"Incidentes"

283 17 4
                                    

_(T/N)_

Había un ambiente terriblemente tenso —Bueno, nos veremos en un tiempo Chicos— dijo el hombre sin más —Hasta luego padre— respondieron los McClan al unísono —Gracias Grace— sonrió y salió por la puerta principal como si nada —Bueno chicos— dijo mamá sonriente —Llevare a sus hermanos a sus habitaciones, ustedes prepárense para entrenar en una hora— la rubia miró sonriente a los otros niños —Síganme por favor— dijo la mujer y comenzó a caminar con los niños en fila india detrás de ella.
Cuando mamá desapareció de nuestra vista Luther tiro las cosas del escritorio de un manotazo —¡Luther!— exclamó Allison y corrió a abrazarlo y a susurrarle algo —¿Por qué tanto alboroto por los niños nuevos?— preguntó Lila —Me pregunto lo mismo— la secunde alzando una ceja y los chicos nos miraron como si nos fueran a matar —¡Son imbéciles!— exclamó Luther furioso —Nos los hemos encontrado en un par de misiones. Ni siquiera son una Academia formal, solo son unos niños estúpidos a cargo de un hombre rico— sentenció.

¿Qué no eso somos nosotros?

—Y siempre se han creído mejores que nosotros— explicó Klaus —Yo no conozco a las niñas, pero los niños son unos idiotas, en espiral el mayor, Ethan— exclamó Cinco detenidamente estirando el cuello y con el brillo psicópata en los ojos.

Así qué hay una historia.

—¡Prefiero arrancarme el pie a mordiscos que vivir con ellos!— gritó Cinco como loco pasándose la mano por el cabello —Y no confió en ellos— Lila soltó una sonora carcajada —¿Hay alguien en quien si confíes Cinco?— dijo en tono cansado —Solo ____— respondió este acelerado y yo senté mis mejillas arder —Como sea, vamos a prepararnos para el entrenamiento e intentemos sobrevivir a esto, ¿Quieren?— dije y todos asintieron —Bien, los veo en el entrenamiento— y con eso huí a mi habitación.

Me puse la camisa roja, el pants negro y los tenis blancos, me até el cabello en un chongo y baje al patio.
Ya todos estaban ahí.

—Bienvenidos sean todos, incluidos los chicos McClan— dijo Pogo con una sonrisa desde las gradas —El entrenamiento de hoy será para desarrollar sus poderes y conocerlos, tanto yo a ustedes como ustedes a sus hermanos— explicó. Los chicos llevaban un traje completo que parecía ser de cuero rojo —Así que les asignaré una pareja para que luchen contra ella...—

—¿Se puede elegir?

Quién había preguntado había sido Ethan —Oh, claro— respondió Pogo —¿Con quieres luchar?— el chico miró Cinco como un depredador antes de cazar a su presa —Cinco— lo llamó —¿Me harías el honor?— sonrió socarrón —Será un placer— respondió el nombrado —Esto no es bueno— susurré.
Ethan y Cinco estaban frente a frente —¿Listos?— preguntó Pogo —¡Peleen!— Ethan avanzó como una mancha borrosa pero cuando se detuvo Cinco ya se había teletransportado delante de él y soltó un golpe seco en su cara —¡Hijo de...—, —¡Vocabulario!— regañó Pogo a Ethan —Ow, ¿Sentido?— se burló Cinco y en respuesta Ethan pateo su estómago dejándolo sin aire. Sentí la sangre hervir al ver como lo golpeaba, pero sabía que no podía intervenir. Cinco rió y se teletransporto varias veces seguidas, haciendo que Ethan corriera de un lado a otro hasta que pareció mareado. Fue entonces cuando Cinco apareció de nuevo frente a él y le pateó la cara tan fuerte que Ethan cayó hacia atrás con la nariz sangrante —¿Ya no eres un asesino Cinco?, Creí que te pagaban bien—  dijo el del traje rojo tendido en el césped.

Oh no...

Con eso bastó para que Cinco perdiera el control, el brillo de sus ojos apareció y se le fue a golpes a Ethan —¡Cinco!— lo llamó Pogo —¡Cinco, detente!— exclamó Allison preocupada —¡Lo lastima!— chilló Sasha. Corrí hacia Cinco, lo tomé de la cintura y lo separe de Ethan —¡Cinco, basta!— exclamé girándolo hacía mi. Él estaba respirando con dificultad y muy acerado, pero se detuvo —Tranquilo— dije tomando su rostro en mis manos —Estoy bien— respondió el ojiverde mirándome —Solo me enojé— dijo distraído, baje mis manos y le sonreí. Antes de irnos, Cinco miró a Ethan que parecía estar luchando por pararse —Supongo que gané— exclamó mirando hacía abajo y siguió andando, pero yo me detuve y le tendí la mano, el labio, nariz y ceja del chico sangraban a chorros —Gracias— dijo el castaño —La próxima vez no lo detendré— le advertí y él solo me miró.
—De acuerdo— suspiró Pogo —¿Quién quiere ser el siguiente?— Hades alzó un brazo —¿____?— me llamó y yo lo miré extrañada —¿Peleas conmigo?— asentí y avancé al frente con él —Quiero ver esos poderes— susurró el chico —Prometo no hacerte daño— dije burlona y el río —¿Listos?... ¡Peleen!— el chico corrió hacia enfrente y brincó, convirtiéndose en una pantera negra en el aire —Sorprendente— dije sonriente, el chico rugió y se abalanzó hacia mi, yo saqué algo de mi energía para impulsarme hacia arriba, di una maromenta en el aire y caí atrás del chico que me miró y ladeó la cabeza, yo imité su gesto —Supongo que es mi turno— murmuré. Hice que los ojos se me tornaran negros y comencé a liberar mi energía poco a poco. Me estaba controlando perfectamente, cosa que me hacía sentir sumamente orgullosa...
Hasta que sentí algo que me quemaba y la sensación se extendió por todo mi cuerpo. Me doble y grite de dolor al tiempo que sentía como si estuviera entre dos fierros gigantes y ardientes —¡Detente!— gritó Cinco a mi espalda pero yo no giré, caí al piso de rodillas, jadeando al tiempo que mi energía regresaba a mi de golpe, herida y sintiendo la espalda quemada —¿Estás bien?— preguntó Hades arrodillándose a mi lado, ahora pareciendo un chico normal —S-sí— jadee aún respirando con dificultad —Señorita ____, acompáñeme a la enfermería, los demás, quédense aquí, no quiero problemas— Pogo me ayudó a pararme y caminamos lentamente hasta la enfermería.

Pogo me sento en una camilla —Levántese la blusa de la parte de la espalda por favor— pidió pero ni siquiera podía mover los brazos —E-esto duele— jadee. Mamá llego corriendo y corto la blusa —Tengo que limpiarte— advirtió y me echo algún líquido —¡AH!— grité ante el creciente ardor, sentía que me arrancaban la piel —¡Para, para, yo puedo!— dije y alce un brazo. Saque un poco de mi energía que poco a poco me fue cubriendo la espalda hasta que esta quedo como nueva y cualquier señal de quemaduras, dolor o ardor desapareció —De ahora en adelante me ayudarás con los enfermos— bromeó mamá y yo reí —Con gusto— dije entre risas —¿Puedo volver?— le pregunté a Pogo, que después de meditarlo un poco accedió —¿Cariño?— me llamó mamá antes de que yo saliera de la enfermería —¿Sí?— pregunté mirándola.

—Dale una paliza.

EXTRA ORDINARIO (Cinco & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora