"Celos"

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_(T/N)_

Pogo nos dejo tener el resto del día libre mientras él analizaba nuestros comportamientos junto con mamá —Reunión de emergencia en mi habitación, ahora— masculló Allison entre dientes. Todos intercambiamos miradas pero finalmente fuimos tras ella los integrantes de La Academia Umbrella —Eso qué pasó en el entrenamiento fue una deliberada señal para iniciar una guerra, quise ser linda pero no permitiré que esos imbéciles quieran venir a dañar a mis hermanos— exclamó Allison vuelta una furia.

Jamás la había visto tan molesta...

—No los dejaremos actuar así— sentenció Vanya con las mejillas rojas del coraje —Pero no todos se han comportado mal— masculló Ben —Es cierto— apoyé —Sasha y el chico pelirrojo no fueron groseros, Hades tampo...—.

—Claro, sobre todo él.

Miré a Cinco, quien había dicho eso —¿Disculpa?— exclamé mirándolo con el ceño fruncido —Parecen muy amigos, lo único que faltaba era que lo defendieras— se quejó y yo me eché a reír con toda la intención de hacerlo enojar —¿Celoso?— el me miró como si lo hubiera abofeteado —Yo no me pongo celoso de cosas como... Él— escupió con superioridad —Oh si claro, como sea— torcí los ojos y le di la espalda al ojiverde —Como sea, ahora tenemos a nuestros enemigos bajo la misma casa, debemos estar más juntos que nunca ¿Entendido?— Luther nos miró a todos que asentimos por turnos —Bien, que empiece la guerra—.
Salí de la habitación de Alli con intenciones de irme a mi habitación pero Ben me alcanzó —Hola ____— dijo sonriéndome —Hola Ben, ¿Qué pasa?— le devolví el gesto —Solo... Quería saber si quieres tocar el piano conmigo, como el otro día— dijo con timidez —Oh, claro que sí— respondí y juntos nos dirigimos a la sala de música —¿Tocamos juntos?— pregunté y él asintió pero justo antes de sentarnos, Klaus apareció —Oh Ben, aquí estás, iré con Diego y Vanya por donas y quería saber si querías venir— Ben me miró y yo le sonreí —Tranquilo, ve, ya será otro día— Ben me sonrió y caminó hacía la puerta —____ tú también puedes venir— dijo Klaus sonriente —No, estoy bien, vayan ustedes—. Nos despedimos y finalmente se fueron, dejándome a solas en la habitación; suspiré y comencé a tocar, recordando cuando papá tocaba en casa mientras mamá y yo bailábamos a su alrededor riendo. Una lágrima rodó por mi mejilla pero seguí tocando con una sonrisa —Pero que hermosa melodía— me giré y vi a Hades en el umbral de la puerta —Gracias— murmuré y me limpié las lágrimas —¿Estás bien?— preguntó el chico en tono dulce y se acercó a mi —Mi padre solía tocar el piano, el me enseñó... Solo... Lo recordé— confesé con sonrisa nostálgica —¿Donde esta el ahora?— preguntó —Mis padres están muertos...— susurré —Oh, lamento haberlo sacado a tema...— dijo el con pesar —Esta bien, supongo que es mejor recordarlos que olvidarlos— ambos sonreímos con desgane —Oh, ¿Puedo tocar?— miró un viejo violín arrumbado en una esquina y camino a él —¿Sabes tocar?— pregunté sorprendida —Algo— el chico lo tomó, lo afinó y comenzó a tocar el fantasma de la ópera con una agilidad impresionante. Me acomode en el banco del piano y lo acompañé pasando mis dedos sobre las teclas, aunque he de admitir que era difícil seguirle el paso. Tocamos la canción completa y ambos terminamos con la respiración acelerada —Tocas hermoso— dijo el chico sonriéndome —Lo mismo digo, haces magia cuando tocas— las mejillas de Hades se tiñeron de un ligero color carmín que me lleno de ternura —Bueno, en una vida llena de violencia y presiones, es bastante bueno aprender un poco de delicadeza— dijo encogiéndose de hombros; ambos sonreímos y nos quedamos mirándonos fijamente.
Era muy curioso como un chico tan imponente como Hades podía resultar ser tan tierno y delicado, era prácticamente perfecto, balanceado, su violencia y su delicadeza juntos en una perfecta mezcla que combinaba a la perfección con sus ojos azules...

—¿Que hacen solos aquí?

Ambos miramos a la puerta, Cinco estaba parado ahí, mirándonos con una sonrisa psicopata —Estábamos tocando— dijo Hades como si nada.

—¿Tocando que exactamente?
—¡Cinco!— grité.

Hades lo miró con el ceño fruncido y después pareció captar las intenciones de Cinco, por lo que se sonrojó violentamente —Que mente tan enferma tienes— susurró Hades —¡No tienes idea!— exclamó Cinco comenzando a caminar hacia el pelinegro —¡Te calmas!— exclamé molesta. Cinco me miró, abrió la boca para hablar pero la cerró de golpe y se teletransporto a algún lugar —Ay Dios— suspiré —Le gustas— dijo él por lo bajo —¿Qué?— pregunté con verdadera sorpresa. Hades sonrió con desgane y me miró —Y a ti te gusta él, ¿Verdad?— me quede callada, no sabía que responder a eso —Bueno— Hades dejo el violín a un lado y me sonrió ahora con más entusiasmo —Entérate de que no me rendiré tan fácil, Ocho Hargreeves— le sonreí y el chico se fue sin más.

Tengo que ir a ver qué pasa con Cinco...

EXTRA ORDINARIO (Cinco & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora