Kihi

20.ora

La vida y la muerte, opuestos e iguales.

Hay veces que pienso que puedes vivir mientras estás muerto, no hablo de que muera tu cuerpo a lo que me refiero es ese dolor que sientes en tu interior tan grande que crees que estás muriendo, claro luego recuerdo que el dolor significa que estás vivo y si en verdad estuvieras muriendo no te despertarias todos los días.

La vida duele más que la muerte, el amor y la traición son lo que más duele porque aunque se puedan considerar opuesto son una afilada daga cuando se unen.

El pasado duele...

-Selene Ocea debemos entrenar - declaró una de mis antiguas profesoras.

Yo asentí suavemente, ella me extendió tres dagas de distintos tamaños, sabia perfectamente que la mas grande era para combate frente a frente, la mediana era para atacar por la espalda y la chica era perfecta para atacar a distancia, eso sí lograba lanzarla perfecta.

-Hoy peleara contra Leia- exclamó, pequeña Lee apareció por el camino del bosque con una mirada cautelosa.

En este lugar no podríamos demostrar nuestra amistad, debíamos luchar pero en secreto sabíamos la fuerza que debíamos aplicar para que doliera pero no lastimar.

Lee me miró con un brillo especial, no era miedo pero tampoco estaba tranquila, odiaba los combates eso era lo que nos diferenciaba.

Mientras yo disfrutaba la pelea, Lee disfrutaba la paz y la tranquila, aunque con el tiempo se tuvo que acistumbrar a mis peleas.

-¿están listas?- preguntó la anfinita

Ambas asentimos, una de las reglas de la batalla: salida a tu oponente y da dos pasos hacia atrás.

Luego realizado esto esperamos a que dieran la orden para atacar, impaciencia y con adrenalina miraba seriamente a Lee.

Comenzó atacando ella, con cada movimiento que daba algo en mi crecía una sed que tarde o temprano me destruiría y que al final me dejo acá...

Esa sed de sangre, de libertad me condenó de tal manera a hoy estar pidiendo un simple vaso de agua para poder sobrevivir.

Me recosté sobre la pared de roca intentando absorber el frío que está emanaba, pues mi cuerpo ardía en desesperación una muy parecida que había sentido la primera vez que me rogaron...

Cuando cumplí 17 lunas tuve una fiesta muy simple a la cual asistió casi toda la aldea, recuerdo como dentro de tantas anfinitas se perdió mi elegancia y simpatía.

Recuerdo cada detalle de esa fiesta pues fue la peor de todas, todo estaba decorado de un color crema, incluso mi ropa era de ese color, todas estaban muy elegantes esa noche y con una sonrisa gigantesca.

La comida era exquisita, la musica sonaba alegremente y varias anfinitas deslumbraba en la pista de baile, todo era perfecto hasta que mi madre se subió a un escenario improvisado.

En ese momento sentí curiosidad, tal vez algo de entusiasmo pues pensé que me diría algo sumamente especial pero en lugar de eso declaró:

-Muchas gracias a todas las presentes es un honor que están acá junto a nosotras celebrando el cumpleaños de Selene y como ya les había mencionado esta noche es muy especial pues en este mi hija deberá despojar a una de las grandes bailarinas que hay en el centro- con una sonrisa de oreja a oreja mi madre dejó que continuará la fiesta en cambio a mi se me cayó el alma.

Todas las chicas me sonreían incluyendo a Leia, me sentía ahogada con cada paso que daba en ese lugar sentía que moría, pero no podía dejar que lo notarán pues la mirada penetrante de mi madre estaba siempre sobre mí.

Ese mirada que decía "gané", la presión y el temor a perder esta guerra con mi madre me hicieron tomar una decisión que cambiaría mi fama, adiós a la perfecta Selene...

Comencé a bailar con algunas Anfinitas, hasta que encontré a una bellísima su cabello marrón le llegaba hasta el trasero, sus ojos verdes esmeraldas brillaban con algo especial, su cuerpo era perfecto, unas curvas bien definidas y claramente esa chica no quería comprometerse pues seguramente era mayor que yo.

-Disculpa ¿tu nombre es?

-Alle -declaró con esa mirada misteriosa

-Debo suponer que no estas acá por un compromiso -murmure cerca de su oído acercando su cadera a la mía, ella sonrió.

-Supones bien princesa -declaró en forma de burla, yo sonreí.

-Ven conmigo - Alle me tomo de la mano y me siguió a través de la fiesta, sin que nadie lo notará nos escabullimos hasta la sala de mi hogar.

Alle sonrió picaramente - sos muy joven, deberías estar buscando pareja - murmuro en mi oído mientras jugueteaba con mis senos.

-¿A vos que te paso?- susurre para bajar a su cuello y morderlo.

-Una solterona de 29 años ya no puede encontrar pareja- declaró pero ya era tarde para contestarle algo, pues el deseo me hacía arder cada parte del cuerpo.

Y solo existía una manera de extinguirse: dominando a esa mujer.

Empecé con besos fuertes y agresivos, no estaba para perder el tiempo deseaba tenerla ya.

Mis besos fueron bajando hasta desprender su vestido, lo lance lejos y me concentre en sus grandes y duros senos.

Ella aprovecha la oportunidad y desprendió mi vestido bajándolo lentamente, no se detuvo en ningún lugar, su mano fue directamente a mi zona intima.

Sentí su mano helada en mi zona, comenzó a hacer movimientos circulares hermanado ola de placer a todo el cuerpo.

Rápidamente me recostó sobre la mesa que había y comenzó a succionar la zona, acompañada de sus dedos.

Sentia el orgamo, estaba a punto de estallar cuando las luces se prendieron dejando a la vista a mi muy enojada madre.

Lo que sucedió luego es que la mataron la mañana siguiente, clato de esto no se enteró  nadie ¿ Como podrían saber que la princesa tuvo una aventura?

Al menos quedó algo  bueno de esa noche, pues logre no comprometerme, lo malo es que tuve que sacrificar a una buena y muy caliente anfinita.

Perdón Alle pero todo fue por... sobrevivir.

Decirles feliz navidad y  año nuevo el 12 de enero es medio raro pero de igual manera una gran saludo y los mejores deseos para todos.

Les deseo un grandioso año a todos y bueno como verán esperemos que este año si pueda volver a escribir.

Los adoro🥰