"Otra noche con Ella"

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_Cinco_

____ no bajó a cenar, papá se había ido, Pogo estaba ocupado y mamá estaba lavando la ropa así que solo los hermanos estábamos en la cocina en total silencio.

—¿Por que vienes tan sonriente?— hablo Klaus de repente viendo hacia la puerta.

Con el paso del tiempo todos habíamos aprendido a ignorar a Klaus cuando hablaba con personas que no parecían estar en la habitación puesto que todos estábamos conscientes de su poder, pero esta vez su plática me llamó la atención:
—¡¿Qué hiciste que?!— exclamó —Pero... Sí, lo sé y estuvo bien pero... No me digas que te gusta... ¡No puede ser, tú estás muerto no te puedes enamorar de..!— algo me intrigó mucho, pero Luther interrumpió y no me dejó terminar de escuchar que estaba pasando —¿Con quién hablas?— dijo el rubio y Klaus puso su típica cara de "Me atraparon" así que solo comenzó a reír torpemente y se aclaró la garganta —Asuntos de muertos— se limitó a decir y clavó la mirada en la mesa —¿Qué ibas a decir?— me atreví a preguntar —Nada— dijo y tomó una cucharada de cereal —Niños— todos dirigimos la mirada a la puerta, donde Pogo se acababa de parar —Su padre tuvo que adelantar su viaje así que ya salió y ustedes mañana podrán tener su celebración— todos bullearon y demás, yo solo podía pensar en que ____ no estaba de humor para disfrutarlo —Mañana se podrán levantar hasta tarde, ¿A las 9 les parece que se sirva el desayuno?— preguntó con una sonrisa y todos asentimos. Llegamos a unos cuantos acuerdos más y después nos fuimos a nuestras habitaciones.

Por segunda vez no podía dormir, estaba dando vueltas en la cama pensando en que hacer para que ____ se sintiera mejor cuando tocaron suavemente mi puerta. Me quedé quieto un momento con los sentidos alerta para confirmar o ver si solo había sido mi imaginación pero el sonido se repitió.

Me paré y caminé rápido hacía la puerta abriéndola con sumo cuidado y sorprendiéndome al ver quien había tocado —¿____?— ella estaba ahí, parada, con mi camisa blanca que le quedaba grande, mi pants, descalza, el cabello amarrado en una coleta baja y los ojos rojos e hinchados.

Ha estado llorando...

—Ho...— suspiró —Hola— tenía la cabeza gacha y una mano agarrada a su codo —¿Estas bien?— pregunté preocupado —Sí, es solo que...— titubeó —¿Puedo dormir contigo esta noche?— masculló entre dientes y tímidamente. He de admitir que su petición me tomó un poco por sorpresa.

¿Pero cómo negársela?

—Por supuesto— respondí haciéndome a un lado para que ____ pasara. Ella entró, me aseguré de que nadie nos haya visto y cerré la puerta con llave a mi espalda —Ponte cómoda— dije inseguro. Yo siempre había sido muy confiado conmigo mismo, pero ____ siempre me ponía nervioso e incluso había ocasiones en las que con el simple hecho de verla mi mente se quedaba en blanco.

—Gracias— habló y me trajo de vuelta a la realidad.

La castaña se acostó en mi cama y se recorrió a un lado. Yo no dudé en ir a acostarme con ella. Me recargué en mi lado derecho y quedé mirándola de frente —¿Qué tienes?— me atreví a preguntar. ____ me miró a los ojos y los suyos comenzaron a llenarse de lágrimas —No me crees una asesina, ¿Verdad?— masculló y su inquietud me tomó por sorpresa —¿Qué?— exclamé y la primer lágrima rodó por su mejilla —Por supuesto que no— respondí tajante —____— tomé su rostro en mis manos y limpié sus lágrimas con mi pulgar —No eres una asesina. De por sí es difícil controlar nuestros poderes conociéndolos, si no los conoces es aún peor y lo que hiciste, lo hiciste por cuidarnos, no hiciste nada malo, no mataste inocentes ni nada. No eres una asesina, eso grábatelo bien porque está no es la última vez que lo harás y no es la primera vez que te verás las manos manchadas de sangre— todo lo que le estaba diciendo era real, yo había pasado por eso —Pero cuando te das cuenta de que todo es por proteger a los que quieres, entonces todo mejora— ella apretó los ojos mientras más lágrimas caían —No llores— pedí en un susurro, sentía un nudo gigante en la garganta y una horrible presión en el estómago al verla llorar —Te ves hermosa cuando sonríes— lo dije sin pensar. ____ abrió los ojos y me miró, aún en la oscuridad podía ver su rostro ahora sonrojado. La chica sonrió con desgane —Gracias Cinco— susurró —Ahora a dormir pequeña, ¿De acuerdo?— ella asintió y se acurrucó en mi pecho. Una enorme ola de calor y paz me inundó al sentir su aliento en la unión de mi cuello y mi hombro, y sus manos posadas suavemente contra mi pecho.
Un brazo lo pasé por debajo de su cabeza, acercándola más a mi y con el otro rodeé su cintura y así, una vez más, pude dormir tranquilo sabiendo que ____ estaba a mi lado...

EXTRA ORDINARIO (Cinco & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora