La música que generan las olas al reventar contra la orilla, esa hermosa sonata que anuncia la llegada de una tormenta.
Esa tal vez era mi música favorita, la mayoría detestaba las tormentas pero a mí me parecían perfectas, como todo se intensificaba, como rugía las grandes fuerzas encima nuestro y simplemente luego era callada.
Tal vez por esa razón me gustaban tanto, creía parecerme a ellas.
—¿Qué crees que pase?— Susurro Lee en mi oído.
Estábamos rodeadas de Anfinitas, el tohutohu había declarado que debíamos quedarnos en su sala principal mientras ellas y nuestras soldadas salían a averiguar porque un barco merodeaba nuestras costas.
—Las matarán —dije en un susurro, la cara de Leia me dejo en claro que no debí de ser tan literal.
Pero la dulce joven en el fondo sabía que yo tenía razón, no era la primera es vez que Anfinitas y Sirenas de otros lares intentaban entablar relación con nosotras, pero la única relacióname lograban obtener era la muerte.
Se preguntarán ¿Que sucedía con los barcos? Yo también ansiaba saber la respuesta.
—Creo que esta vez te puedes llegar a equivocar —mencionó Lee indicando hacia la ventana.
Mire intentando acostumbrar mis ojos para ver más allá de la oscuridad que la noche nos ofrecía.
Leia tenía razón, me estaba equivocando.
Las Anfinitas estaban anclando el barco, mi madre y el tohutohu caminaban rápidamente hacia acá y algunas soldadas llevaban a dos personas.
Esas Anfinitas lejanas por alguna razón estaban tapadas, algo que no quería que viéramos o notáramos estaba ocurriendo y fuera lo que pasara presentía que era muy grande.
Mi madre junto al tohutohu entraron en la habitación, en su mirada se notaba el terror, lo que sólo ocasionaría una gran avalancha de preguntas.
—Hermanas debemos de contarles la eminente amenaza que hoy llegó a nuestras costas — Declaro mí madre.
¿Amenaza?
—Se preguntarán ¿porque eh dicho amenaza?— Justamente es lo que me preguntaba — pues la verdad es que lo que llego en ese barco no eran Anfinitas... Más bien eran Tritones — por todas partes se sintió un gran murmullo
>>Tritones tan evolucionados como nosotras — grito mi madre intentando calmar la multitud— No sabemos quiénes son, que quieren y mucho menos sabemos hace cuando evolucionaron pero no teman, cuídense y garantizaremos su seguridad.
Tritones
Las Anfinitas salieron entre murmullos de la sala, Leia me tomo del brazo y me jalo guiándome hasta mi habitación.
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Kihi
Short StoryGracias a una guerra las sirenas evolucionaron hasta las Anfinitas, sirenas de la tierra, estas mujeres no tienen cola sino que piernas con algunas escamas. El mar es prohibido para estas hermosas mujeres pues ese es el territorio de los tritones y...