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Capitulo 40

Año 4: La primera

El día aparentaba ser hermoso fuera de las paredes milenarias de Hogwarts... en uno de sus corredores anormalmente solitario, Dafira caminaba sin la necesidad de merodear para monitorear a sus encargos, sobre todo a Harry-kun... se ha dado el día, no soportaría el drama en que seguro se ha convertido el ahijado de su tío con la fecha de la primera prueba a la vuelta de la esquina literal.

Contra dragones.

Ante esto, Gin sonríe malévolamente disfrutando de la desgracia ajena... seguro es problema de Unohana-san a estas alturas y encantado se hace a un lado para permitirles el espacio pertinente para prepararse para esta prueba.

Para el futuro dolor.

No está preocupado por Ukitake, no hay nadie mejor capacitado para esta tontería que su adorable Ototo-san... la estrategia será simple, aunque seguro como el cielo azul no asesinara al dragón porque ante todo el buen corazón de Jushiro se inclina a cuidar a las especies en peligro aun cuando sean capaces de arrancarte la cabeza.

Gin medita mirando el bosque prohibido que tal vez, si llegara a ser la urgencia estará interviniendo para salvar el pellejo de Harry-kun porque si le pasara algo... no soportaría los melodramas que seguro su Oji-san hará al saber a su ahijado en el estómago del dragón.

Aunque esta es un mínimo de probabilidades con lo territorial y protector que es Unohana-san, todavía considera la opción si llegara a ser el caso.

Suspira, se masajea el puente de la nariz comenzando su caminata por los corredores ignorando abiertamente a los alumnos que tienen la mala suerte de toparse.

Tararea al pensar en sus árboles de caqui, tal vez podarlos como no ha hecho desde que inició este año... seguro tiene muchas de esas delicias, Ototo-san encantado ayudara a endulzarlos y los compartirá sin dudar con Mione-chan y Nev-kun para la cena... esto parece un plan para pasar su tarde e ignorar su trabajo acumulado en su habitación además de evitar activamente a Amelia-sensei.

Dafira camina sin pausa relajado, ignorando el entorno y disfrutando su completa soledad, respira plácidamente al salir al jardín siendo tocado por el sol pañoso de este clima con el invierno cercano... extraña la sensación de arrastre de los dementores, pero no estará quejándose, todavía hay un encanto en el bosque prohibido que es un foco de entretenimiento.

Unohana-san aun es la que visita más esa localidad que el propio Ichimaru y no está por quejarse, hay tanto que puede hacer antes de llegar a su límite de tolerancia del Kenpachi, lo volvería a castigar con su constante presencia en sus duros entrenamientos en los que Ukitake no lo salva si empuja de más.

Tararea, evitaría el bosque por el momento.

Mira de nuevo el panorama, el barco en el lago... el carruaje estacionado... cada detalle al que ahora siente familiar de ese colegio que aunque no ama, le da tranquilidad que no ha sentido en su larga vida... es tan distinto a la experiencia como Shinigami.

-Me estoy volviendo nostálgico- divertido niega con sus mechones blancos, ahí parado debajo del marco de la puerta mirando el amplio jardín con un largo suspiro divertido por sus divagaciones... los extranjeros empiezan a salir de sus transportes, era mejor evitarlos antes de que los búlgaros se pongan muy amistosos.

Hace una mueca, el apático capitán de la tercera división medita que retrasara su experiencia cercana a sus amorosos arboles de caqui por el momento con la intención de evitar socializar... así que da un giro para entrar de regreso al castillo pensando que reclutaría (secuestraria) a Nev-kun mas tarde, el mocoso era bueno con las plantas y lo aprovecharía.