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The heroine to the rescue!

Giselle observó a Ruki. Este estaba sentado en un taburete a su lado y observaba cómo se bebía el vaso entero de agua. La puerta estaba cerrada detrás de él, pero parecía no importarle al vampiro aquello.

—¿Dónde están los demás? —Escribió en el bloc de notas que le trajo Ruki.

—Trabajando. —Respondió escuetamente el vampiro, para retirarle el vaso de agua.

Giselle asintió con la cabeza, mientras observaba a Ruki levantarse de la silla. Sin saber por qué, agarró su camiseta.

Ruki observó los ojos de Giselle, pero apartó la mirada rápidamente. No soportaba el dolor en su corazón y eso que no latía.

—¿Quieres algo? —Preguntó, fingiendo molestia.

Giselle soltó con lentitud la camiseta, mientras negaba con la cabeza. Se había olvidado.

Se tumbó de nuevo, cogiendo un mechón de su pelo. Cada vez, los mechones rosas iban creciendo y poco quedaba poco de su pelo rubio.
Soltó un suspiro y cerró los ojos, notando cómo Ruki se removía a su lado. Era hora de que se fuera de la habitación, dejándola sola de nuevo.

No le importaba. Sólo esperaba tener más fuerzas cuando se despertarse.

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Lily se movía de un lado a otro, mordiéndose el pulgar con fuerza.

—¡Que alguien la detenga de una vez! —Exclamó Kanato enojado, mientras apretaba contra sí a Teddy.

Subaru chasqueó la lengua. Odiaba estar ahí, había demasiada gente.

—Entonces, Shu... —Habló por fin Reji. —¿Qué es lo que nos tenías que decir? Espero que sea algo importante.

El mayor se incorporó del sofá en el que estaba tumbado y abrió los ojos.

—Sé dónde está Giselle.

—¿¡Y por qué no lo habías dicho antes!? —Preguntó enfadada Lily, mientras que garras salían de sus uñas de la rabia contenida.

Shu se encogió de hombros. La verdad, es que él quería ser el que rescatase a Giselle, pero sabía que sólo él no iba a ser suficiente, sobre todo ahora que los Mukamis habían pedido auxilio a "Esa persona", por lo que tenían seguridad mejorada.

—De verdad, este holgazán... —Suspiró Reji, colocándose las gafas de sitio.

—Trece. —Se dijo mentalmente Lily al ver la acción de Reji. No podía evitarlo, pero el vampiro lo hacía regularmente.

—Entonces a qué esperamos. Ore-sama no piensa dejar ni un minuto más a Gigi con esos sucios.

—Ara, ara. Ayato parece bastante enfadado, pero... tiene razón. No podemos dejar a Gigi-chan con esos por mucho más tiempo. —Coincidió Laito con su hermano.

Este le miró algo sorprendido. Estaba de acuerdo con él y lo había admitido abiertamente.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de una rana croando. Todos giraron su mirada hacia Lily, que es por dónde el sonido procedía.

—Ups, se me olvidó. —Lily cogió rápidamente el teléfono y se apartó de los vampiros. —¿Derek, eres tú?

Los vampiros agudizaron el oído al oír el nombre del joven. No lo conocían mucho, pero sabían que era un amigo cercano de Gigi, o eso parecía al menos.

—¿De verdad? —Hubo una pausa. —¡Genial Derek! Eres el mejor... Oh, cállate... Si sigues así te voy a colgar, ¿eh? —Hubo otra pequeña pausa. —Ugh, de verdad que eres insoportable a veces. —Diciendo aquello colgó el teléfono y se volvió a acercar a los vampiros. —Siento... eso. Era Derek. Dice que está todo preparado.

Craving for Blood - Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora