𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐃𝐄𝐋𝐀𝐍𝐓𝐄𝐑𝐎𝐒 || 𝐈𝐧𝐚𝐳𝐮𝐦𝐚 𝐞𝐥𝐞𝐯𝐞𝐧¹

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ARIANNA SHARP
📍OKINAWA

—Yo no sabia que Claude era de la Alius, íbamos juntos a primaria antes de que me trasladaran a la Royal—. Expliqué.

Me sentía mal, Claude me había mentido, y lo peor era que probablemente tendría que enfrentarme a él.

—Venga va—. Habló Thor—. Ahora que sabemos que Torch no era el delantero de fuego, tal vez sí es el amigo al que buscáis.—Acababa de caer en cuenta de que era verdad.

—¡Es verdad! ¡Vayamos a buscarle!—Mark me tendió la mano y me levanté del suelo.

Todos nos separamos para buscar al peli crema, yo por mi parte, no encontré nada ni vi nada raro.

Cuando oscureció, me acosté en la caravana inazuma, no tenía ganas de ir a la cosa rosa de Nelly de nuevo.

Escuchaba las voces de Jude y de Mark, hablaban sobre Shawn y sobre Axel, de este último de lo mucho que lo extrañaban y que deseaban volver a jugar con él.

(...)

Thor había aparecido en el entrenamiento con una cesta de verduras. La verdad es que tenían muy buena pinta.

Mark le agradeció y él dijo que no era nada.

—¡Arianna!—Escuché la voz de Hurley, nos habíamos vuelto muy amigos.

Tenia un tipo de don para hacerme amiga de los nuevos.

Venía surfeando una ola, salta y cae de pie y en el campo.

—¡Hurley!—Ambos nos damos un abrazo.

—¡Hola Mark, chicos!

—Anda Hurley, que alegría.—Le responde Mark con su característica sonrisa.

—Venía a preguntaros si queréis jugar un partido contra mi equipo.

—¿Tú equipo de fútbol?

—Si, me he metido a un equipo de fútbol.

Ellos empezaron a hablar de lo divertido que sería jugar contra el equipo de fútbol de Hurley.

Yo me dediqué a mirar a la entrenadora, por su cara de disgusto, sabía que no iba a permitirnos jugar.

—Plantearos eso de jugar...—Susurré.

—Es imposible, no os doy permiso.—Zasca.

—¡Qué!—Todos giraron su cabeza cual niña del exorcista hacia la entrenadora.

—Equipo, supongo que no habéis olvidado lo que pasó ayer. Últimamente aparecen rivales qué son cada vez más poderosos, no podemos perder el tiempo jugando con un equipo local de tan poco nivel, eso no nos sirve para reforzarnos.—Explica.

—¡Eh eh, señora entrenadora! ¿Cómo que un equipo local de tan poco nivel? Se está pasando un poco, ¿no cree? Aunque no lo parezca el Mary Times memorial, estuvimos a punto de ir al...torneo Fran, Fron, o lo que sea.

—¿Al torneo de fútbol frontier?—Preguntó Erik.

—Si eso es, pero al final no fuimos por una cosa muy graciosa, resulta que se celebraban las fiestas del pueblo cuando se iba a jugar la final de la fase de clasificación. Y nuestro entrenador se lo estaba pasando tan bien en la fiesta que se le olvidó completamente el partido.

—¿Qué?—Mark estaba flipando, normal, a que clase de entrenador se le olvida un partido.

—Pero cuando quiso darse cuenta ya era muy tarde, habían descalificado al equipo por no tener entrenador.

—¿Hablas enserio?

—Eh, bueno cosas que pasan ¿no?

—¡No, no pasan!

—Bueno en fin un partido es un partido, ¿Podemos jugar ahora o no?

—¿Ahora si podemos verdad entrenadora?

—Por mi haced lo que queráis.—La entrenadora se dio la vuelta.

Yo tampoco me encontraba con los ánimos para jugar un partido. Creo que me echaría una siesta y arreando.

Una vez llegamos me quedé flipando, era el instituto más hermoso que había visto nunca.

—¿Esto es un instituto?—Preguntó Scotty, igual de sorprendido que todos.

Parecía un puto complejo turístico.

Perfecto para mi siesta.

Cuando entramos al campo, no vimos a nadie.

—¿Dónde se supone que está el equipo de fútbol?

Empezaron a petar petardos en el cielo.

—¡Sorpresa!—Gritó alguien en mi oido, yo al darme tal susto, se me cayó mi agua de coco al suelo, gruñí enfadada y recogí el coco ya vacío para tirarlo a la basura.

—¡Sorpresa, sorpresa, sorpesa, tarán!—El entrenador parecía un crío más.

—¿A qué os hemos sorprendido eh a que si?—El entrenador se acercó a mi, yo retrocedi unos pasos muerta de la vergüenza ajena.

—¿Y este hombre es su entrenador?

—¿A qué se lo monta bien?

Hurley empezó presentarnos a todos los del equipo al parecer todos estaban así de locos.

Él último, que parecía ser el más normal, llevaba unos cascos y golpeaba débilmente su dedo índice con su brazo, al ritmo de la música, supongo.

—Este es Cadence Soundtown.

—Un placer conoceros, espero que todos nos la pasemos bien.

—Ah, y tiene un enamoramiento secreto por Ari.—Incluye Hurley.

—¡Es mentira!—El chico estaba rojo hasta las patas.

Escuché a Sue inventarse sus historias de amor raras dignas de novelas turcas.

Yo tampoco sabía que decirle, así que le sonreí amistosamente y me senté en el banquillo apoyando mi cabeza en el hombro de Celia para dormirme lo más rápido posible.

—¡Vamos chavales con todas nuestras fuerzas! ¡Viva el Mary Times, si, Viva el Mary Times!

—Si, yo me vuelvo a la caravana.—Nelly se levantó dispuesta a irse, pero Silvia la volvió a sentar.