—S-sacalo... P-por favor...—gemía rogando por venirse Hinata, después de al menos dos semanas logró presentarse sano y saludable en aquel imperio al instante había terminado en la cama del contrario.
—¿Que quieres que saque pequeño?—Susurró en su oído agitado mientras le penetraba por detrás dejando marcas en toda su espalda y Shoyo arañaba todas las sábanas.
—E-esa cosaaah K-kageyamaah, por favor...—Rogaba entre lagrimas y gemidos hecho un total desastre, y el diablo para torturarlo trataba de golpear aún más fuerte aquel punto que le volvía loco.—Sacalo...—
—¿Esto?—Besó su cuello a la vez que tomaba su pequeño miembro y tocará aquel objeto sexual que se encontraba enterrado en la punta de este, que se decía llamar tapon de metal. Hinata asintió lloriqueando con la cabeza, pero Kageyama le ignoró por completo comenzando a penetrar con más fuerza.—Ya sabes por qué lo pusimos... Tienes prohibido venirte por un buen rato.—
—P-pero d-duele...—
—Todo tu cuerpo dice lo contrario.—Sostuvo su cadera con ambas manos y penetró con aún más brusquedad, mezclando sus gemidos y choques de pieles entre sí.
Se escuchó la puerta abrirse por uno de los pequeños demonios que dio un brinco asustado al ver aquella situación tan comprometedora, Tobio se limitó a gruñir haciendo que aquel ser se huyera. Escuchó a Hinata quejarse avergonzado de la situación,pero sin poder pensar claramente por los movimientos de Kageyama.
El cual ya decidió que era hora de dejar salir todo, sacó aquel objeto de golpe haciéndole venir en un instante, seguido de el acabo en su trasero llenándolo de aquel esperma.—N-no me pongas esa cosa nunca más y cierra la puerta...—Dijo con los únicos alientos que le quedaban.
—Aún así te gusta ¿o no?—Besó su mejilla cariñosamente, ahora solía hacerlo muy seguido. Cosa que volvía loco el corazón del cupido.
—M-me gusta todo lo que tenga que ver contigo...—Se durmió con una sonrisita, confundiendo al mayor. Sabia que en ambos corazones se estaba formando algo, algo que no quería admitir.
Tomo su pequeña mano alzandola para depositar un pequeño beso y proseguir a limpiarle y limpiar todo el desastre hecho. Kageyama Silvo en un sonido solamente audible para los que trabajan para el, mandando a llamar al que había interrumpido anteriormente. El cual temblaba del miedo, tal vez fue el peor error de su vida entrar por esa puerta y si lo era.
—¿Tu sabes lo que significa que hayas visto esa situación?—Se cruzó de brazos mientras salía de la habitación, para dejar descansar a Hinata, junto aquel pequeño demonio que moría de miedo por detras.—Tus ojos vieron algo, pero de tu boca no sale nada. Por que si hablas, me encargaré yo mismo de coser tu maldita boca con hilo y aguja para que no puedas siquiera suplicar perdón.—Atemorizante, eso era lo que no veía el único ser que le veía como realmente era.
—¡Lo siento! S-sepa disculparme, no saldrá ninguna palabra de mi boca de su enamoramiento.—Salió volando lo más rápido posible, dejando estático al diablo por lo que acababa de decir, ¿Enamoramiento? ¿Que ridiculez era esa?
Algo especial, lo era, pero no creía en esas cosas del amor. Su mente estaba concentrado en el realismo del mundo en vez de creer en aquellas cosas.
—¿Mmm? Despertaste.—Sus pensamientos fueron interrumpidos por aquel pequeño cuerpo que caminaba con pocas prendas de ropa y los pies descalzos.—Si quieres puedes seguir descansando, no tenias porqué levantarte.—Hinata aleteo como de costumbre hasta el para sentarse en su regazo, ya era algo rutinario.
—No tenía sueño.—Bajo la miraba nervioso jugando con sus manitas.
—¿Te duele allí abajo?—Negó con la cabeza.—Trate de ser lo más cuidadoso, me alegro de ello.—Las mejillas se le ruborizaron ligeramente.
—¿Puedo volver a trabajar como cupido? Quiero cumplir con mi labor al menos.—
—No tienes porque, ya cumples con tu labor, trabajas para mí ¿no es obvio?—Shoyo negó con la cabeza.
—Yo no diría que fuera un trabajo, más bien es como un pasatiempo, algo que me gusta, no lo considero que fuese trabajo.—Kageyama suspiro entendiendo la situación, pero prefería tener precaución por ciertas cosas que estaban ocurriendo últimamente.
—Más al futuro, las cosas están complicadas y prefiero que estés seguro, cuando las cosas estén más calmas podrás hacer lo que tu quieras, solo... cuídate estos últimos días ¿sí?—Hinata asintió sin queja alguna.
—¿Puedo saber al menos porque tengo que cuidarme?—Kageyama negó poniendo su dedo en su boca en signo de que era un secreto.—Entonces deberías de cuidar otro culo que te tome.—Se hizo el ofendido, ya con algo de confianza al decir algo como ello en broma.
—¿Eh? Pero qué dices enano, que yo recuerde tu eres el que no se a acostado con nadie más que mi, yo debería decir que te busques otro que te lo haga como yo.—
—¿A quién no se le paraba antes de conocerme?—Le sacó la lengua, y ahí Tobio entendió que Sugawara había hablado demás con el menor.—Y me buscaré otro si es así lo que tu quieres.—Intentó levantarse pero la mano grande del diablo le sostuvo de la cintura obligándole a sentarse devuelta. E incluso se asustó un poco al ver ese ceño fruncido, no le había gustado para nada lo último dicho, lo cual había sonado demasiado Enserio, y no en broma como quería.—Era broma, era broma, no quiero estar con nadie más que tú.—Fue completamente sincero.—una pregunta más ¿cuánto es lo que debería cuidarme? ¿Es demasiado peligroso?—
—Demasiado, en lo posible... No te cruces o interactues con ningún dios.—Habló completamente serio, asustando realmente esta vez al pequeño Ángel.
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Cupido y Satan [kagehina]
Fanfiction¿Y si juntaban a Satan y Cupido que tan mal podría salir? Contenido Lemon/+18/hard Contenido Kagehina No se permiten adaptaciones sin mi concentimiento.