capitulo 35

257 33 2
                                    

Año 4: Los otros

Severus nunca fue una persona de esperanzas.

Esas sensiblerías eran para personas con la capacidad de sentir tales cosas, sin embargo este año cayó en la tontería de sentir la esperanza de no tocar un tema complicado con su ahijado durante sus esperadas reuniones que sutilmente ha atrasado.

Su excusa es indiscutible, como jefe de casa y próximo anfitrión de las otras escuelas es válido ¿no?

Si, les había advertido del movimiento del inframundo de forma anticipada aunque aún no les evito el conflicto cuando se dio cuenta anticipadamente durante el mundial... pero no estaba para enfrentar a los niños y decirles "Sorpresa ¡hay sospecha de guerra! "Aunque eso sería más digno de Black que Severus.

Una cosa buena es que Albus logro mantener a Lupin fuera de su cabello, ese licántropo podía ser igual de impertinente que su montón de amigos cuando lo deseaba casi poniéndolo en evidencia... ahora con Moody consumiendo su tiempo, era un problema menos con que lidiar.

Es preocupante como todo vuelve a activarse poco a poco como lo predijo Albus, el tatuaje pica en su brazo y hay convocaciones de colegas que tenía años de no tratar... todo comienza a caminar a una zona de no retorno, teme por sus hijos aun el tonto de Draco.

El espectáculo que Dafira monto en el mundial causo grave impacto en los involucrados escondidos detrás de las máscaras esa noche pero no es el único bando que se percató de sus habilidades... gracias a los chismosos Weasley.

Albus no ha dejado de mirarlos y no sabe si preocuparse por este interés... o los aspirantes de mortifago que han señalado como rival las destrezas no solo en magia sino en espada de todas las cosas del Lord Black.

Dafira demostró que es un mago poderoso, ágil y adiestrado de una manera intimidante para los testigos... pero sigue siendo un niño, no importa si trae la propia excalibur... si está en manos de Severus los apartaría del negocio turbio de la guerra.

Acepta que es protector, pero es una de las cualidades que Slytherin no se molesta en presumir.

Ahora si esto pudiera evitar ser sermoneado por el primo de su ahijado más problemático será una grata bendición para alguien sin esperanzas como Snape que teme pueda soltar la sopa por las habilidades persuasivas del amable Alphard.

Mira el entorno largamente con ojos penetrantes, piensa que es tonto esconderse... pero es peor estar en la sala de profesores con Moody merodeando el lugar, es un personaje incomodo que gobierna en el caos y sus excentricidades... la verdad le divertía oscuramente el rumbo de las pocas clases que ha ofrecido a unos estudiantes traumatizados con las imperdonables o como sacaba de quicio a su acérrimo rival Lupin.

Pero Alastor tiene la manía de meterse con cualquiera que sienta indigno, siendo Severus un objetivo normal para dichos comentarios de humor negro... si tan solo Marian se animara a hechizarlo sería muy divertido... aunque seguro Minerva los detendría.

La ventana da un pañoso sol, Severus tiene tantas cosas que revisar mentalmente y no solo son las conspiraciones.

Una de estas era la actitud de todos sus estudiantes que nuevamente... como si no se cansaran... han marcado una línea invisible entre los Black, suspira agotado por esta constante ir y venir de tranquilidad para su torturada alma.

De nuevo admira la madurez de su ahijado y primo, porque en verdad cada incidente por año puede llevar a la locura a cualquiera... los desplantes, rumores y miradas de su propia casa... si hubiera sido el mismo, quizás maldecido fuera la mejor opción.

Es difícil ser Severus Snape.

Siempre círculos en temas mortificantes, el pocionista se masajea el puente de la nariz casi redactando una minuta de cada pequeña cosa que necesita su atención... tratar con niños no es su don pero no hay nada que pueda hacer para cambiar de profesión ¿Quién contrataría a un mortifago con el mismo respaldo que Albus le ofrece?

LíneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora