"La Casa"

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_Lila_

Suspiré una vez que perdí al mocoso impertinente de mi ex novio de vista y comencé a caminar hacia el elevador, que era la única forma de salir de ahí según vi.

Al llegar arriba todo estaba completamente solo. Ese lugar era un maldito laberinto, ¿Como se suponía que llegaría hasta mi habitación yo sola? —Tú debes ser Lila— habló alguien a mi espalda haciendo que pegara un brinco —¿Yo qué?— pregunté torpemente, me giré y me di cuenta de que había una mujer de unos 30 y tantos, vestía como en los 50's y se mantenía sonriente —Tú eres Lila, ____ nos habló a todos de ti— sentenció y yo solo hice cara de "Oh ya" —Cariño, tengo que decirte que eres bienvenida aquí, pero no puedo poner en riesgo a tus hermanos, así que cualquier conducta inapropiada tendrá que ser castigada, ¿De acuerdo?—. Habían tantas cosas en lo que acababa de decir aquella mujer rubia...

Eres bienvenida.
Tus hermanos.
Será castigada.
No ponerlos en riesgo.

Yo me limité a asentir lentamente —¿Me puedes decir dónde está mi habitación?— pregunté lo más amable posible. La mujer abrió la boca para responder —Y-yo lo haré— habló alguien a su espalda y entonces vi a un niño moreno de cabello oscuro y rasgos tiernos —Muy bien Diego, gracias. Después se van a dormir, ya es tarde— el chico asintió y camino hasta mi —Hola s-soy D-Diego— me extendió la mano y yo se la correspondí —Lila— dije con una sonrisa de boca cerrada —Sígueme, te enseñaré todo de la casa— dijo y comenzó a caminar.
Yo iba detrás de él en silencio mientras él iba señalando habitaciones y demás —Y en e-ste pasillo— dijo entrando a un corredor largo con diez puertas, cada puerta tenía un número grabado en ella —Esta será la tuya, la nu-nueve— abrió la puerta y vi una habitación sencilla de paredes blancas con una cama, un escritorio, un espejo y un mueble con varios cajones —Te trabas al hablar— señalé entrando al cuarto —¿Y e-eso qué?— masculló el chico a la defensiva —No— me apresuré a decir al tiempo que me giraba para verlo —No lo digo con afán de molestar. A mi también me pasaba cuando era niña— le conté y él me miró con el ceño fruncido —Deberías de tratar de ver la palabra completa en tu mente y hablar lento primero, ya cuando lo vayas dominando, intenta ir más rápido— sonreí tímidamente y el chico me devolvió la sonrisa —Esta bien, gracias Lila— sonrió una última vez y se dio la vuelta, pero se detuvo antes de salir —Y lamento como te t-trato Cinco, hablaré con él— sentenció y se fue.

EXTRA ORDINARIO (Cinco & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora