"Número Ocho"

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_(T/N)_

"Deseo que todo siga siendo normal..."

"Las amo..."

"Te amo.."

Despierta ____, despierta...

—¿Cariño?— sentí como alguien me movía ligeramente por los hombros —¿Si?— respondí un poco agitada por mis sueños —Llegamos— anunció el señor Hargreeves al tiempo que salía del auto. Grace fue la siguiente en salir y me tendió la mano para ayudarme a bajar, le sonreí sin ganas aceptando su ayuda y salí del auto.

Quedé impresionada.

La Academia Umbrella era un hermoso edificio imponente y con un peculiar estilo antiguo pero bastante sobrio, era gigante a lo largo y a lo ancho y pude ver a varias personas que pasaban y miraban el lugar con... ¿Anhelo?

Reginald me puso encima una capa negra y me puso el gorro —Nadie te puede ver hasta que seas anunciada como se debe— él y Grace me flaquearon y avanzamos al interior de la casa. También era hermoso, varios pasillos empezaban desde ahí, un hermoso candelabro rústico se alzaba sobre nuestras cabezas y todo parecía sacado de un cuento de hadas...

Aún así, el lugar tenía un ambiente triste y lúgubre.

De uno de los pasillos se fue materializando una silueta, parecía de un hombre pequeño y que utilizaba bastón, se acercó la luz... Y no, no era un hombre. Era un simio, un simio vestido con traje, que caminaba con ayuda de un bastón, usaba lentes y caminaba como un humano —Señorita ____— habló sorprendiéndome aún más —Es un placer conocerla al fin— me tendió su... ¿Mano? Y yo la estreché con educación —El placer es mío señor...— el simio rió —No me llames señor, solo dime Pogo— pidió con una sonrisa afable —Es un placer Pogo— dije cohibida y un tanto abrumada por toda aquella extraña situación. —El será tu tutor— habló Reginald —¡Niños!— gritó de repente haciendo que pegara un brinco —Bajen, les tengo que presentar a alguien— en menos de dos minutos, ya habían siete chicos en la estancia —Ella es Número Ocho y será su nueva hermana— sentenció y todas las miradas se centraron en mi, haciendo que me sonrojara, sobre todo por la de un chico pelinegro de ojos verdes que no se molestaba en ocultar su molestia —¿Y sus modales?— Habló el señor Hargreeves con tono de reproche atrayendo mi atención y haciendo que rompiera el contacto visual con el chico —Preséntense— ordenó y el primero en dar un paso al frente fue un joven rubio de mandíbula cuadrada.

—Mi nombre es Luther y soy el Número Uno.

El siguiente fue un moreno de cabello negro que tampoco parecía muy contento con mi presencia —Soy Diego, Número Dos— habló sin mirarme.

Una chica morena de cabello negro y rizado dio un paso al frente con una sonrisa amable —Soy Allison, Número Tres— dijo y yo le devolví la sonrisa con timidez.

Un chico que parecía estar hablando con otro de ojos rasgados y tés morena fue el siguiente —Ah, lo siento, yo soy Klaus, Número Cuatro— dijo y me sonrió. El chico a su lado me miró con el ceño fruncido, pero él no se presentó, sino que el siguiente fue el ojiverde con el que había hecho contacto visual en un inicio —Yo soy Número Cinco— habló con tono bajo y sin mirarme.

—Y yo soy Número Siete, Vanya— una chica de cabello negro y largo me sonrió y yo le devolví el gesto.
—¿Por que él no se presentó?— pregunté curiosa señalando al chico de ojos rasgados. Klaus abrió la boca en forma de "O" y todos los demás miraron a donde había señalado —¿De que hablas Número Ocho?— habló el señor Hargreeves —El de los ojos rasgados— respondí con obviedad —¿Puedes verlo?— pregunto Klaus —¿Puedes verme?— pregunto el chico —Claro que puedo, ¿Por que no podría?— hablé con  ceño fruncido y un tanto molesta al sentir que querían humillarme o tratarme de tonta. Todos me miraron sorprendidos, a excepción de Cinco que me miraba con el ceño fruncido y una ceja alzada —¿Quién le mostrará la casa y le enseñará su habitación?— pregunto Reginald dejando de lado el tema. Todos intercambiaron miradas y cuando Allison dio un paso al frente, Cinco se le adelantó —Yo lo haré— dijo sonriendo, pero no fue una sonrisa linda, más bien la clase de sonrisa que te da un secuestrador antes de noquearte y meterte a su camioneta —Bien, hagan lo que tengan que hacer antes de la comida, los quiero a todos puntualmente en el comedor— ordenó el hombre y se retiró sin más —Iré a preparar la comida— anunció Grace con una sonrisa y salió por un lado del pasillo —Y yo tengo que ordenar unas cosas— Pogo se despidió con un ademán y se perdió escaleras arriba.

Mire a los chicos, quedábamos solo ellos y yo y me sentí realmente incómoda.

—Bueno, sígueme— habló Cinco de repente y comenzó a caminar dándome la espalda. Mire a los demás, algunos desviaron la mirada y los demás me sonrieron sin saber muy bien que hacer. Les di una sonrisa tímida y me apresure para seguir a Cinco.

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Actualización de la semana bebés. ❤️

EXTRA ORDINARIO (Cinco & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora