🌕Epilogo🌕

6.8K 1K 287
                                    

El equipo festejaba, el Karasuno lo había hecho devuelta, había impresionado a todos en la cancha además de ganar el partido, aquel dúo nuevo resaltaba de veras en la cancha. Tanto entrenamiento, tantas peleas y risas, todas sirvieron para algo.

-¡Kageyaamaah! ¡¿viste como la recibí hoy?!-El pelinaranja comentaba feliz camino a casa bajo la luz de la luna.

-No.-Mintió por orgullo desviando la mirada.

-¡Mientes!¡Hasta te escuché decir "Buen servicio"!-Le imitó y recibió un golpe del más alto.-Tu también lo hiciste muy bien Kageyama.-Sonrió provocándole un sonrojo.

-Siempre lo hago bien.-Continuó caminado a su lado hasta llegar a la parada de autobús. El pelinegro solía esperar a su lado hasta que llegara aquel vehículo.

-Hey Bakeyama... ¿Tu no sientes como si nos conociéramos de antes?-Preguntó mirando las estrellas con una sonrisita. Tobio se quedó pensando, y si sinceramente tenía una pequeña sensación en su corazón.

-Si, algo así. Aún así no digas ridiculeces.-Hinata carcajeó observando como el autobús venía a lo lejos, significaba que era hora de despedirse.

-Tal vez en otra vida fuimos muy mejores amigos, compañeros de guerra o quien sabe, reyes de un gran imperio.-El más alto le miraba con una sonrisa, mientras veía al contrario acercarse emocionado.-O tal vez... Otra cosa.-Se puso de puntitas queriendo robarle un beso, pero por la falta de altura se lo dio en la mitad del labio y en la comisura.-E-este... ¡nos vemos mañana!-Se despidió nervioso y entrando rápidamente al vehículo que acababa de parar.

Y lo observó alejarse y alejarse, mientras el seguía en shock con un gran sonrojo.-Nos vemos...-Sonrió como un bobo enamorado.

Pero ahora solo eran, dos tontos preescolares experimentando los primeros sentimientos del amor.

Cupido y Satan [kagehina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora