Gracias a una guerra las sirenas evolucionaron hasta las Anfinitas, sirenas de la tierra, estas mujeres no tienen cola sino que piernas con algunas escamas.
El mar es prohibido para estas hermosas mujeres pues ese es el territorio de los tritones y...
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Amor, en verdad no tengo ni la menor idea de como describirlo pero esa simple y potente palabra es la única manera de explicar como estaba sentada en una mesa gigante junto a los reyes y príncipes de la isla, también estaba Aleia, Leia y Ivannus.
El ambiente estaba mas tranquilo de lo que esperaba, Aniden le contaba sobre el viaje a su padre, la reina y Aleia hablaban como si fueran mejores amigas, Lee tenía su mirada fija en mí y de vez en cuando aterrizaba en Ivann, Asher era el simplemente cenaba con la cabeza gacha, mientras que yo miraba a todos, eran como una familia, una a la que simplemente yo no pertenecía.
Suspire pesadamente, estaba cansada de fingir paz mientras que los demonios en mi interior gritaban guerra.
—Así que Selene ¿cómo estás pasando? – la voz de su majestad me transportó nuevamente a la realidad, dejándome en medio de varios ojos esperando mi respuesta.
—Excepcional su alteza— declare fijando mi vista en unos ojos oscuros casi negros.
En verdad esos ojos me hicieron acuerdo a los de los hermanos Co'nan pero los ojos de los chicos eran un poco más claros.
—Los chicos me comentaron todas las aventuras que vivieron juntos, incluso sobre tus poderes— así que por eso me hablas...
—Supongo que no se ve todos los días— recalque con una sonrisa amable, mi mirada se fijó en Aleia.
—Supones bien, tus poderes son increíbles nadie en nuestra familia los había heredado hace cien años— declaro mi madre, aunque intente no mirarla para mi mala suerte estaba sentada frente mío, en pocas palabras se me hizo imposible ignorarla.
Una risa burlona a mi lado me desconcertó, mire a quien era el provocante de esa risa tan melodiosa encontrándome con esos ojos diferentes.
—Perdónenme— declaro volviendo su rostro frio como un iceberg.
Me encantaría saber lo que estaba pensando en ese momento, que había causado esa risa burlona y que sus ojos destellaran de alegría.
—En fin si me disculpan altezas me encantaría llevar a Selene por un recorrido— menciono Ivannus sacándome de mis pensamientos.
—Claro.
Me levante muy cordialmente y seguí a mi hermano lo más rápido que pude.
Caminamos por los pasillos del gran castillo, a diferencia de Kihi, acá todo se hacía a lo grande, la tecnología era increíblemente avanzada, en verdad era como si viviera en otro mundo.
—Gracias por sacarme de allí— mencione viendo cada detalle de los pasillos.
—Parecía que querías matar a alguien.
—Si me quedaba un rato más seguramente lo hiciera.
—Claro que tu mirada cambio cuando la fijaste en Asher— declaro pegándome suavemente con su codo.
