Capítulo diecinueve.
Luego de rogarle a mi madre toda una semana desde que me avisaron, por fin accedió.
Una de las sensaciones más emocionante y tenebrosas de mi vida. El pasar dos días junto a las mejores personas que he conocido y el estar cerca de la persona que me rompió el corazón, pero que quiero.
Tantos dilemas, tantas contradicciones. No tengo idea que es lo que quiere Azrael, o lo que tiene. Ya no se ha vuelto a lastimar las manos, pero aún sigue decaído; y no me ha vuelto hablar desde el día que regresamos del parque con Thiago.
Sin embargo, siempre ha estado cerca. Ya no se pone de pie y se va cuando sus amigos me llaman en los almuerzos. Solo se queda callado y se concentra en su comida, aunque no prueba bocado.
El claxon de un auto me hace salir de mi casa con prisa. Abby quedó en ir a verme, para ir juntas.
Pero casi se me paraliza el corazón cuando veo la camioneta de los Quiroga frente a mi casa.
No sé qué hacer, ni cómo reaccionar, solo trago grueso y camino tambaleándome en cada paso.
Veo que alguien baja el vidrio del copiloto y mi sorpresa es aún más grande cuando veo a Abby, Uriel es el que conduce.
Doy un suspiro profundo de alivio porque no es Azrael y me dirijo hacia la parte trasera del auto. Abro la puerta y casi caigo al suelo al verlo sentado ahí.
Ok, solo es un viaje de tres horas, todo estará bien. ¿Verdad?
Medio camino. Los únicos que se la han pasado hablando han sido Uriel y Abby. Azrael no ha emitido palabra, ni yo.
La única poca comunicación que hemos tenido fue cuando abrió su ventana, para fumar, y yo empecé a tiritar de frío, y entonces me dio su abrigo.
Siento que el camino se hizo más corto cuando la camioneta se detiene. Pero no veo ninguna casa de campo.
- Pasaremos a comprar alcohol y comida. – Uriel habla en un tono que nosotros podamos escuchar. – Jordán está cerca, él nos llevará. Ustedes adelántense.
No tengo idea de qué hacer cuando Azrael se baja e intercambia roles con Uriel. Abby también se baja.
- Te veré en la cabaña pequeña. – me dice antes de bajarse.
- Que, pero...
Ellos se fueron. Y una vez más, me quedé sola con Azrael.
- Rachel.
La voz de Azrael me hace ponerme derecha en el asiento dando un respingón.
- Pasa adelante. No soy tu maldito chofer. – gruñe con la mirada al frente y yo lo obedezco.
Silencio. ¿Alguna vez se han encontrado en una situación parecida? ¡Es una completa tortura! Tener a la persona que me vuelve loca a mi lado y no poder decirle nada porque hasta el momento solo me ha demostrado que es un completo idiota.
Los minutos pasan y yo no puedo más con el incómodo silencio. Me inclino un poco y presiono un par de botones para colocar música.
Es una instrumental, gracias al cielo. En este momento siento que cualquier canción de desamor iría conmigo y ruego para que no pase ninguna de esas.
Termina la instrumental y el sonido de un piano me hace reconocer al instante de cual se trata.
"All of me". La mejor canción del puto mundo. Y describe exactamente lo que siento por él.
Me muerdo la lengua para no empezar a cantar como loca poniendo en evidencia que es mi canción favorita y me decido a bajar la ventanilla para ver el paisaje.
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Todo Comenzó Con Tu Mirada
Romance¿Alguna vez se han enamorado? Y no, no me refiero al "estoy enamorada del chico más perfecto de la preparatoria" como lo creía yo, me refiero a ese amor que no solo se mete en tú cabeza, sino también en tú corazón, a ese desgraciado amor que aparece...