Quiero ser papá | K. Namjoon

❝18: Father Moments 4/4❞

───── ❝ suceso inesperado y regaños ❞ ─────

Estaban los dos adultos tomando el aire fresco en la terraza mientras esperaban que la hora de salida de sus terroncitos se llegase.

La primavera estaba por terminar y el verano comenzaba a abrirse paso así que el calor estaba fuerte últimamente, las estaciones corrían como si fuese maratón y los niños iban creciendo sin tener la intención de detenerse.

Ahora cursaban el segundo año de educación básica y Namjoon y Seohyun no sabían en que momento sus hijos habían crecido tan rápido. Solo recordaban que un día estaban en el jardín de niños y ahora estaban ya en el nivel básico.

Definitivamente sus bebés estaban creciendo bien.

El teléfono fijo de la casa comenzó a sonar y Namjoon se levantó rápidamente para atender. Minutos después llego casi corriendo a Seohyun quien noto el rostro de preocupación de su esposo.

― ¿Sucedió algo? ―le pregunto poniéndose de pie.

―Jinsu se peleó con un compañero en la escuela y está en dirección. ―la chica se sorprendió por lo que Nam había dicho y en menos de quince minutos estaban yendo directo hacia el colegio.

Si su hijo se peleaba debía haber una razón, ninguno de los dos se peleaba con otros niños sino fuera porque había algo de por medio, además, Namjoon siempre les decía que pelearse estaba mal y que debían dialogar en vez de soltar golpes que podrían lastimarlos.

Al llegar al colegio, ambos padres bajaron preocupados del coche y caminaron a paso veloz hacia la dirección, tocaron antes de entrar, se les concedió el pase y vieron a Jinsu con sus manitas juntas abrazando su mochila mientras Misuk estaba a lado suyo.

― ¿Qué paso cariño? ―le pregunto Seohyun a su hijo en cuanto lo vio.

―Señores Kim lamento haberlos molestado pero su hijo desato una pelea con uno de sus compañeritos de salón. ―comenzó a hablar la directora quien miraba al niño.

―Debe haber una razón, mi hijo nunca pelea porque quiere. ―menciono Namjoon también mirando al pequeño.

―Le pregunte al otro niño y él dijo que éste no hizo nada, solo sintió cuando Jinsu se fue sobre de él. ―los padres fruncieron su ceño confundidos, era obvio que su hijo no era así.

― ¿Al menos ya escucho el testimonio de mi hijo? ―pregunto Seohyun.

―No me ha querido decir nada. ―y fue cuando se dieron cuenta que obviamente si existía algo.

Los dos adultos se pusieron frente a sus hijos, Misuk estaba con la carita baja mientras abrazaba el brazo de su hermanito quien también tenía la mirada baja.

― ¿Ya nos dirán que paso? ―pregunto con suavidad el pelinegro.

―Molestaron a Sukkie. ―con eso dicho los dos padres se voltearon a ver al mismo tiempo.

― ¿El mismo niño al que te le fuiste encima? ―Jinsu asintió―, señora directora, ¿ha escuchado? Lo hizo por defender a su hermana.

―Ese niño molestaba a mi hermanita y papá siempre me ha dicho que la cuide de todo. ―dijo Jinsu al borde del llanto.

―Sí, yo te enseñe a que debes defender y cuidar de Misuk, pero no de esta forma hijo, la violencia no siempre es una opción, tu acción es entendible, eres un niño al final de cuentas. ―beso la frente de su hijo para después limpiarle las lágrimas que ya escurrían de sus ojos.

Seohyun volteo a ver a la directora como pidiéndole que dijera algo, no podía sancionar a su retoño solo porque la defendió de otro niño que la estaba molestando.

―Después de lo que escucho, ¿va a castigar a mi hijo? ―pregunto Seohyun.

―Tiene que tener un castigo. ―contesto la directora.

―Para castigos su padre y yo, me parece absurdo que quiera castigarlo cuando lo único que hizo fue defender a su hermana de ese mocoso que la estaba molestando. ―Namjoon, al ver que su esposa se estaba alterando, decidió tomar a sus hijos y a la chica para salir de allí.

Al llegar al auto los dos niños iban acomodados en los asientos de atrás con cinturón de seguridad mientras los dos mayores se quedaron un rato pensando.

―Es incompetente de su parte castigar a nuestro hijo, para eso seriamos nosotros no ella, pero como mi hijo no hizo nada malo entonces vámonos a comer que esta molestia me hizo tener hambre. ―dijo Seohyun logrando que sus tres amores rieran.

―Eres imposible. ―fue lo último que dijo el pelinegro antes de arrancar hasta el restaurante más cercano.

Si sabía que llevar una familia seria cargar con esta clase de situaciones, pero él estaba feliz, mientras estuviesen juntos y pudieran pasar siempre tiempo con sus hijos, él sería feliz porque era lo que deseaba.

Estaba seguro que, si había situaciones similares otra vez, él se haría cargo en el área de la paciencia y palabras porque Seohyun se prendía muy fácilmente.

Esta era la familia Kim, su familia.