Completamente desolado, Seokjin no sabe que hacer desde la perdida de su novio, Jungkook, sin embargo, uno de sus amigos le dará una idea que probablemente sea la solución a todo su dolor.
Al inicio a Kim le parece una locura, pero su deseo por tene...
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Mis pasos resonaron en el pasillo del hospital, ignorando los llamados de atención de las enfermeras y las malas miradas de otras personas mientras me dirigía a Taehyung quien en cuanto me vio se puso de pie para acercarse también.
—¿Cómo es que estás aquí? — cuestioné un tanto confundido.
Su presencia sin duda era lo último que esperaba, puesto que luego de la llamada que recibí no le avisé a nadie.
—Yo sabía lo que Jungkook iba a ser — confesó con voz neutra, pude notar que tenía algunos rasguños en el rostro pero no parecían tan graves.
Me quedé en silencio unos segundos, dándome cuenta de que Jungkook había planeado todo esto y no me lo dijo.
Prometió que iba a quedarse...
—Seokjin, no llores, déjame explicarte, ¿bien? — ni siquiera sabía que estaba llorando hasta que sentí las manos de Taehyung limpiando mis lágrimas con delicadeza pero me aparté.
No quería que nadie me tocara, no quería saber nada, ¿por qué hizo algo tan estúpido?, ¿no me quería lo suficiente para intentar una forma de evitarlo?
—Taehyung, él esta... — las palabras se me cortaron de forma automática, fui incapaz de decirlo en voz alta porque el nudo en la garganta me lo impidió.
Una vez mas sentí las lágrimas cayendo por mi rostro, odiaba esta situación, odiaba ser tan débil para no aceptar que ya todo estaba perdido, Jungkook ya no volvería.
—¿Muerto? Cariño, que poca fe me tienes — sentí que el mundo se detenía cuando aquella voz llena de burla llego a mis oídos.
Eleve la mirada rápidamente, encontrándome con Jungkook, quién sonreía de lado, su rostro tenía unos cuantos moretones y algunas gasas que seguramente cubrían heridas, incluso su brazo estaba vendado, pero todo eso no me impidió tener ganas de golpearlo por el maldito susto que me había dado, así que no tardé en ponerme de pie para ir y golpearlo en el hombro, dándole una mirada furiosa.
—¡Tu, idiota!, ¿tienes idea de lo mucho que he llorado esta noche?, joder, te odio tanto — comencé a quejarme y si, lloré otra vez.
No podía describir lo aliviado que me sentía al verlo frente a mi, tal vez estaba un poco maltratado pero al menos estaba vivo, ¡vivo!, eso era lo único importante.
—Diablos, Seokjin, eso dolió — murmuró mientras se sobaba el hombro, tal vez use demasiada fuerza.
—¡Te lo mereces!, ¿en que estabas pensando? Dejándome ahí justamente hoy y sin responder mis llamadas.
—¿Al menos me dejas explicarte? — cuestionó de malhumor pero no, aun no terminaba mi escena, así que iba a tener que esperar, me lo debía por no contarme antes de sus planes.
—No y tu — me giré para ver a Taehyung quien se encogió en su sitio al verme molesto — Debiste decírmelo, no ayudarle con algo tan estúpido.
