de las manos, cosa que obedecieron, y entonces nos teletransporto... Aunque claro que no podía ser tan fácil...

Aparecimos en medio de lo que parecía ser un campo. El frío de la noche me golpeó de golpe y la nieve impactó contra mi piel haciendo que cerrara los ojos con fuerza y empezara a temblar —¡¿A dónde mierda nos trajiste, Cinco?!— escuche gritar a Hanna. Me obligue a abrir los ojos y mire al ojiverde a mi lado que miraba todo con miedo y preocupación —N-No lo sé... Yo hice la teletransportación a La Academia, lo juro— exclamó nervioso.

Y entonces me di cuenta de que había algo que me estaban ocultando.

Cinco estaba demasiado tenso y parecía realmente asustado, el resto de los chicos estaban igual, pero algunos miraban ciertos puntos fijamente y Allison y Luther compartían una mirada, una que parecía ser una despedida...

—No creyeron que las cosas serían tan fáciles, ¿O si?

Forcé mi vista para poder ver a La Encargada entre la nieve, igual de despreocupada que siempre y no estaba sola... Un montón de asesinos temporales yacían a su espalda, todos con máscaras puestas y sus armas listas para acribillarnos —Te lo dije, Cinco... Que la chica sería mía...— contuve la respiración y mire a todos sin saber que hacer... Ellos ya estaban en posición de combate. La Encargada soltó una risa burlona —¿De verdad creen que ustedes podrán contra esto?— exclamó mientras señalaba a su ejército con un ademán —Mo-Moriremos aquí antes de permitir que esclavices a uno de los nuestros— dijo Klaus con voz temblorosa pero firme —Sí... Supongo que morirán en vano...— la sonrisa lobuna que se formó en los labios de aquella mujer me alertó —Mátenlos— ordenó y el rugido de las balas resonó...

Fue como si todo pasara en cámara lenta... Las balas se acercaban a nosotros amenazando con acabar con la vida de todos los presentes... Los McClan... Mis hermanos... Era algo que no podía permitir...

Sentí como todo dentro de mi se detenía un momento, pude sentir el dolor de mi corazón al dejar de latir por un segundo cuando esparcí mi energía de golpe enfrente de mis hermanos para protegerlos al tiempo que cerraba los ojos con fuerza y gritaba por el dolor que el uso de mis poderes me causaba —¡Ocho, no!— grito Cinco a mi lado, pero yo no me podía permitir verlos morir —¡De-Debemos pelear!— grité mientras los miraba a todos. Fue entonces cuando el ambiente cambió. El miedo asfixiante que nos impedía respirar se esfumó de golpe y en su lugar llegó el aire denso cargado por el orgullo de mis hermanos y nuestras ganas de sobrevivir. La Encargada pareció notarlo, pues Justo cuando Diego avanzó, ella se teletransportó —¡¿Qué crees qué haces?!— oí gritar a Allison —¡U-Usar mis habilidades!— Diego extendió las manos hacía enfrente y todos los trozos de metal que salían disparados hacía nosotros se detuvieron, yo entreabrí los labios y mire a Diego sorprendida quien soltó un grito y con un ágil movimiento redirigió las balas a los asesinos temporales, derribando a muchos de ellos...

De nuevo, todo se volvió más lento. Lo primero fue mi cruce de miradas con Cinco, el chico me dedicó una mirada que claramente decía "Tengo que hacerlo" mira a Luther y luego a él para finalmente asentir. Ambos chicos parecieron entenderlo, pues me dejaron con cuidado sobre la nieve, y entonces empezó...

Luther se lanzó contra los asesinos, jamás lo había visto pelear de esa forma, los derribaba con un solo golpe y puedo jurar que escuchaba sus cráneos romperse al entrar en contacto con el puño de hierro del rubio.

Diego, por su parte, manipulaba las balas, las redirigía a quienes las disparaban hasta hacerlos dudar de sí esa era una buena forma de atacar.

No podía escuchar claramente lo que Allison decía, pero cada que se acercaba a alguien, esa persona se llevaba una mano al pecho y caía inerte al suelo mientras ella simplemente iba por el siguiente o peleaba cuerpo a cuerpo.

Klaus avanzó decidido y con firmeza, mirando fijamente al ejército frente a él —¡Klaus!— Ben lo miraba con preocupación, e incluso un rastro de miedo teñía su mirada —Estaré bien— aseguró el ruloso con una sonrisa para después devolver su vista al frente —Se que puedo con esto...— lo vi inhalar hondo y después extender sus manos al frente. La nieve pareció abrirse... Y de ella empezaron a salir un montón de personas, algunas ya en los huesos, otras tenían heridas leves, a otras apenas se les estaba cayendo la piel, pero todas parecían almas azuladas...
Klaus gritó y abrió los brazos de golpe, haciendo que todas las almas que acababa de invocar se lanzaran contra los empleados de La Comisión, peleando bajo su mando.

Cinco me miro un momento, era claro por su mirada que no sabía si pelear o protegerme, pero yo estaba completamente consciente de que esto era mucho más grande que yo, no se trataba de salvarme, se trataba de salvarnos...
—¡Ve, estaré bien!— aseguré con una sonrisa forzada.
El chico asintió no muy convencido y pronto lo mi teletransportarse de un lado a otro del campo sin parar, derribando a sus oponentes, llegándoles por la espalda, luchando por proteger a su familia mientras la sangre lo salpicaba.

Ben también peleó, desde el momento en que vio como Klaus se lazo a la pelea, él hizo lo mismo, se desabrochó el saco y su camisa, liberando al monstruo dentro de él. A veces me costaba un poco enfocar la mirada, pero podía ver los tentáculos ir y venir mientras aplastaban a los oponentes.

Vanya también estaba peleando. En el aire, la castaña redirigia el sonido de las balas y cualquier otro que pudiera aprovechar, potencializándolo para atacar a La Comisión, derribando a decenas de asesinos a la vez.

Y no éramos los únicos... Los McClan se unieron a nosotros...

Hanna ya parecía cansada, pero nunca se detuvo. La pelirroja envolvía a varias personas en llamas vivas y ardientes, quemándolos vivos mientras peleaba cuerpo a cuerpo, y a los que tenía más cerca les quemaba la cara hasta derretirla...

Sasha se veía muy diferente a cómo luce siempre, no parecía enferma o frágil, se movía con una agilidad impresionante mientras peleaba cuerpo a cuerpo con varios asesinos a la vez, ya tenía algunas heridas, pero ni siquiera parecía advertirlo, ella siempre mente seguía luchando.

Y luego estaba Harry. En un principio no entendí muy bien lo que estaba haciendo, mirando a todos y concentrándose en ellos, hasta que me di cuenta de que trabaja en equipo con Sasha... Cada persona en la que Harry se concentraba parecía desorientarse, buscar algo, o alguien, fue entonces cuando recordé que Harry podía hablar con la mente. Él los desorientaba para que Sasha los atacara...

De ese modo, con esa vista, viendo a todos pelear y a los asesinos de La Comisión caer uno a uno, parecía que teníamos esperanza... Parecía que podíamos ganar...

Que estúpida fui al creer que sería así...

EXTRA ORDINARIO (Cinco & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora