𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐃𝐄𝐋𝐀𝐍𝐓𝐄𝐑𝐎𝐒 || 𝐈𝐧𝐚𝐳𝐮𝐦𝐚 𝐞𝐥𝐞𝐯𝐞𝐧¹

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ARIANNA SHARP
📍LA ROYAL ACADEMY

Ahora que sabíamos como se mueven, arrebatarles el balón me resultaba muy fácil.

Recibí un pase de Erik, tendríamos un gol seguro si se la pasaba a Byron, y eso hice.

La sabiduría divina perforó la portería de Caos.

El juego se reanudó, me fue fácil acercarme a la portería, respiré hondo al ver a Gazelle interponerse entre la portería y yo.

Lo miré y su mirada no tenía ni una pizca de gracia, causando mis nervios.

Moví mi mirada hacia la derecha, donde se encontraba Axel.

Sonrió de lado y me guiñó un ojo, lo suficiente para comunicarme que confiaba en mí.

Logré superar a Gazelle y me acerqué aún más a la portería.

Chuté con "Tormenta eléctrica" que no tardó en entrar.

Seguido de mi, Axel marcó otro tanto, Byron otro, Hurley también, volvimos a chutar con el triángulo letal 2, marcando otra vez.

El cabezazo megatón de Mark nos dio el gol número siete.

Torch y Gazelle salieron al ataque, superando a todo el Raimon, yo incluida.

Chutaron al unísono, nombrando a su súper técnica "Ventisca de fuego".

Otro gol en nuestra contra.

Froté mi sien cansada, me uní al círculo que se había formado al rededor de Darren, prestando un cero de atención.

¿Qué se supone que se hace cuando un grupo que dicen ser aliens te marcan once goles sin tú poder hacer nada?

Quiero a mi equipo, y quiero ayudar, pero no sé cómo.

El partido comenzó.

Caos volvía a tener el mando, parece que habían arreglado sus diferencias.

Y el balón lo volvían a tener Torch y Gazelle, cuando pensaba que volverían a marcarnos, Hurley atrapó el balón en el aire, dándole un pase largo a Blaze.

Él avanzó por el campo a gran velocidad, superando el "corta fuego" de un defensa de Caos. Ninguno esperábamos que otro defensa se interpondría, esta vez con un "rompe hielo".

—Mierda.—Dije al ver a Axel en el suelo.

Me acerqué a él.

—Axel...—Susurré mientras sujetaba su brazo, después de que él mismo se levantará.

—Estoy bien.—Sentenció al ver la cara de preocupación de Mark y los chicos.

Gracias al gran orgullo que el delantero de fuego poseía, volvió a intentar superar las súper técnicas de los defensas.

Consiguiendo el mismo resultado.

—Dejadme eso a mí, yo romperé esa defensa.—Habló Byron.

No sabía si el chico era suicida, o si intentaba demostrarle algo a alguien.

—Te estas volviendo loco.—Afirmé.

—Tranquilos, solo os pido que me paséis el balón.

—¿Estás seguro?—Preguntó Mark.

Ya no sabía si el loco era Byron o nosotros que lo apoyábamos en su decisión de lesionarse.

—Esta bien, ¡Equipo, hay que pasarle el balón a Byron!